Cuidado con lo que endulzas: la sucralosa altera la microbiota y debilita la inmunoterapia

10.09.2025

La sucralosa, uno de los edulcorantes artificiales más populares del mundo, está presente en miles de productos "sin azúcar": desde gaseosas y yogures hasta postres y pastillas de dieta. Su función es simple: endulzar sin calorías. 

Pero un nuevo estudio ha revelado un efecto preocupante: el consumo frecuente de sucralosa puede reducir la eficacia de algunos tratamientos contra el cáncer, específicamente la inmunoterapia, al alterar la microbiota intestinal.

Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Cáncer Discovery, pone sobre la mesa una nueva y sorprendente conexión entre la alimentación cotidiana, el sistema inmune y la medicina de precisión.

¿Qué descubrieron los científicos?

El estudio fue dirigido por un equipo del UPMC Hillman Cancer Center y la Universidad de Pittsburgh. Su objetivo era investigar si el consumo de sucralosa, un edulcorante 600 veces más dulce que el azúcar, podía influir en la respuesta de los pacientes a tratamientos inmunoterapéuticos.

Primero, analizaron a 132 pacientes con melanoma o cáncer de pulmón, todos ellos tratados con inhibidores de PD-1, una forma de inmunoterapia que ayuda al sistema inmunológico a reconocer y destruir células tumorales.

La sorpresa llegó cuando notaron que aquellos pacientes que consumían más sucralosa (por ejemplo, mediante bebidas dietéticas) tenían una peor respuesta a la inmunoterapia y una menor supervivencia general.

Validación en ratones: ¿causalidad o coincidencia?

Para confirmar si había una relación causal (y no solo una coincidencia), los investigadores diseñaron una serie de experimentos en ratones con cáncer. Algunos ratones recibieron agua con sucralosa, mientras que otros no. Todos fueron tratados con inmunoterapia anti-PD-1.

El resultado fue contundente: los ratones que consumieron sucralosa desarrollaron tumores más grandes y respondieron peor a la terapia. Este hallazgo confirmó que no se trataba solo de una correlación en humanos, sino que la sucralosa efectivamente interfería en la respuesta inmunitaria antitumoral.

La microbiota como mediadora

Entonces, ¿cómo una simple molécula edulcorante logra este efecto en el sistema inmune?

La clave está en la microbiota intestinal: el ecosistema de bacterias que vive en nuestros intestinos y que juega un papel central en la digestión, la inmunidad e incluso en enfermedades como el cáncer.

La sucralosa, al pasar por el intestino, altera la composición de estas bacterias. En los ratones tratados con sucralosa, se detectó una fuerte disminución en la producción de un aminoácido esencial: la arginina.

¿Qué es la arginina y por qué es importante?

La arginina es un aminoácido crucial para el funcionamiento de las células T, que son los "soldados de élite" del sistema inmunológico. Estas células reconocen y destruyen células tumorales, y su eficacia es clave para el éxito de la inmunoterapia.

Sin suficiente arginina en el microambiente del tumor, las células T pierden su capacidad de actuar, lo que hace que los tumores crezcan con mayor libertad.

En resumen:

  • La sucralosa cambia la microbiota
  • Eso reduce la producción de arginina
  • Sin arginina, las células T no funcionan bien
  • La inmunoterapia se vuelve ineficaz

¿La solución? Suplementos de citrulina

Afortunadamente, los científicos no se detuvieron ahí. En un giro prometedor, descubrieron que administrar suplementos de citrulina (una molécula que el cuerpo convierte en arginina) restablecía los niveles normales de arginina y reactivaba la respuesta inmunitaria.

Los ratones que recibieron citrulina, incluso mientras consumían sucralosa, mostraron una mejor respuesta a la inmunoterapia y tumores más pequeños. Esto sugiere que una intervención nutricional sencilla podría contrarrestar el efecto negativo de la sucralosa, sin necesidad de eliminar completamente el edulcorante de la dieta.

Implicaciones para la salud pública y la oncología

Este estudio abre una nueva conversación entre alimentación, inmunología y tratamiento del cáncer.

Los autores no proponen que todos los pacientes con cáncer dejen de consumir sucralosa de inmediato. En palabras de la doctora Abby Overacre-Delgoffe, coautora del estudio:

"Decirle a un paciente con cáncer que deje su bebida favorita puede parecer fácil, pero en la realidad, ya enfrentan muchos desafíos. Por eso es fundamental encontrar estrategias viables, como suplementar citrulina."

Sin embargo, el hallazgo sí pone en evidencia que la dieta —y en especial lo que afecta a la microbiota intestinal— puede impactar profundamente el éxito de terapias médicas avanzadas.

Además, este tipo de estudios podría conducir a una medicina más personalizada, donde los oncólogos tomen en cuenta factores dietéticos, microbiota e incluso suplementación específica antes y durante el tratamiento.

Conclusiones

  • La sucralosa, presente en muchos productos "light", puede interferir con la inmunoterapia contra el cáncer al alterar la microbiota intestinal.
  • Esta alteración reduce la disponibilidad de arginina, un aminoácido vital para la función de las células inmunitarias.
  • Suplementar con citrulina, que el cuerpo convierte en arginina, restaura la respuesta inmunológica y mejora los resultados del tratamiento.
  • Aunque el estudio fue realizado en ratones, los datos en humanos sugieren que este fenómeno también podría estar ocurriendo en pacientes oncológicos.
  • Se necesitarán estudios clínicos para evaluar si una intervención nutricional personalizada puede mejorar la eficacia de la inmunoterapia en humanos.

Info: Comunidad Biológica