Ansiedad anticipatoria: qué es y cómo mantenerla a raya
Al parecer, resulta natural y humano sentir la ansiedad anticipatoria porque gracias a ella nos podemos preparar para poder hacer frente a posibles peligros o acontecimientos novedosos
En muchos actos somos expertos en ponernos en lo peor. Cuando ocurre esto estamos llevando a cabo el llamado pesimismo defensivo, que quiere decir que nos protegemos en el sentido de que antes de conectar con la realidad y ver que lo negativo ha sucedido, nos anticipamos y nos predisponemos a aceptar dicho resultado. Sucede algo parecido con la ansiedad anticipatoria, la manera en que el cerebro nos informa de un posible futuro riesgo o peligro al que debemos estar bien atentos.
El psicólogo clínico Miguel Ángel Rizaldos comenta que sin esta ansiedad anticipatoria no hubiéramos podido sobrevivir a muchas situaciones peligrosas a las que se ha enfrentado el ser humano: "El cerebro es fundamentalmente una "máquina" de supervivencia, no de bienestar y la ansiedad anticipatoria ha sido su gran herramienta".
Al parecer, resulta natural y humano sentir la ansiedad anticipatoria porque gracias a ella nos podemos preparar para poder hacer frente a posibles peligros o acontecimientos novedosos. Explica el psicólogo que se trata de una sensación que se puede llegar a sentir unos minutos antes de tener que hablar en público, y anticipamos que será un fracaso: "Ante este tipo de ansiedad puedes llegar a sufrir ataques de pánico ante una interpretación catastrofista de situaciones futuras".
Antes de un examen, de una reunión de trabajo en la que tienes que exponer un proyecto o de una entrevista de trabajo, es normal sentir ansiedad. "La ansiedad nos ayuda a prepararnos ante ese acontecimiento, pero es un problema cuando pasas la mayor parte del día anticipando posibilidades negativas en lugar de disfrutar y vivir del presente", cuenta el experto. Podría decirse que se sufre por algo que aún no ocurrió, o que no ocurrirá jamás.
Causas
La ansiedad anticipatoria está estrechamente relacionada con la dificultad de asumir la incertidumbre. Las personas afectadas por este tipo de ansiedad experimentan un grado significativo de intolerancia ante la incertidumbre y con ello la necesidad absoluta de tener todo bajo control. Resume el profesional que estas personas "quieren tener todo controlado para sentirse tranquilos". Por ello, es muy frecuentemente que sean muy exigentes sobre su propio rendimiento y el de los demás.
"Lo negativo es más fuerte que lo positivo, según las investigaciones, y nuestro cerebro está construido con una tendencia a la negatividad. El sesgo negativo del cerebro nos inclina a dar más valor a los pensamientos negativos y eso explica que sean más abundantes en nuestra mente", dice. Estos pensamientos negativos alimentan la ansiedad anticipatoria y nos hacen ver el mundo a través de una visión negativa y sesgada de la realidad, "como si lleváramos puestas unas lentes negras que oscurecen los días, aunque estos sean luminosos".
Cómo mantenerla a raya
Normalízalo. Sufrir de ansiedad anticipatoria es muy humano, pero si lo interpretas como algo negativo hace que lo retroalimentes y des más fuerza a la ansiedad. "Valida como algo natural el tener ansiedad anticipatoria ante acontecimientos novedosos o peligrosos. No trates de estar tranquilo cuando no toca. La ansiedad te pone las pilas para hacer las cosas mejor.", aconseja el psicólogo.
No luches o evites tus pensamientos negativos. Al evitarlos o tratar de desmontarlos solo les dará más fuerza. "Prueba a verlos como lo que son: palabras o imágenes que pasan por tu cabeza y no todos merecen tu atención. No te enredes con ellos ni hagas juicios de valor o argumentes y contraargumentes contra ellos (pensamientos negativos). Déjalos estar. Y ten presente que según vienen se irán", recomienda Miguel Rizaldos
Enfrenta y no evites. La evitación es una solución temporal, que hará que la próxima vez tengas aún más ansiedad anticipatoria, y cada vez será más difícil superarla.
Vive el momento. Explica el psicólogo que el mindfulness o atención plena es una adaptación de las técnicas de meditación orientales, en la que se suprime la parte espiritual: "Su función es que seas más consciente y vivas el momento presente. Esto te despejará la mente de anticipaciones negativas".
Técnicas de relajación y respiración. "Son dos técnicas muy efectivas y que los psicólogos solemos recomendar en consulta, la relajación muscular progresiva y la respiración profunda. En Internet puedes encontrar muchos audios y vídeos en los que se realizan estas técnicas de forma guiada por un psicólogo", afirma.
Acude a un psicólogo. Si aún probado todo lo anterior no logras regular y manejar la ansiedad te recomiendo que acudas a un profesional de la salud experto.