Preocupación en la industria petrolera por la toma de control de Marcos Peña del área energética

31.12.2018

Lopetegui será el nuevo secretario. Las firmas le reprochan su nula experiencia y su traspié con las famosas planillas de Excel de Aranguren.

Preocupación en la industria petrolera por la toma de control de Marcos Peña del área energética

Tras la renuncia de Javier Iguacel al frente de la Secretaría de Energía -por la fuerte presión de Techint y su pelea con Dujovne- la industria petrolera se muestra muy preocupada por el futuro del sector bajo el control de Marcos Peña.

Es que tanto el nuevo secretario Gustavo Lopetegui como el titular de Hacienda Nicolás Dujovne -órbita dentro de la cual quedó englobada la cartera energética- responden directamente al Jefe de Gabinete, un hombre que precisamente no es bien visto por las empresas.

"Peña no tiene buen track récord en lo que es gestión. Sus intervenciones en el mercado financiero fueron terribles", rememoran desde una petrolera de primera línea al cumplirse exactamente un año de su injerencia en el Banco Central cuando forzó el cambio de las metas de inflación que tanto daño causó.

No obstante, el verdadero temor pasa por la total falta de experiencia de estos tres funcionarios en una de las pocas actividades económicas que venía mostrando resultados positivos. "Es complicado de entender lo de Lopetegui. Le habían dado salida por torpezas políticas y ahora vuelve en un área que no conoce, que es estratégica y que requiere conocimientos técnicos", agregaron desde esta famosa productora de hidrocarburos.

Lopetegui trabajó en el sector supermercadista, fundó una empresa láctea y salto a la fama como CEO de Lan Argentina. Dentro del Gobierno, había sido el poderoso secretario de Coordinación de Políticas Públicas, hasta que la devaluación de fines de agosto exigió una reformulación del gabinete y él pagó los platos rotos, cuando el mercado exigía la cabeza de Peña. A pesar de provenir de ramas muy diferentes a la actividad que va a conducir, siempre gozó de la total confianza de Macri que -junto a Quintana y Peña- aseguró que "ellos soy yo, son mis ojos y mi inteligencia".

Sin embargo, el apoyo del Presidente de la Nación no es suficiente para una industria muy celosa de quienes la conducen. "A esta industria no le gusta que le metan gente que no sea del palo. Aranguren era polémico, pero se lo respetaba porque sabía. Iguacel sabía menos, pero le puso voluntad y sigue siendo del riñón. Si tanto dicen que Vaca Muerta será una pata de desarrollo del país equivalente al agro, no deberían vivir cambiando las reglas desde Economía. La verdad es que no están pegando una", indicó otra importante fuente de un prestigioso think tank energético.

Las críticas a la llegada de Lopetegui vienen de todos los ámbitos relacionados a la industria. En la propia Secretaría de Energía aseguran que "no sabe nada", mientras que las firmas recuerdan que fue el autor de las famosas planillas de Excel de Aranguren, para reflejar el fundamentalismo fiscalista que esperan para esta nueva etapa.

"Acá lo que se ha hecho fue entregar la política energética al FMI. Se va a privilegiar la reducción del déficit fiscal y para eso van a atacar de forma mucho más dura la cuestión de subsidios. Lopetegui es un tipo que no tiene ninguna sensibilidad con los usuarios como ya lo demostró. Está convencido de que esto se corrige con un Excel", manifestó Andrés Di Pelino, vocero del Centro de Estudio de la Regulación Económica de los Servicios Públicos (Ceres) de la Universidad de Belgrano.

El análisis es compartido por las principales empresas del sector que temen un mayor recorte de subsidios, ya que tienen claro que los ajustes de Iguacel y los reiterados cambios en las reglas de juego pautadas venían por una clara indicación de Dujovne.

En este sentido, desde Energía confiesan que están "atados de pies y manos con Hacienda y no estamos pudiendo hacer lo que creemos necesario". "Por ejemplo, cuando el precio del crudo internacional se derrumbó, propusimos que las naftas bajen un 10% y no nos dejaron", revelaron a este medio.

Ante este panorama de total desconfianza, los especialistas prevén una paralización de los nuevos proyectos, sobre todo en el campo de energías renovables. "¿Cómo van a pretender generar inversiones con un fiscalista a cargo de Energía? Lamentablemente el 2019 va a ser un año de stand by. Los inversores van a hacer la plancha a la espera de del resultado de las elecciones presidenciales", subrayó Di Pelino.