Brazaletes de control y entradas nominales para frenar a los barras bravas en el Bernabéu

05.12.2018

El Madrid aplicará en la final de la Copa Libertadores su método de control de ultras

Este martes a media mañana, un par de jovenes con chándal y cazadora de River revisaban su celular en Puerta de Toledo. «¿La calle Humilladero?», preguntaban cargados con maletas para unos cuantos días. Madrid empieza a recibir a los miles de argentinos y aficionados al fútbol de toda Europa (y también de otros países sudamericanos) que pretenden estar el domingo en el Bernabéu. Algunos llegan con la entrada segura y otros con ganas de regatear en la reventa. Asunto delicado éste, por los precios disparados que se manejan en el mercado negro. Esta Copa Libertadores errante, que debe tener su cierre el domingo en el campo del Real Madrid, va a revolucionar la ciudad europea.

Las fuerzas del orden y el club blanco se preparan para evitar que la fiesta futbolística, tan insólito evento, se manche con la violencia de los ultras argentinos, culpables de que el partido, como lamentó Santiago Solari (actual DT del Real), haya tenido que viajar un océano de distancia para poder celebrarse. Este miércoles deberían aterrizar los dos equipos, a pesar de las reticencias de River a jugar fuera de su estadio. Y al rebufo de las expediciones oficiales, sus seguidores. Las 10.000 entradas que han gestionado Boca y River al 50% serán repartidas una a una en la capital de España, imitando el método que lleva algunas temporadas aplicando el club blanco en los partidos de la Champions que disputa a domicilio.

Para evitar que los ultras, expulsados de la grada del Bernabéu hace tiempo, puedan comprar localidades, el Madrid se encarga de repartirlas en el destino donde se vaya a jugar el encuentro. Cada boleto, adjudicado previamente, es nominal. Por tanto, sólo la persona agraciada puede recogerlo. Además, en el momento de la entrega se coloca al aficionado una pulsera de obligada presentación a la hora de entrar al estadio. Y no puede lucir el brazalete ningún daño, ni pistas de haber sido intercambiado.

Antes de este último paso, el club ya habrá realizado una primera selección rechazando a los hinchas violentos que tienen fichados los clubes protagonistas y las autoridades argentinas. Aunque hayan logrado una entrada por los cauces oficiales, al llegar a Madrid no podrán disponer de ella. Otro sistema para detectar a los barras más peligrosos será el Programa Tribuna Segura, que el propio Ministerio de Seguridad Argentino utiliza en el país en los choques de altísimo riesgo.

Sin pasaporte

Policías argentinos se desplazarán para controlar, a través de este sistema, a los más de 500 ultras fichados entre ambos equipos, tipos con el acceso prohibido tanto a la Bombonera como al Monumental. A algunos incluso se les retiró el pasaporte hace tiempo, medida que, teme la policía, no impedirá que viajen hasta España con documentos falsos. En tal caso, esperan poder frenarles en las puertas del Bernabéu.

Las dos aficiones ya tienen asignadas sus áreas de recreo del domingo, las conocidas como fan zone. La de River Plate estará en la plaza de Cuzco, al norte del estadio, y la de Boca más abajo, en el Paseo de la Castellana a la altura de Nuevos Ministerios. Se prepara la Policía Nacional y el Ayuntamiento de la ciudad para garantizar la seguridad de los miles de seguidores que aterrizarán estos días en la ciudad de Madrid.

La Libertadores causará un impacto económico superior a los 42 millones de euros, según ha calculado la Confederación Empresarial de Madrid. Eso sí, desde la patronal hotelera se asegura que aún no se ha notado un incremento sensible en la demanda de habitaciones.

En Buenos Aires, los hinchas de Boca iban a despedir a su equipo con un acto en la Bombonera, pero una amenaza de bomba horas antes lo impidió, ya que las autoridades obligaron a desalojar el estadio, en el que en ese momento se encontraban empleados.