¿Qué es la celulitis? Conoce sus fases y descubre cómo prevenirla y combatirla

02.12.2019

Para vencer al enemigo primero hay que conocerlo. Descubre qué es la celulitis y conoce sus fases para emprender tu plan de acción anticelulítico.

Celulitis ¿Qué es?

La celulitis, en términos estéticos, es una acumulación de tejido adiposo en zonas del organismo localizadas, que forma nódulos de grasa. Lo más común es que todas las mujeres lo sufran, en mayor o menor grado. Los primeros síntomas son la aparición de una superficie ondulada e irregular (piel acolchada) o una piel granulada (piel de naranja), además de la posible aparición de estrías, pequeños edemas o varices.

Las hormonas son la principal causa de su formación. Después de la pubertad y a partir de la aparición de la menstruación, éstas acaban desencadenando el proceso de la celulitis. Es por ello que los hombres no la sufren o la sufren en menor medida.

La genética predispone su aparición pero los hábitos de vida como la mala alimentación, el sedentarismo, el estrés y algunas enfermedades circulatorias y linfáticas pueden desarrollarla y hacerla empeorar.


Fases de la celulitis

La celulitis tiene diferentes fases evolutivas. En la primera fase, Ectasia circulatoria, se puede tener la sensación de piernas pesadas, perdiendo elasticidad en la zona afectada y visualmente comenzando a aparecer la "piel de naranja". En la segunda fase, Exudativa, se puede percibir dolor al presionar la zona y pueden aparecer estrías y varices. En la tercera fase, Proliferación fibrosa, la piel puede estar fría, seca y con hoyuelos. Las varices son más superficiales y profundas. Por último, en la cuarta fase, Fibrosis cicatrizal, la piel se vuelve acolchada y aparecen los nódulos duros.


Cómo prevenirla y combatirla

Recuerda que los principales enemigos de estas zonas corporales son el tabaco, el alcohol, los problemas de circulación sanguínea, el sedentarismo y, por supuesto, una alimentación inadecuada. Ficha estos consejos para mejorar tu dieta, combatir la celulitis y conseguir una cola perfecta:

A eliminar de nuestra lista de la compra: comidas preparadas y envasadas, bollería industrial, chucherías, alimentos ricos en grasas y azúcares, fritos, rebozados, empanados... Todos estos productos de alimentación están llenos de grasas saturadas e hidratos de carbono simples, que aportan calorías vacías de nutrientes. Engordan y no alimentan de forma óptima, a la larga tendrás muchas carencias de vitaminas y minerales.

A incluir en nuestro menú: carnes magras (pollo y pavo), pescados y huevos, que contribuyen a tonificar la musculatura. Además, imprescindibles, por sus altos niveles de vitamina C que trabajan en la formación del colágeno: frutas como el pomelo, el limón y la granada.

Además, como complemento diurético y como sustitutivo a refrescos azucarados y alcohol, las infusiones depurativas como las de cola de caballo y extracto de alcachofa son perfectas. También las tisanas de jengibre o limón.

Por último, no olvides que la dieta debe acompañarse de ejercicio aeróbico y de pesas específico para la zona de los glúteos.


Algunos de los ejercicios más sencillos y efectivos son:

1. Las temibles "sentadillas" o "cuclillas" son un básico infalible para tonificar eficazmente los muslos. Desde la posición de pie y con las piernas juntas, dobla las rodillas (manteniendo el tronco derecho) y ve descendiendo hasta tocar con el culete las pantorrillas. Duele un poquito, prueba que los músculos de la zona están trabajando duro. Haz de 2 a 4 series, repitiendo el movimiento 15 - 20 veces (empieza poco a poco y aumenta el esfuerzo siempre de manera progresiva). Repite el ejercicio con las piernas ligeramente separadas para trabajar la cara interna de los muslos.

2. Tumbada en el suelo (mejor con colchoneta), en posición lateral y manteniendo el tronco en línea con las piernas estiradas. Levanta la pierna derecha hasta una altura de 60º y vuelve a bajarla manteniéndola recta y sin llegar a tocar la izquierda (mismo número de series y repeticiones). Gira y repite el ejercicio con la pierna contraria.

3. Partiendo de la posición anterior, trabaja ahora la cara interna de los muslos. Para ello, mantén la pierna izquierda estirada y pasa la derecha por delante de ella doblando la rodilla (apoya la planta del pie). Ahora, levanta todo lo que puedas la pierna estirada y vuelve a bajarla con movimientos rápidos y sin tocar el suelo. Notarás perfectamente el trabajo en esa zona interna. Repite el ejercicio con la pierna contraria. Para mayor intensidad levanta el tronco ayudándote con el brazo como apoyo.

4. Tijeras. Tumbada boca arriba y con las manos debajo de los glúteos, haz tijeretas rápidas levantando alternativamente la pierna derecha e izquierda (trabajarás, además, los abdominales inferiores).

5. Partiendo de la posición "cuclillas", coloca las palmas de las manos en el suelo por delante de ti y estira una de tus piernas hacia atrás. Haz "rebotes" (apoya en el suelo el empeine de la pierna estirada). No fuerces demasiado, podrías causarte un doloroso tirón, rebota suavemente subiendo y bajando el culete. Cambia de pierna y repite la operación. Para trabajar la cara interna, haz lo mismo pero estirando la pierna hacia un lado y haciendo pequeños rebotes. Repite la operación con la pierna contraria.

Al terminar la tabla de ejercicios específicos, da un respiro a tus músculos realizando unos ligeros estiramientos que permitan su relajación. Son esenciales para evitar lesiones que pondrían en riesgo proseguir con tu entrenamiento para unas piernas perfectas. Sentada en el suelo, junta las plantas de tus pies (a la altura que puedas), agárralos con las dos manos y mueve las rodillas hacia arriba y hacia abajo para favorecer la distensión muscular de la zona.