Djokovic, campeón en Wimbledon, iguala a Nadal y Federer con 20 Grand Slams
El serbio bate a Berrettini, conquista su sexto título en Londres y su vigésimo 'grande', compartiendo triunvirato con el español y el suizo

Juego, set, partido y la cima del tenis masculino. Novak Djokovic abrió los brazos para abrazar la cima, el objetivo, el deseo, de alcanzar a Rafael Nadal y a Roger Federer en la cúspide de este deporte. Con ellos, como ambicionaba desde 2016, comparte el triunvirato de los tenistas con más títulos de Grand Slam de la historia. Veinte entorchados.
Una barbaridad que ni siquiera los extenistas pueden explicar. La llegada de Djokovic a esta atalaya el tenis sí tiene una explicación más sencilla: tanto el español como el suizo lo han hecho mejor, más competitivo, más letal, porque quería sus récords e implantar los suyos propios. Ya está aquí, en el mismo trono, al suelo esta vez como primera reacción tras ganar a Matteo Berrettini y besar su sexto título en Wimbledon porque suyo es el cielo. Y sí, también la hierba, que probó después de un partido de tres horas y 24 minutos.
Hoy es reconocido como el tenista más fiable, más completo y más capaz del momento, y su momento dura ya varios años. Atrás quedaron las lesiones, la falta de contundencia, los altibajos en partidos y en torneos. Hace tiempo que Djokovic es un arma letal con pocos que puedan frenarlo. Se vació del todo en 2016, alcanzado lo que él creía el cielo máximo porque por fin completaba el círculo ganando el Grand Slam que le faltaba, Roland Garros. Y le costó un año digerirlo, desaparecido entre la obligación de seguir en el circuito sin ya retos que lo levantaran de la cama. Pero sí los había, con nombre y apellidos: Rafael Nadal y Roger Federer. Por aquel 2016, 14 para el español, 17 para el suizo por 12 en su cuenta. Y emprendió la carrera por ser el mejor de la historia con más ahínco que nadie.
Desde aquel año, el acelerón lo llevó a triunfar en ocho grandes plazas, tres consecutivas entre Wimbledon 2018 y Abierto de Australia 2019, y vuelve a repetir gesta en esta ocasión con Melbourne, París y Londres, donde logra el empate de esta batalla magnífica por la eternidad. Lo hace a su manera, con esa capacidad tan propia que ha desarrollado con el paso de los partidos contra sus grandes enemigos, de saber dosificarse para explotar sus excelencias en el momento oportuno
De su primera final recordó ser todavía muy niño, 18 años, ante Federer. Ahora maneja como quiere el circuito. Pues ya aplacó a Stefanos Tsitsipas en la final de Roland Garros después de que el griego comenzará dos set arriba. Pero también a quienes ya son sus compañeros en el techo del tenis masculino. Domina a Nadal por 30-28 y a Federer por 27-23. Los tres, recién llegado Djokovic al selectísimo club de los 20 Grand Slam, son los tres reyes magos.
"Siento que soy más completo de lo que lo he sido en toda mi carrera. Me considero el mejor, de otra manera no estaría hablando con tanta confianza de ganar más Grand Slams y hacer historia", comentó después de rueda de prensa.