“No creo que alguno se haga cura para defender la macroeconomía liberal”
Víctor Fernández, nuevo arzobispo de La Plata y sucesor del ultraconservador Héctor Aguer, habló sobre el rol de los obispos en los problemas sociales y la política.

Víctor Fernández, el nuevo arzobispo de La Plata, aseguró que las afirmaciones de que la Iglesia esté abandonando su apostolado y concentra su atención en los males sociales "proceden de sectores minoritarios y no representan a la mayoría de los católicos". Y agregó que "lo propio de la Iglesia católica ha sido unir una propuesta espiritual con un planteo social".
En diálogo con el diario El Día, el arzobispo platense señaló que "hoy el poder mundial -político y mediático- tiene un fuerte predominio, un pensamiento neoliberal que rechaza que la Iglesia hable de cuestiones sociales y la prefiere encerrada en la sacristía". Sobre esta situación en Argentina, dijo que en realidad se ha acentuado en los medios. "Parecen responder completamente a ese paradigma, no sé si por algún interés económico, por alianza de sus dueños o por pasiones políticas", reflexionó.
En ese sentido, trazó una línea con los años 90 y recordó al obispo de Morón, Justo Laguna, quien "llegó a decirle a Menem y a Cavallo que el modelo neoliberal estaba funcionando 'a un costo feroz', o peor, 'al costo de un millón de muertos'". Además, rememoró que en esos años "Monseñor Rey expresó su voluntad de participar en un foro anti re-reelección" y que "Monseñor Piña le recordaba al Gobierno la gente que no les había votado, 'porque la mayoría lo pasa muy mal'".
Por otra parte, reconoció que hoy los obispos son "mucho más suaves" porque si se dijeran esas cosas "habría un linchamiento en los medios y en las redes sociales". "Los obispos actuales hablamos muy poco sobre los problemas sociales. Lo hacemos con timidez, con miedo a hacer el ridículo, y quizás con pudor debido a los propios errores y pecados de la Iglesia", aseguró Fernández. Y agregó que esto es efecto del "vuelco a la derecha neoliberal en los centros de poder mundial con posibilidades económicas de generar cambios culturales".
Sobre la posición de la Iglesia y las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, el arzobispo dijo: "Nosotros nos ponemos inevitablemente del lado de los más débiles y perjudicados, pero no por una cuestión de oposición política". "Yo no creo que alguno se haga cura para defender la macroeconomía liberal o los ajustes. Para eso que se haga economista o político", concluyó.