Cotorra argentina, las múltiples rutas de un ave imperialista

23.07.2025

En Sudamérica es considerada una plaga. En Europa, fue introducida como mascota y ahora representa un problema al afectar la biodiversidad, la agricultura y la infraestructura.

Myiopsitta monachus, también conocida como la cotorra argentina o cotorra monje, es un ave nativa de América del Sur. Créditos: Xataka.
Myiopsitta monachus, también conocida como la cotorra argentina o cotorra monje, es un ave nativa de América del Sur. Créditos: Xataka.

Myiopsitta monachus, también conocida como la cotorra argentina o cotorra monje, es un ave nativa de América del Sur, específicamente de Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Es una especie muy común, abundante y popular como ave de jaula lo que hace que se haya expandido por distintas partes del mundo al ser transportadas por personas. A su vez, muchas se liberaron (accidental o deliberadamente), lo que ocasionó su reproducción descontrolada en áreas nativas y exóticas. En Sudamérica, la cotorra argentina es considerada una plaga y puede traer problemas agrícolas, económicos y de infraestructura por sus nidos, que pueden pesar hasta 200 kg, y por su alimentación. Asimismo, en el resto del mundo, uno de los países más afectados es España que sacrificó más de 3 mil ejemplares. En este marco, científicos de la Universidad de Málaga identificaron en un estudio las regiones del mundo que esta especie colonizó, donde está comenzando su establecimiento y donde aún no está, pero el ambiente es favorable para su expansión.

"Las cotorras argentinas se alimentan de diferentes tipos de cultivos lo que causa pérdidas económicas. A su vez, estas aves se agrupan en colonias que son nidos muy grandes y comunitarios. Adentro tienen compartimentos y, para hacerlos, utilizan ramas, ramitas y palos. Entonces, cuando anidan, tiran 'mugre' o elementos en lugares donde no corresponden y eso es lo que genera problemas", detalla Martín Farina, el especialista en paleoecología de aves. A su vez, es el único loro del mundo que construye nidos con ramitas que cortan con su pico (el resto lo hacen en huecos de árboles o barrancas).

Así, estas aves hacen los nidos, que puede llegar a pesar 200 kg, en lugares muy altos, como pueden ser árboles, torres de comunicación o postes de electricidad. Esto puede dañar las estructuras al generar cortocircuitos, cortes de energía, cortes de cables o tapar las antenas, lo que vuelve necesario el monitoreo y manejo de la especie en áreas donde se ha establecido.

Precisamente, en Sudamérica son tomadas como una plaga: "Para que a una especie se la considere así lo que tiene que ocurrir es que genere algún tipo de daño, ya sea económico, material o social. En Argentina, se convirtió en plaga a partir de la llegada de los eucaliptos ya que aprovecharon la altura de estos árboles para hacer sus nidos, donde no llegan los depredadores. El resultado fue que se reprodujeron sin problema. Además, muchos de estos eucaliptos se ubicaron en zonas de cultivos y las aves se alimentaron", relata el especialista.

En el resto del mundo, ya sea porque las personas las liberan de las jaulas o por el tráfico internacional, la cotorra argentina se expandió por otros países, como Chile, México, Estados Unidos, España, Italia, Marruecos, Reino Unido, Francia o Alemania.

Los territorios donde actualmente se encuentra la cotorra argentina, según datos de la base de datos eBird. Créditos: Universidad de Málaga, España.
Los territorios donde actualmente se encuentra la cotorra argentina, según datos de la base de datos eBird. Créditos: Universidad de Málaga, España.

El caso de España resalta porque las cotorras argentinas invadieron las ciudades, en especial Madrid. Desde 1986 hasta 2005, año en que se prohibió la importación de aves silvestres dentro de la Unión Europea, entraron de manera legal a España al menos 190 mil individuos. Hacia 2019, Madrid era la ciudad con mayor concentración de estas aves de todo España. Además de causar problemas en la agricultura y la infraestructura, desplaza a los gorriones locales.

Para reducir la especie, los madrileños llevaron a cabo una campaña desde 2021 hasta abril de 2024 que consistió en esterilizar huevos, la captura de los ejemplares mediante diferentes métodos y su sacrificio. El resultado fue una reducción de 13 mil a 10 mil ejemplares. Asimismo, en Zaragoza se eliminó una población de unos 900 y hoy la zona permanece libre de la especie.

¿Hacia dónde van?

Los autores del estudio plantean que las invasiones biológicas son un problema porque la llegada de animales exóticos a un país puede amenazar los ecosistemas locales y las economías. En el caso de la cotorra argentina, puede causar daños agrícolas, alteraciones en infraestructuras, choques con otras aves o transmisión de enfermedades.

Para controlar la expansión de la especie y prevenir daños, los investigadores españoles identificaron en qué lugares todavía no es una plaga y se puede actuar. También, observaron a dónde podría expandirse según las condiciones que le son favorables.

"Se trata de un ave de pastizales áridos así que viene preparada para ambientes difíciles. Además, al anidar en árboles o lugares altos y de manera comunitaria, pueden expandirse mejor y en grandes números", detalla Farina. Así, la cotorra argentina llegó a lugares como Marruecos, Reino Unido, Francia o Alemania. En el caso de Francia, por ejemplo, se la detectó en dos localidades únicamente, pero el país tiene condiciones favorables para que se pueda expandir.

Asimismo, en la región del Pacífico, concretamente en Nueva Zelanda y Australia, no se registraron casos de reproducción silvestre pero sí se vieron algunas cotorras a pesar de que su importación está prohibida. Estos lugares cuentan con un punto a su favor: poseen una gran diversidad de aves, especialmente loros, que podrían ejercer un control natural por competencia entre las especies.

El modelo matemático identificó las zonas donde ya está la cotorra argentina y donde tiene grandes posibilidades de establecerse (indicados con tonos más oscuros). Créditos: Universidad de Málaga, España.
El modelo matemático identificó las zonas donde ya está la cotorra argentina y donde tiene grandes posibilidades de establecerse (indicados con tonos más oscuros). Créditos: Universidad de Málaga, España.

Además, también se puede expandir por su venta a países asiáticos, como Omán, Yemen, Bangladés, Vietnam o Tailandia. El avance de forma natural es muy complicado debido a la distancia que tienen que recorrer. No obstante, sí pueden expandirse volando a países vecinos donde ya está alojada la especie, por ejemplo, pueden llegar a Argelia por su cercanía con Marruecos o a Irlanda por su proximidad con Inglaterra.

Info: Luciana Mazzini Puga 

El gobernador Rogelio Frigerio recorrió la obra Gasoducto Productivo que presenta un avance del 92 por ciento y se financia con fondos provinciales. La infraestructura conectará los gasoductos existentes y permitirá potenciar el servicio en todo el noreste entrerriano, beneficiando a industrias, comercios y miles de familias.