El PBI per cápita cayó 7,9% entre 2016 y 2019 y enero ya muestra una leve recuperación
Si bien habrá repunte parcial, el 2020 será el tercer año de caída de la actividad

Cambiemos terminó su gestión con una caída de 7,9% del PBI per cápita, tomando en cuenta las estimaciones del Indec y una contracción de 3,5% en el producto entre 2016 y 2019. Para el promedio de este año se espera otra contracción del PBI, superior al 1%, pero la proyección generalizada es que, si se llega a un acuerdo con los acreedores, diciembre del 2020 encontrará a la actividad económica por encima de los niveles de diciembre del 2019. Enero mostró algunas señales positivas.
Desde la UTDT dieron dos lecturas positivas para el corto plazo. Por un lado, su Índice Coincidente de Actividad Económica (ICAE), que busca adelantar en forma temprana la estimación oficial de PBI, arrojó una mejora de 0,21% en la comparación desestacionalizada de enero respecto a diciembre. Sería una leve recuperación, idéntica a la de diciembre respecto a noviembre, ahí ya según los datos oficiales del Indec. Además, su Índice Líder de enero mostró una suba desde 10,1% hasta 35,5% en las probabilidades de abandonar la recesión durante los próximos 6 meses.
Desde la consultora LCG remarcaron que su Índice de Difusión anticipa una recuperación "muy menor en enero", aunque destacaron que no se puede afirmar que se trate de un piso.
La frase ya se repitió hasta el hartazgo: el devenir de la economía dependerá de lo que ocurra con la negociación de la deuda. Hasta acá, tanto el Gobierno como el FMI afirmaron que ya no hay lugar para ajuste fiscal. Ese freno de mano, a priori, no continuaría puesto. La política monetaria busca acompañar con la baja de tasa, que ya llegó al 40%, lo que significó una reducción de 23 puntos desde el inicio de la nueva gestión. La expectativa (y lo que mostró la realidad hasta ahora) es que la mejora de los préstamos irá muy lenta.
Las transferencias fiscales hasta acá tuvieron un sesgo claro hacia mejorar el ingreso disponible de las clases más bajas: la devolución del consumo a las jubilaciones mínimas y a la AUH se sumaron a los incrementos del 13%. Desde el Grupo SBS destacaron: "Los datos de enero comienzan a mostrar algunas señales de mejora que sugieren que pronto podría frenarse el deterioro. Las medidas sólo alcanzarán para que la actividad muestre un tenue rebote a partir del segundo trimestre, pero no evitarán que la economía caiga 1,75% este año".
Las importaciones dieron una buena señal en enero. El viernes pasado el Indec publicó una mejora contundente de 9,3% en la comparación desestacionalizada. El indicador, clave, venía cayendo por la recesión. El director de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez destacó que es "uno de los pocos indicios positivos contundentes para el inicio del 2020", en materia de actividad.
Otros datos de enero mostraron dinámicas dispares. Por un lado, la producción automotriz, tras varios meses de puras caídas, creció 39,7% contra enero del 2019 y un número similar respecto a diciembre. Los despachos de cemento portland, si bien se contrajeron 14,3% interanual, tuvieron una leve recuperación de 1,9% respecto a diciembre.
En cambio, el Índice Construcción abrió el año con una contracción de 3,7% respecto a diciembre y de 3,9% contra enero del 2019. Lo mismo corrió para los indicadores clave del consumo. Según CAME, las ventas minoristas se contrajeron 3,5% interanual. Una mirada positiva señala que fue la menor caída desde el 2018