LYDIA AINSWORTH – PHANTOM FOREST

17.06.2019

El tercer trabajo de Lydia Ainsworth es una revelación directa desde el primer momento en el que se ve, ya sea en un estante a lo lejos. La artista canadiense presenta su nuevo trabajo de la manera más directa posible y es que ni su portada engaña al revelar que la temática principal será la naturaleza, o la visión de la misma desde la Madre Tierra, bajo un estilo art decó donde la atmósfera etérea y contenida reinará en un mundo sutil.

Esta producción propia se acerca a un mundo de ensueño con matices impregnados por crítica y recogidos en un total de nueve temas resumidos por el título Phantom Forest. Este rótulo podría hacer alusión a un universo místico en el que las plantas se hacen paso y el reinado verde predomina más se refiere a una posible fase previa en el que la quietud y la tensión son protagonistas en un mundo a punto de desaparecer. La apuesta de la creadora de Toronto cuenta con la ayuda de Kyle Dixon, compositor de la banda sonora de la serie Stranger Things y miembro de Survive, así como una versión de finales de los sesenta de Pink Floyd.

Dentro del tracklist, la canadiense ha optado por una apuesta en la que su carácter e inspiración quedan presentados al principio y son las colaboraciones y reinterpretaciones las que ocupan la parte final. Give It Back To You, por ejemplo, se muestra más íntima y menos memorable. Con un protagonismo notable en la voz y una influencia menor en la parte compuesta por Kyle Dixon. La acertada guitarra de Floating Dream es más que un interludio de influencia setentera a lo que cerrará el trabajo. La doble voz mama del pop de Fleetwood Mac y el ambiente hippie y nublado de la época que darán paso al cover de Pink Floyd.

El broche de Phantom Forest será titulado Green Is The Color y reinterpretará el tema de los británicos con sintetizadores, manteniendo aquella letra compuesta hace ya medio siglo por David Gilmour en honor a la isla de Ibiza. La paz transmitida por del tema cierra con el oleaje del mar como recurso literario que alude a la comodidad y tranquilidad propia de un final. La sutileza del trabajo se mantiene durante todo el mismo y combina pretensiones con breves arranques de algo que suena delicado y aparentemente humilde. La voz es un elemento más para una artista que no sólo narra sus historias sino que también apuesta por la producción, y su resultado es un trabajo compacto con pequeños despuntes entre unos teclados que, sin duda, cobrarán protagonismo con el tiempo.