A falta de crédito privado, el Gobierno volvió pedirle prestado a la Anses

18.09.2019

El Fondo de Garantía y Sustentabilidad del ente previsional suscribió a dos letras, por alrededor de 900 millones de dólares. La Rosada busca blindarse por si no llega el dinero del FMI. 

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el titular de ANSES, Basavilbaso.

El Ministerio de Hacienda emitió ayer dos letras del Tesoro, una en moneda nacional y la otra en dólares, por alrededor de 900 millones de dólares. Ambas serán únicamente suscriptas por el Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FSG) de la Anses.

Ante la falta de crédito privado, y con el temor de que se retrase el desembolso del Fondo Monetario Internacional, la cartera que conduce Hernán Lacunza encontró en la Anses un salvoconducto financiero. En una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial, se puede observar: "El secretario de Finanzas y el secretario de Hacienda resuelven: Disponer la emisión de Letras del Tesoro en pesos con vencimiento el 13 de marzo de 2020 a ser suscriptas a la par por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), por un monto de hasta valor nominal original $ 35.000.000.000". Esta cifra equivale a unos 624 millones de dólares.

En las condiciones financieras de esta letra se menciona que los intereses se devengarán en base a la tasa BADLAR para bancos públicos más 500 puntos básicos.

Respecto de la otra deuda, las autoridades decidieron: "Disponer la emisión de Letras del Tesoro en dólares estadounidenses con vencimiento el 13 de marzo de 2020 a ser suscriptas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), por un monto de hasta valor nominal original dólares estadounidenses U$D 275.000.000". En el caso de este bono, las condiciones financieras estipulan: "Precio de suscripción: USD 961,64 por cada valor nominal original en dólares estadounidenses U$D 1.000. Amortización: íntegra al vencimiento". Traducido, el interés es equivalente a un 8% anual en moneda norteamericana.

Ambos bonos son a 182 días y con una tasa de interés muy por debajo de lo que debería abonar Argentina a acreedores privados, si se toma en cuenta el elevado riesgo país.

Según fuentes del mercado, no se trata de una renovación de deuda, por lo que la Anses está peligrosamente ampliando su posición como acreedor del Estado nacional.