Advierten que por falta de vacunas en el país crecen las enfermedades como sarampión y hepatitis
La República Argentina cuenta con el privilegio de contar con uno de los calendarios nacionales de vacunación más completos de todo el mundo.

Este hecho es producto de las veinte vacunas gratuitas y obligatorias con las que cuentan los ciudadanos nacionales para las diferentes etapas de su vida.
Sin embargo, hace más de un año que el país enfrenta varias fallas en el engranaje que incluye la distribución de las mismas a cada niña, niño o adulto que tiene la necesidad de aplicársela. Pero el problema de que las vacunas lleguen a sus destinatarios no solo corresponde a las fallas en la distribución, sino también al hecho de que se están registrando faltantes, situación denunciada por los ministros de Salud, vacunadores y hasta por la misma Defensoría del Pueblo.
Quien se refirió a esta situación fue el secretario de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), Guillermo Pacagnini. El dirigente hizo referencia al faltante en las vacunas, precisó qué es lo que sucede con aquellas personas que no llegan a vacunarse y si se incrementaron las enfermedades por esta situación.
"El secretario de Salud reconoció que en año 2018 se compraron 300 mil dosis menos de vacunas. Hay alrededor de 700 mil nacimientos por año así que debería haber formalmente 700 mil dosis faltantes. Esto tiene que ver con la orientación política de ajuste de este Gobierno y no la de poner un pie en un plan de salida de un sistema único de salud que es lo que debería haber", disparó.
No conforme, el funcionario hizo hincapié en las medidas adoptadas por el Estado y de las cuales se mostró totalmente en contra. "En primer lugar se bajó de jerarquía al Ministerio de Salud. En segundo lugar, se eliminaron bastantes programas que tenían el personal precarizado y eran focales. También se bajaron varios programas de salud mental y otras cuestiones, debilitando a los que ya existían. Ahora hay alrededor de 23 programas de provisiones de vacunas que no se los eliminó, pero si se los debilitó", declaró.
En relación al faltante de vacunas, el secretario detalló que las que más faltan a nivel general son las de hepatitis A y meningococo. Por otro lado, expresó que si bien no hay estadísticas oficiales, "es notorio el incremento de enfermedades que crecen de la mano de la pobreza", aludiendo que podrían ser evitables vacunando y mejorando las condiciones socio-económicas de los ciudadanos.
"No tengo datos certeros, pero sí sabemos que sarampión, hepatitis, algunas otras enfermedades infecciosas prevenibles han aumentado. Después, tuberculosis también es otra, pero está muy relacionado no solo con el problema de déficit de inmunización, sino también con el crecimiento de la pobreza", cerró.