El video de un Iphone complica a los rugbiers
La filmación demostraría que se trató de una cacería. Aseguran que es "muy contundente". Los mensajes muestran que ya en la disco hablaban de una pelea, hasta que uno de ellos advirtió: "Dejen de escribir porque lo matamos"

Un video de entre 10 y 15 segundos encontrado en el teléfono celular del rugbier Lucas Pertossi registró la emboscada y el inicio del ataque que finalizó con el crimen del estudiante Fernando Báez Sosa en la localidad balnearia de Villa Gesell. Los investigadores brindaron detalles de las comunicaciones de los rugbiers a través de whatsapp, hasta que uno de ellos advirtió: "Dejen de escribir porque lo matamos". Las imágenes complican la situación de los imputados ya que mostrarían que hubo una cacería y que la víctima estaba distraída y de espalda cuando la atacaron, por lo que ni siquiera tuvo una chance de defenderse.
Los voceros detallaron que la filmación era de buena calidad pero se interrumpe cuando el propio Pertossi, de 18 años, se sumó a la agresión para golpear a uno de los amigos de Báez Sosa
El registro fue captado "desde una buena posición" por el iPhone perteneciente a Pertossi, y durante la pericia del dispositivo, realizada en Mar del Plata por la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA), fue hallado alojado entre las imágenes almacenadas, y no había sido eliminado.
El video, según las fuentes consultadas por Télam, era de buena calidad en cuanto a su peso, ya que el material no había sido enviado sino que estaba sin comprimir, dentro del aparato gris con pantalla astillada y funda transparente con el que fue tomado.
"Son buenas tomas. Y es una información muy contundente, porque en la secuencia se advierte una premeditación desde el inicio: hay uno del grupo que se aleja y se predispone a hacer la filmación desde el inicio de la pelea", señaló una fuente de la investigación.
Según detalló, en el inicio de la secuencia, se ve "en penumbras" a Fernando, "distraído y de espaldas a la calle cuando es emboscado mientras habla con otros chicos" luego de haber sido echado junto a sus amigos del boliche Le Brique.
"Queda claro que fue una emboscada y que Fernando no tuvo oportunidad de advertirlo", agregó el vocero y aseguró que, a diferencia de lo que ocurrió con otras imágenes captadas por testigos o por cámaras de seguridad, "no sólo se ve la golpiza una vez desatada, cuando el joven cae casi en el acto, sino que se ven los segundos previos, cuando lo están cazando".
Indicó además que "en este caso además, hay un amplio panorama, sin la obstrucción de un árbol como en otros videos que tiene la fiscal" Verónica Zamboni, jefa de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Gesell.
La captura de las imágenes "se interrumpe cuando Pertossi deja de filmar para ir a pegarle a un amigo de Fernando", agregaron las fuentes. De acuerdo a los informantes "solo él filmó. Y es el material más incriminatorio hallado. Que uno haya filmado demuestra que hubo una distribución de roles y tareas".
Además de las imágenes de la pelea, los propios chicos filmaron toda la previa de ese día, que también están en manos de la justicia.
Del análisis de los celulares se desprende a su vez que en el interior del boliche los rugbiers intercambiaron mensajes en los que se referían a una pelea, y una fuente confirmó la existencia de un whatsapp enviado horas más tarde por uno de ellos, en el que advertían: "Dejen de escribir porque lo matamos".
A partir de su incorporación a la causa, tanto los casi cinco terabytes de información descargados como las cerca de 90 páginas de la actuación sumarial con el detalle de la pericia están a disposición de las partes que intervienen en la causa.
En los próximos días, la querella y la defensa podrán contar con una copia integral de la información, que deberá ser cargada por los especialistas de la Policía Federal, desde los discos rígidos originales entregados el lunes último a la fiscalía, en los dispositivos de almacenamiento que cada parte entregue.
Estos datos fueron extraídos de los nueve equipos secuestrados a los diez rugbiers imputados por "homicidio agravado por concurso premeditado", durante el allanamiento realizado en la mañana posterior al crimen, en la vivienda que ellos alquilaban en Gesell.