Histórico acuerdo entre China y el Vaticano

25.09.2018

Han tenido que pasar más de seis décadas y varios pontífices para que esto fuera posible.

Se estima que hay unos 10 millones de católicos en China.

El Vaticano y China iniciaron un proceso de deshielo este fin de semana con la firma de un acuerdo sobre el nombramiento de obispos.

Se trata de un pacto provisional pero histórico, pues el nombramiento de obispos ha sido uno de los grandes escollos entre ambos Estados desde que rompieran relaciones en 1951.

Cuando cortaron los lazos, Pío XII excomulgó a dos obispos designados por Pekín y el régimen respondió expulsando al nuncio apostólico, lo que dio lugar a dos tipos de "iglesias": una clandestina y otra "patriótica".

La "patriótica", denominada oficialmente Asociación Patriótica Católica de China y no reconocida por el Vaticano, fue creada y está estrictamente controlada por el gobernante Partido Comunista, mientras que la clandestina solo responde a la Santa Sede.

En todos estos años de disputa, el gobierno chino realizó diversas ordenaciones episcopales sin el consentimiento del Vaticano, mientras la Santa Sede reclamaba que esa era decisión exclusiva del Papa.

El acuerdo pone, en teoría, fin a ese conflicto, aunque no todos están contentos con el pacto.

Pocos creyentes en China conocían el acuerdo firmado por el Vaticano y la Santa Sede el día que se anunció.

Desde que se comenzó a hablar de la posibilidad de este entendimiento, algunos sectores de la comunidad católica china manifestaron su temor a que el Vaticano cediera mayor control a Pekín y aumentara la "opresión".

El acuerdo con China, donde se calcula que hay unos 10 millones de católicos, se anuncia en un momento especialmente bajo para la Iglesia católica: en medio de graves escándalos por abusos sexuales a menores y un decreciente número de creyentes en Occidente.

Pocos detalles

El subsecretario de Relaciones de la Santa Sede con los Estados, Antoine Camilleri, y el viceministro de Relaciones Exteriores de China Wang Chao firmaron el acuerdo en Pekín el sábado, coincidiendo con el inicio de la gira del papa Francisco por los países bálticos.

No obstante, ofrecieron pocos detalles al respecto.

En un comunicado, la Santa Sede se limitó a señalar que el "acuerdo provisional (...) es fruto de un acercamiento gradual y recíproco", tras un "largo proceso de delicadas negociaciones".

"Prevé evaluaciones periódicas sobre su implementación", reza el texto del Vaticano.

El anuncio coincidió con la llegada del papa a Lituania.

"Este acuerdo no es político, es pastoral. Lo que significa es que los creyentes en China tienen obispos que están en comunión con el Papa, pero al mismo tiempo son reconocidos por las autoridades chinas", ahondó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burke.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China destacó en un breve comunicado que ambas partes "continuarán sus comunicaciones para promover el progreso y avance de las relaciones bilaterales".

Pese a que no se publicó el contenido de lo acordado, se cree que, en el futuro, las autoridades chinas propondrán a los obispos y estos entonces serán aprobados por el Papa, informó James Reynolds desde Roma.

La religión en China

  • 21,9% de practicantes de la religión popular china.
  • 18,2% de budistas.
  • 5,1% de cristianos, solo unos diez millones de ellos son católicos.
  • 1,8% de mususlmanes.

Como parte del acuerdo, el papa Francisco reconoció la legitimidad de siete obispos nombrados por el gobierno chino que no contaban con el visto bueno papal y los readmitió en el seno de la Iglesia.

El diario hongkonés South China Morning Post (SCMP), el único con relativa independencia en el país asiático, asegura que Pekín reconocerá en respuesta a algunos de los obispos previamente nombrados por la Santa Sede.

Aquellos que no sean reconocidos, pueden serlo en un futuro, le dijo al SCMP una fuente cercana a las negociaciones.

¿Apertura de relaciones?

Se considera que el acuerdo alcanzado tras años de negociaciones puede abrir la puerta al establecimiento de relaciones diplomáticas.

No obstante, para ello hay otro conflicto: Taiwán.

El Vaticano es el único país europeo que reconoce a la isla como Estado independiente, una visión que choca de frente con Pekín, que considera a Taiwán una "isla rebelde" y parte inalienable de su territorio.

Las autoridades chinas ven con recelo a todo poder extranjero instalado en el país.

China no establece relaciones con ningún otro país que las mantenga con Taipei, por lo que el Vaticano tendría que romper su alianza con la isla si quiere abrirla con Pekín, como han hecho diversos países en los últimos años.

En el comunicado publicado este fin de semana, no hubo mención expresa a Taiwán, si bien el gobierno chino expresó su esperanza de mantener mejores relaciones con la Santa Sede.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán, por su parte, insistió en que el acuerdo no hará que Taipei pierda su único aliado diplomático en Europa y esperó que el Vaticano garantice que los católicos en el continente chino "reciben la debida protección y no están sujetos a represión", informa la agencia Reuters.