Conmoción en la Fórmula 1 por la crisis en Ferrari

Ferrari cumplió 15 años sin un título en el Campeonato Mundial de Conductores en la Fórmula 1 y esta temporada llegaría a la misma sequía en el de Constructores. A diferencia de otros momentos de vacas flacas en los tifosis debieron esperar 21 años para poder celebrar un cetro de Pilotos, cuando en 2000 Michael Schumacher les devolvió la gloria, en el último lustro los errores de estrategias y otras fallas marcaron las decepciones de la Scuderia que sigue agudizando su crisis según las noticias que llegan desde Italia, al punto de una reunión cumbre que pidió uno de sus corredores, Charles Leclerc.

El monegasco venía haciendo una buena carrera en la apertura de la temporada disputada en Bahréin y luego de largar tercero superó a Sergio "Checo" Pérez (Red Bull) y llegó a ponerse segundo. Intentó ir a la caza del líder, Max Verstappen (Red Bull), pero en la vuelta 42 la SF-23 se detuvo debido a una pérdida de potencia y su motor dijo basta.

Fue otro golpe para la casa de Maranello y en los boxes la cara de Piero Ferrari, uno de los hijos del Commendatore, lo dijo todo. Lo propio el rostro de enojo del flamante jefe de equipo, Frédéric Vasseur. Mientras tanto, Leclerc se consoló tomando agua al lado de su auto y también masticó bronca. Por si fuera poco, el coche de su compañero, Carlos Sainz, perdió ritmo y fue superado por Fernando Alonso, que con su Aston Martin consiguió su podio número 99 en la Máxima.

Cada vez que Ferrari tropieza o agudiza una mala racha repercute en Italia y en todo el planeta por los millones de tifosis que tiene la escuadra italiana, que por su popularidad e historia es uno de los equipos deportivos con más fanáticos en todo el planeta. Es el único team que está desde el nacimiento de la F1 en 1950 y lleva ganados 16 títulos de Constructores y 15 de Pilotos.

Alguna cabeza debió rodar y David Sánchez, ingeniero jefe en lo relacionado con los conceptos de los autos, cuatro días más tarde presentó su renuncia. Fue el "padre" de los autos desde que el ex jefe del team, Mattia Binotto, estuvo a cargo de la gestión hasta finales del año pasado. Con el asesoramiento del histórico Rory Byrne, el técnico fue el que desarolló la SF-75, el auto de 2022, que había debutado con un 1-2 el año pasado en la misma pista de Sakhir, pero con el correr de la temporada fue superado por Red Bull y llegó el bicampeonato de Verstappen con coronación anticipada.

Leclerc tiene contrato hasta finales de 2024, pero ya encendió la alarma. Fue así que se habría reunido con el presidente de Ferrari, John Elkann, nieto de Gianni Agnelli, el fundador de Fiat, cuyo grupo empresario compró parte de las acciones de la Scuderia en 1969. Según informa La Gazzetta Dello Sport, "el nefasto primer GP de la temporada asustó al piloto, que llegó a hablar con el presidente en Maranello".

Llamó la atención la reacción de Leclerc quien se caracteriza por tener perfil bajo, ser pulcro a la hora de declarar y al ser un producto formado en la academia de Ferrari, donde debutó en 2019 y consiguió cinco triunfos.

"Es probable que Leclerc quisiera compartir su punto de vista con Elkann (hay una relación directa entre ambos) y recibir garantías. Su contrato con el Cavallino Rampante expira a finales de 2024, se ha hablado varias veces del interés de Mercedes, pero ese no es el tema que le preocupa a Charles", agregó el medio italiano.

Este encuentro entre Leclerc y Elkann se dio en la ola de rumores de una posible llegada de Lewis Hamilton a Ferrari. El inglés no firmó su renovación con Mercedes y es por eso que algunos plantearon su posible incorporación a la Scuderia, como el periodista de Sky, Simon Lazenby, quien afirmó: "Está tan desesperado por ese octavo título que, si Ferrari consiguiera mantenerse y fueran los más cercanos a Red Bull, iría antes a Ferrari que a Aston Martin". Pero este trascendido se contrapone al año de contrato que aún le queda a Leclerc en Ferrari, la misma extensión que tiene Sainz.

En la primera fecha las máquinas rojas sufrieron la degradación del compuesto blando de neumáticos más que los otros coches de punta. Su mal rendimiento chocó con la aplastante victoria de Verstappen y la performance de Red Bull que plasmó el 1-2 con Checo Pérez. Los monopostos austriacos fueron inalcanzables y todo indica que volverán a ser la referencia en esta temporada, cuya segunda fecha será el próximo fin de semana con el Gran Premio de Arabia Saudita en el circuito callejero de Yeda.

Luego de la corona conseguida por Jody Scheckter en 1979, la Scuderia estuvo sin cetros de Pilotos hasta la mencionada consagración de Schumacher. Pero en el medio tuvo años de competitividad y en 1982 y 1983 llegaron a ganar los Campeonatos de Constructores, algo que también consiguieron en 2008, un año después de la coronación de Kimi Raikkonen, el último que les dio una corona en el Mundial de Conductores. Desde el nacimiento de la era híbrida hubo esperanzas entre 2018 y 2019 con los triunfos de Sebastian Vettel en la primera mitad de la temporada, pero las supuestas irregularidades con el flujo de combustible en la segunda de esas temporadas expuso a la casa de Maranello y el acuerdo secreto con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) le dio aún un manto más de sospechas.

El motor estrenado en 2022, el 066/7, fue competitivo en el inicio y hasta Haas (impulsado por Ferrari) llegó a ubicarse tercero en el certamen de equipos en las primeras fechas. Parecía que la Scuderia iba a tener su año de gloria, pero terminaron sufriendo otra temporada para el olvido. A sus 25 años, Leclerc ve cada vez más complicado conseguir la corona con este contexto del team italiano y ya se lo hizo saber a Elkann. ¿Se vienen más cambios internos en el equipo?