El polémico telegrama que el gobierno de Bolsonaro envió a la ONU negando que en Brasil hubiera un golpe de Estado en 1964
El gobierno de Jair Bolsonaro insistió en su postura de que en Brasil no existió una dictadura entre las décadas de los 60 y 80, esta vez frente a la Organización de Naciones Unidas.

Aunque Bolsonaro propuso recordar la fecha que marca el golpe de Estado de 1964, manifestaciones en todo el país recordaron a las víctimas de los años de la dictadura.
El ejecutivo brasileño envió un telegrama a la ONU afirmando que "no hubo golpe de Estado" el 31 de marzo de 1964 y que los 21 años de gobiernos militares fueron necesarios "para apartar la creciente amenaza de una toma comunista de Brasil y garantizar la preservación de las instituciones nacionales, en el contexto de la Guerra Fría".
La comunicación, reafirma una posición en la que el gobierno brasileño ha insistido en los últimos días entre una gran polémica.
El ministro de Educación brasileño adelantó que los libros de texto escolares del país serán revisados para transmitir una "idea verdadera y real" de lo sucedido, al defender también la idea de que no existió tal golpe.
El propio Bolsonaro desató la polémica hace unos días al proponer celebrar en los cuarteles militares el 55º aniversario de aquella fecha, lo que provocó la convocatoria de diversas marchas de protesta.

La propuesta de Bolsonaro de recordar el aniversario del golpe militar causó gran polémica en Brasil.
Naciones Unidas, sin embargo, recordó que entre 1964 y 1985 fueron asesinados 8.000 indígenas y al menos 434 disidentes políticos murieron o desaparecieron en Brasil, por lo que es "inmoral e inadmisible" conmemorar "un régimen que trajo tal sufrimiento a la población".
"Inmoral e inadmisible"
En su telegrama a la ONU, el gobierno de Brasil afirmó que "los años 1960-70 fueron un período de intensa movilización de organizaciones terroristas de izquierda en Brasil y en toda América Latina" y que el derrocamiento del entonces presidente João Goulart contó con el apoyo de la "mayoría de la población".
El mensaje fue contestado y enviado por Fabián Salvioli, relator especial de la ONU sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, quien el pasado viernes señaló que el país debía "reconsiderar los planes" de conmemorar el aniversario del golpe de Estado de 1964.

La propuesta de Bolsonaro de recordar este fin de semana el golpe de 1964 generó protestas en ciudades como Sao Paulo.
"Los intentos de revisar la historia y justificar o perdonar las graves violaciones de los derechos humanos del pasado deben ser claramente rechazados por las autoridades y por la sociedad en su conjunto", señaló Salvioli en el comunicado.
El relator se pronunció así sobre la polémica abierta por el presidente Bolsonaro, quien la semana pasada aseguró que ni hubo un golpe de Estado en 1964 ni los sucesos de aquel día dieron lugar a una dictadura militar.
De hecho, Bolsonaro propuso al Ministerio de Defensa recordar el pasado fin de semana el 55º aniversario de dicho episodio. Tras las críticas recibidas por buena parte de la población, el presidente matizó después su anuncio y señaló que se trataba de "rememorar" y no de "conmemorar".
Finalmente, y frente a la convocatoria de manifestaciones de protesta por la propuesta, el Ministerio de Defensa dijo que no haría actos públicos en el aniversario sino "programas internos y paneles para analizar los eventos" ocurridos en aquella época.
En su telegrama, el gobierno brasileño calificó las críticas del relator de la ONU como "sin fundamento", y señaló que Salvioli "debe respetar los procesos nacionales y procedimientos internos en sus deliberaciones".
Nazismo "de izquierda"
No es la primera vez que el gobierno de Bolsonaro es acusado de revisionismo.
Este martes, el presidente causó una gran polémica cuando se hizo eco de los comentarios de su ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, quien había descrito el nazismo como un movimiento de izquierda.

Bolsonaro confirmó en Jerusalén que pensaba que el nazismo era un movimiento de izquierda.
Cuando periodistas le preguntaron después de visitar el Museo del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén si estaba de acuerdo con esas declaraciones, Bolsonaro respondió: "No hay duda, ¿cierto?"
Dijo que el nombre del partido nazi era Partido Nacionalsocialista Alemán, lo que implica que tenía una ideología socialista.
Su declaración contradecía la información expuesta precisamente en el museo que acababa de visitar, que dice que el nazismo surgió entre grupos radicales de derecha en Alemania enfurecidos por el auge del comunismo.
A finales de marzo, su visita a Chile causó gran tensión tras hacerse públicas unas declaraciones sobre Pinochet que el mandatario brasileño había realizado años atrás.
"Pinochet hizo lo que tenía que hacer... Tenía que actuar de forma violenta para recuperar a su país", aseguró en un programa de televisión en 2015.
Semanas antes, también recibió críticas al describir como "un gran estadista y un hombre de visión" al gobernante de facto paraguayo Alfredo Stroessner, quien lideró el país sudamericano con mano de hierro durante casi 35 años.
"Va mi homenaje para el general Alfredo Stroessner", dijo Bolsonaro durante un acto en la frontera entre Brasil y Paraguay.