¡Los celulares ya graban a cámara ultralenta! Pros y contras de usar esa función

11.03.2018

Superar la velocidad estándar de grabación puede dar lugar a imágenes más pobres

Todo comenzó con una apuesta. En el siglo XIX no se sabía si un caballo al galope en algún momento llegaba a tener sus cuatro patas en el aire. Algunos opinaban que sí y otros que no. Pero no existían pruebas concluyentes. Fue el fotógrafo e investigador Edward Muybridge el que aceptó demostrarlo a cambio de recibir fondos para crear una cámara fotográfica.


Con ella, y con una emulsión fotográfica que reaccionara con rapidez, debía lograr congelar el movimiento con la suficiente velocidad para observar si un caballo levantaba las cuatro patas al galopar. Por cierto, ganaron los que apostaron que las cuatro patas se elevaban en el aire.

Gracias a aquella apuesta Muybridge sentó las bases de la fotografía de alta velocidad y de la imagen en movimiento, que años después terminaría convirtiéndose en un extraño invento para la época: el cinematógrafo de los hermanos Lumiere. No olvidemos que al principio había gente que abandonaba aterrada las primeras salas de cine. Pues bien, por mucho que haya avanzado en la captación de imágenes en movimiento las bases sentadas por Muybridge siguen intactas.

Todo esto viene a cuento porque de un tiempo a esta parte han comenzado a aparecer cámaras de teléfonos móviles y alguna que otra cámara compacta capaces de captar imágenes a una velocidad endiablada: 960 imágenes por segundo. En concreto un par de teléfonos de Sony, el XZ y el ZX2, y el Galaxy S9 son los que logran estas velocidades sorprendentes.

Sony Xperia XZ Premium Slow Motion 960fps

Esta cualidad hasta hace poco sólo era posible verla en cámaras científicas dedicadas a observar a cámara lenta sucesos que sucedían a gran velocidad. Sin embargo, lo cierto es que tampoco hay que tirar de momento cohetes por la llegada de esta tecnología a los teléfonos, pues viene con algunas limitaciones importantes.

Pero antes de explicar los problemas que acarrea esa tecnología en los teléfonos, vamos a contar algunas cosas sobre los pros y los contras de usar una mayor o una menor velocidad de fotogramas por segundo a la hora de captar vídeo. Algo que nos consta que muchos no tienen muy claro.

Lo primero que debemos saber es que el efecto de la persistencia retiniana se da perfectamente a 24 imágenes por segundo. Es la velocidad con la que se proyectan las películas en el cine. A esa velocidad nuestro cerebro no es capaz de percatarse que en realidad durante una gran parte de la proyección en realidad no aparece nada en la pantalla del cine, pues nuestra mente tiende a retener durante un breve periodo de tiempo la imagen que ha aparecido en una pantalla.

Esto llevará a algunos a pensar esto: ¿para qué demonios quiero entonces filmar a 60 fotogramas por segundo como permiten algunas cámaras, sean o no de teléfonos móviles? Esto puede deberse a dos cosas: por una parte si lo deseamos al editar el vídeo con un programa profesional como Adobe Premiere podemos recurrir a la cámara lenta al tener fotogramas de sobra, ralentizando por dos el movimiento que aparece en pantalla.

HD Galaxy S9 Super SLOW MOTION Video TEST Samples S9 PLUS S9+

Pero hay algo más, cuando grabamos a más de 30 fotogramas por segundo, que es la tasa que se usa en muchas emisiones televisivas, obtendremos imágenes en las que percibimos los movimientos de forma más suave, sobre todo cuando se trata de escenas con elementos que se mueven rápidamente. Aunque también es cierto que a partir de una cantidad de imágenes por segundo, pongamos el límite aproximadamente en 60, esto es inapreciable.

¿Entonces para que superan muchas cámaras los 60 fps? Sencillamente para lograr un efecto de cámara lenta. Si grabamos a 120 fps podremos ralentizar la imagen cuatro veces respecto a su velocidad normal de 30 fps, si grabamos a 240 fps la velocidad se ralentiza ocho veces, y si recurrimos a los 960 fps la velocidad se ralentiza 32 veces.

Algunos pensarán que entonces lo mejor es escoger siempre una velocidad lo más alta posible y una vez establecida decidir si queremos en algún momento ralentizar alguna parte de la grabación. No es tan sencillo. En primer lugar hay que tener en cuenta el factor de la luminosidad.

Samsung Galaxy S9: slow motion 960fps

Si pido a mi cámara que grabe a 30 fotogramas por segundo la velocidad a la que captará cada imagen será 1/30 de segundo. Pero si le pido que grabe a 60 fps la velocidad desciende a 1/60 de segundo. Por lo que a 1/60 se captará la mitad de luz que a 1/30. Si estamos en la playa al mediodía un día de verano no hay problema.

Pero si se nos ocurre grabar durante el crepúsculo o de noche a esa velocidad la cámara para compensar tendrá que aumentar la sensibilidad ISO. Por lo que la imagen tendrá más ruido. De hecho, es posible incluso que sobrepasemos la capacidad del ISO de la cámara y la imagen se vea muy oscura al grabar vídeo en alta velocidad.

Aunque también influye la luminosidad máxima del objetivo. De hecho, una de las razones de que el Galaxy S9 tenga un objetivo tan luminoso como f/1.5 se debe a la posibilidad de grabar cada imagen con un tiempo de 1/960. Es tan elevada esa velocidad que sólo a plena luz del día, a pesar de ese objetivo luminoso, obtendremos imágenes relativamente libres de ruido.

Entre los retos que afrontan los fabricantes a la hora de grabar esta clase de secuencias está la velocidad del procesador para captar 960 imágenes en un segundo, una tarea que requiere de una gran potencia de cálculo. Por eso, de momento es un tanto frustrante usar estos modos de cámara ultralenta.

Sony Xperia XZ Premium Slow Motion 960fps 2

Estas son las limitaciones de los teléfonos que hoy captan imágenes a cámara ultralenta: las secuencias a cámara lenta son muy breves, lo que dificulta su captación; y la compresión que se aplica a cada imagen es muy alta, se use una resolución HD como en el Galaxy S9 o Full HD como en el caso Xperia XZ2. Esto última se deja ver perfectamente en algunos de los ejemplos en vídeo que acompañan a estas líneas.

Por eso, es mejor no esperar milagros de la grabación de vídeo a velocidad ultralenta de los actuales terminales. Actualmente sirven para divertirnos un poco, pero poco más. Más interesante es grabar en 4K a 60 fps, como permite la última generación del iPhone y el Galaxy S9. Eso sí que puede ayudarnos para lograr una velocidad moderada de cámara lenta, pero con una gran calidad.