El proyecto de la AFA que quiere ponerle fin a la Superliga

21.02.2020

La decisión de los dirigentes de los clubes ya está tomada y decidirán en Asamblea terminar con el ente que regula la Primera División.

La Superliga Argentina está en vías de extinción. Ya sin el apoyo de River, el único club grande que todavía le daba su apoyo, la entidad que maneja el fútbol de Primera División dejará de existir a partir de la próxima temporada y se creará un nuevo ente que tendrá cierta autonomía, pero bajo la órbita de la AFA.

Según un proyecto al cual tuvo acceso la agencia Noticias Argentinas, que todavía puede sufrir algunas modificaciones, la decisión de los dirigentes de disolver la Superliga está tomada y en Viamonte 1366 sostienen que no es necesario un resarcimiento económico.

La decisión podría ir por encima de una votación en una Asamblea Ordinaria, en la que se necesitará tres cuartas partes de los votos, porque en caso de que no se consigan los sufragios (hoy se especula que están), AFA considera que "la ejecución del presente proyecto requiere rescindir unilateralmente y/o resolver los términos del contrato de colaboración suscripto por AFA y SAF el 27 de julio de 2016".

Además, la AFA se cubre en que si la Superliga "avanza sobre una acción civil indemnizatoria, los beneficiarios serían sus integrantes, por lo que esa medida iría en contra de los intereses de los mismos clubes".

Los pasos a seguir serán los siguientes: en alguna reunión venidera de Comité Ejecutivo de AFA, se llamará a Asamblea Extraordinaria, con 30 días de anticipación, tal como se encuentra establecido por reglamento. El objetivo será modificar el estatuto, para que se accione la desaparición del ente que hoy conduce el fútbol de la máxima categoría.

En la actualidad, hay 46 integrantes en la Asamblea Ordinaria: 24 pertenecientes a la AFA en sí, que votarán de manera unánime, y 22 representantes de la Primera División, la mayoría distanciados con la Superliga.

Con 35 sufragios a favor, alcanzará para que la SAF vuelva a la órbita de AFA, que derivará en su mudanza de nuevo a Viamonte (sus actuales oficinas están en Puerto Madero) y que su CEO, Mariano Elizondo -quien asumió sin ser dirigente de fútbol-, deje el cargo.

¿Quién comandaría la nueva liga? De acuerdo al proyecto, el nuevo organismo se llamará "Liga Profesional" y gozaría "de autonomía para explotar todos los derechos comerciales del torneo, tal como lo hace la Superliga".

Además, tendrá un órgano ejecutivo, ejercido por el presidente de AFA, Claudio Tapia, y un presidente ejecutivo, que a su vez "tendrá el cargo de presidente o vice de un club de la actual Superliga". En ese sentido, los tres candidatos firmes son Marcelo Tinelli, Nicolás Russo y Cristian Malaspina, titulares de San Lorenzo, Lanús y Argentinos, respectivamente.

Además, la "Liga Profesional" tendrá a un vicepresidente, un secretario general, un órgano deliberativo, un gerente y empleados. A diferencia de lo que ocurre en la actualidad con Elizondo, el cargo del presidente ejecutivo sería ad honorem.

Entre otros aspectos, el nuevo organismo buscará que su calendario "sea predecible y adaptado a los compromisos internacionales que integran la participación en los clubes en las copas internacionales y a la participación de nuestra selección nacional".

Un dato más que llamativo, tomando como parámetro el desarrollo de algunas ligas europeas, es que se apunta a "posicionar al campeonato argentino como uno de los cinco más importantes del mundo".

Si bien se nombra varias veces a la autonomía del nuevo ente, el "estar dentro de AFA para que todos los actores puedan trabajar mancomunadamente con el fin de poner al fútbol argentino en el lugar que la gloriosa historia deportiva le asignó", se puede interpretar que Viamonte 1366 tendrá la última palabra.

En la nueva estructura, San Lorenzo y River tendrán un rol importante ya que la relación Tinelli-Tapia atraviesa un buen momento y, si bien con Rodolfo D'Onofrio no existe esa cercanía, son conscientes que es necesario contar con el apoyo del Millonario, el único club que se ha mostrado distante de esta gestión.