EE.UU. extradita a Alemania a un exguardia nazi de 95 años

24.02.2021

Friedrich Karl Berger trabajó en Neuengamme, el mayor campo de concentración en el noroeste de Alemania. Allí, más de 100.000 personas de toda Europa vivieron un infierno y cerca de 43.000 murieron

Friedrich Karl Berger llegó al estado estadounidense de Tennessee en 1959, donde vivió durante décadas sin ser reconocido. Sin embargo, el exguardia del campo de concentración nazi de Neuengamme, de 95 años, fue extraditado medicalizado el sábado pasado a Frankfurt a bordo de un avión procedente de EE.UU.

A su llegada, Karl Berger fue entregado por la policía federal alemana a agentes de la Oficina Regional de Investigación Criminal (LKA) de Hesse para prestar declaración. El nonagenario está acusado de complicidad en asesinato en el campo de concentración de Neuengamme, donde colaboró en calidad de guardia del campo en el que los presos fueran retenidos bajo condiciones horribles y obligados en el invierno de 1945 a realizar trabajos forzados a la intemperie hasta su muerte o extenuación.

Ante las autoridades estadounidenses, Berger confesó haber trabajado como guardia en un anexo del campo de concentración de Neuengamme cerca de la localidad de Meppen, junto a la frontera con Holanda, aunque dijo no haber estado al tanto de torturas a los presos o de víctimas mortales.

El hallazgo de unos ficheros de la época nazi en un barco hundido en el mar Báltico llevó a los investigadores sobre la pista del exguardia. Según 'Spiegel', es poco probable que Berger tenga que comparecer ante los tribunales, ya que el proceso abierto en su contra por la Fiscalía General de Celle por complicidad en asesinato tuvo que ser suspendido por falta de pruebas, tal y como comunicó la propia institución en diciembre pasado. Y según fuentes de Justicia, el proceso solo podría ser retomado en caso de existir nuevas pruebas contra Berger, por ejemplo, o si el propio acusado se autoinculpa durante el interrogatorio, lo que no es de esperar.

Crímenes nazis

El fiscal general interino Monty Wilkinson dijo que la extradición de Berger muestra el "compromiso de Estados Unidos de garantizar que el país no sea un refugio seguro para quienes han participado en los crímenes nazis contra la humanidad y otros abusos contra los derechos humanos".

Desde 1979, el Departamento de Justicia ha ganado casos similares contra 70 personas, pero el ritmo de los casos de la era nazi se ha ralentizado con el paso del tiempo, y el departamento no tiene otros casos de este tipo pendientes, lo que significa que Berger podría terminar siendo el último guardia nazi expulsado del país.

Berger, que ahora es viudo y tiene dos nietos, ha dicho que se le ordenó trabajar en el campamento, estuvo allí poco tiempo y no portaba un arma. "Después de 75 años, esto es ridículo. No puedo creerlo", dijo el año pasado mientras luchaba contra su expulsión de Estados Unidos. "No puedo entender cómo puede suceder esto en un país como este. Me estás obligando a salir de mi casa", agregó.

Los investigadores del Departamento de Justicia concluyeron que Berger trabajó en la armada alemana antes de ser enviado al campo de concentración en los últimos meses de la guerra. Durante un juicio en un tribunal de inmigración el año pasado, Berger reconoció que custodiaba a los prisioneros, no solicitó un traslado del campo y aún recibía una pensión de Alemania por el trabajo basado en parte en su servicio en tiempos de guerra, dijeron funcionarios estadounidenses.

Después del juicio, Berger dijo que gran parte de lo que se determinó en el tribunal se basó en "mentiras".