SanCor, ARSA, Lácteos Verónica y La Suipachense enfrentan deudas millonarias, plantas paralizadas, cheques rechazados y miles de puestos de trabajo en riesgo. El impacto golpea de lleno al interior productivo.
El mes pasado los ingresos tributarios se vieron complicados por la serie de reducción de impuestos que otorgó el Gobierno, como en el caso de las retenciones. El IVA tuvo un desempeño débil.
El Banco Central eligió un instrumento que permite camuflar mejor los montos que utiliza para intervenir y de esta forma seguir controlando las tasas de interés.
La actividad económica quedó casi en el mismo nivel que en diciembre de 2025. En un contexto de bajos salarios y altas tasas, las perspectivas hacia adelante no son alentadoras.
El gobierno chino aún no efectuó compras de oleaginosa norteamericana, a pocos días de que comience la cosecha en el país del norte. En cambio, prefirió comprarle a Brasil y Argentina por encima de la media.
Las tasas de corto plazo para las empresas volaron y están arriba del 90% anual, niveles insostenibles especialmente para las pymes. En el Gobierno lo saben, pero es un costo que están dispuestos a pagar.
La actual desinflación, aunque dolorosa en sus efectos inmediatos, representa una oportunidad histórica para la economía argentina. Si bien el camino es largo y lleno de desafíos, el actual proceso de desinflación sienta las bases para un futuro donde la estabilidad no sea una excepción, sino la regla.