ADAM: el primer anticonceptivo masculino inyectable demuestra seguridad y eficacia hasta por dos años
Durante décadas, la carga de la anticoncepción ha recaído principalmente sobre las mujeres. Píldoras, implantes, dispositivos intrauterinos y parches han sido las opciones predominantes.

En contraste, los hombres solo han contado con tres alternativas: preservativos, vasectomía y retiro antes de la eyaculación.
Sin embargo, esto podría estar por cambiar gracias a un nuevo avance. Se trata de ADAM, el primer anticonceptivo masculino inyectable, que ha mostrado resultados prometedores en seguridad y eficacia durante ensayos preclínicos y clínicos iniciales.
Este método, desarrollado por la empresa biotecnológica Contraline, promete ofrecer una opción no hormonal, reversible y de larga duración para quienes buscan un control confiable de la fertilidad sin recurrir a la cirugía.
¿Qué es ADAM y cómo funciona?
ADAM es un anticonceptivo masculino inyectable basado en un hidrogel biocompatible que se aplica directamente en los conductos deferentes, los cuales transportan el esperma desde los testículos. La sustancia bloquea físicamente el paso de los espermatozoides, sin afectar la eyaculación ni las sensaciones asociadas al orgasmo.
A diferencia de la vasectomía, que se considera una intervención permanente, ADAM está diseñado para degradarse de forma natural con el tiempo. Esto permitiría restaurar la fertilidad sin necesidad de una cirugía de reversión.
El procedimiento se realiza con anestesia local mediante una técnica inspirada en la vasectomía sin bisturí. La inyección dura menos de 10 minutos y no requiere hospitalización.
Propiedades del hidrogel: diseño, durabilidad y biocompatibilidad
Según el estudio publicado en Contraception, el hidrogel está compuesto por polietilenglicol (PEG), un material ampliamente utilizado en medicina por su seguridad y compatibilidad con los tejidos humanos. La estructura porosa del gel, con tamaños de poro de 10 a 20 nanómetros, bloquea el paso de espermatozoides sin obstruir el flujo de líquidos o pequeñas moléculas.
Una vez inyectado, el material se solidifica en menos de 30 segundos, generando una barrera que resiste presiones hasta diez veces superiores a las que ocurren durante la eyaculación. Además, mantiene sus propiedades mecánicas durante al menos dos años, como se comprobó en ensayos realizados en modelos animales.
De acuerdo al mismo estudio, el hidrogel fue sometido a rigurosas pruebas de biocompatibilidad conforme a la norma ISO 10993. Los resultados indicaron que el material es no citotóxico, no irritante, no sensibilizante y no genotóxico, incluso en su forma degradada.

Resultados preclínicos: eficacia y seguridad
Antes de iniciar los ensayos en humanos, se evaluó la seguridad de ADAM en modelos caninos. Se implantó el hidrogel en los conductos deferentes de perros y se realizó seguimiento durante 90, 180 y hasta 730 días (dos años). No se detectaron efectos adversos sistémicos ni daños en los órganos cercanos.
La histología de los tejidos mostró una leve inflamación localizada, sin comprometer la estructura ni la función del conducto deferente. Además, el material comenzó a degradarse de forma natural sin generar respuesta inmune significativa.
Estos hallazgos fueron clave para avanzar hacia ensayos clínicos en humanos, apoyando la seguridad del procedimiento y su potencial como método anticonceptivo reversible.
Ensayo clínico en humanos: primeros resultados positivos
Un estudio clínico de fase 1, publicado en The Journal of Urology, evaluó la seguridad de ADAM en 25 hombres sanos con parámetros seminales normales. Los participantes fueron tratados en cuatro centros en Australia bajo estricta supervisión médica.
Durante los 90 primeros días posteriores a la inyección, no se registraron efectos adversos graves relacionados con el producto ni con el procedimiento. En total se documentaron 76 eventos adversos, de los cuales el 84 % fueron leves, como molestias locales o inflamación temporal.
Según el artículo publicado, todos los procedimientos fueron exitosos y se logró una adecuada oclusión de los conductos deferentes. No hubo complicaciones durante la aplicación ni necesidad de hospitalización.
Eficacia anticonceptiva hasta por dos años
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio clínico fue la presencia de azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen) en algunos participantes durante hasta 24 meses tras la aplicación del hidrogel. Esto sugiere que ADAM podría ofrecer protección anticonceptiva continua durante al menos dos años.
A diferencia de los anticonceptivos hormonales, que requieren dosis periódicas y pueden afectar el equilibrio endocrino, ADAM actúa de manera mecánica. Esto reduce los riesgos de efectos secundarios sistémicos y mejora la aceptabilidad del método entre los usuarios.
Actualmente, Contraline prepara una segunda fase de ensayos con mayor número de participantes, donde se evaluarán aspectos clave como la reversibilidad del tratamiento y su eficacia a largo plazo.
Ventajas frente a la vasectomía y otros métodos
El uso de un anticonceptivo masculino inyectable como ADAM presenta varias ventajas sobre la vasectomía tradicional. La más destacada es su potencial reversibilidad, sin necesidad de intervención quirúrgica adicional.
También representa una opción más accesible y menos invasiva, con menor tiempo de recuperación. El procedimiento completo dura menos de 10 minutos y se realiza de forma ambulatoria. Además, no afecta la producción de testosterona ni la calidad de la eyaculación.
Para muchos hombres, ADAM podría convertirse en una alternativa atractiva y confiable que no exige compromisos permanentes sobre la fertilidad.
Reversibilidad: una meta clave en desarrollo
Aunque los ensayos preclínicos en animales demostraron que el hidrogel puede degradarse naturalmente con el tiempo, la reversibilidad funcional en humanos aún está en evaluación. Contraline está trabajando en técnicas que permitan acelerar este proceso o revertirlo bajo demanda.
Según los autores del estudio, la reversión podría lograrse mediante la administración de soluciones que disuelvan el hidrogel sin dañar el tejido. También se estudia la posibilidad de monitorear el estado del implante con pruebas caseras de seguimiento.
Estos avances podrían marcar la diferencia entre una solución temporal y una verdaderamente flexible en el tiempo, alineada con las necesidades de cada usuario.
En conclusión
La aparición de ADAM como el primer anticonceptivo masculino inyectable marca un hito en la historia de la salud reproductiva. Sus resultados preliminares demuestran que es posible desarrollar un método eficaz, seguro, reversible y no hormonal para hombres.
Este avance no solo amplía las opciones disponibles, sino que también abre la puerta a una mayor corresponsabilidad en la anticoncepción. Si las siguientes fases confirman su eficacia, ADAM podría representar un cambio de paradigma en la planificación familiar.
En definitiva, estamos ante una tecnología disruptiva que podría equilibrar las responsabilidades reproductivas y transformar el acceso a métodos seguros y temporales para los hombres del siglo XXI.
Info: Comunidad Biólogica