Electrodomésticos "Made in Argentina", en grave crisis: qué empresas emblemáticas cerraron o achican producción
Compañías de renombre atraviesan un momento muy complejo y están reduciendo personal. Cuáles son las variables que afectan la producción local

Compañías clave del sector de los electrodomésticos como Electrolux y Mabe vienen mostrando serios problemas para continuar operando. A este grupo se suman Pymes históricas que también están atravesando un momento complicado, como Longvie.
Solo en lo que va de esta semana, más de 600 empleos entraron en fase de riesgo a partir de un desplome en la fabricación que, reconocen en la industria de los electrodomésticos, guarda relación directa con el momento complejo que transita el consumo en la Argentina y los cambios en términos de ingresos de electrónica importada -especialmente de China-.
Entre los comercializadores, en tanto, advierten que las ventas también se vieron muy impactadas por una incertidumbre económica que se extendió durante meses y por las complicaciones para mantener las líneas de financiamiento, en momentos en que el dólar no paró de ser noticia. La reciente calma cambiaria, tras las elecciones, todavía no se trasladó en un repunte de las ventas.

Electrolux y Mabe: desplome de la producción, suspensiones y retiros voluntarios
La situación que más ha ganado visibilidad en días recientes corresponde a Electrolux y Mabe. En el caso de la primera, aplicó una prórroga al régimen de suspensiones rotativas que activó tras un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). En ese caso, el número de afectados alcanza los 400 empleados.
Electrolux viene promoviendo suspensiones en su planta de Rosario desde el mes pasado. Pablo Cerra, abogado de la UOM y representante de los trabajadores de la firma de electrodomésticos, dijo que "la situación no es nueva" y que ese segmento transita una crisis que "se viene extendiendo en el tiempo, afectando a toda la línea blanca y buena parte del sector industrial".
"Esto está pasando en toda la línea blanca, lo que ocurre es que estos nombres de grandes empresas hacen ruido, pero no son las crisis más graves que tenemos. El problema son los proveedores, que son empresas de 20 o 30 empleados y no tienen las mismas posibilidades de sostener los salarios sin mantener los ingresos", explicó.
Hacia adelante, desde el entorno de Electrolux se anticipó que la firma "trabajará durante tres meses a menos del 50% de su capacidad de producción".
Por el lado de Mabe, la firma acaba de establecer un proceso de reorganización de sus operaciones en la Argentina. Dicha iniciativa comprende retiros voluntarios para parte de su personal y el cierre de su fábrica de Córdoba, que será reconvertida en depósito y hub de distribución.
Vía un comunicado, la compañía sostuvo que apunta a "optimizar la eficiencia, responder con mayor agilidad a las demandas del mercado y sostener la producción en un contexto económico desafiante". En concreto, Mabe hará de sus instalaciones en Río Segundo, en la provincia de Córdoba, un centro de distribución, y concentrará la manufactura de cocinas, lavarropas y secarropas en Luque.
Además, continuará con la producción de heladeras en San Luis, aunque a un ritmo más acotado. "La medida busca preservar las cadenas de valor locales, proteger la continuidad de la producción y reforzar la competitividad ante un mercado abierto a las importaciones", indicó Mabe.
Relacionado con esto, Alejandro Iglesias, gerente de Relaciones Institucionales de la compañía, declaró que la decisión de concentrar la actividad en Luque responde esa y la instalación de Río Segundo operaban al 50% de su capacidad, por lo que convenía "concentrar todo en una".
La situación en Mabe no es más que otra confirmación del mal momento que atraviesan los productores de electrodomésticos en la Argentina, con niveles de fabricación que en la mayoría de los casos bordea el 50% de la capacidad instalada.

Las importaciones impactan en la fabricación
En esa línea, desde la UOM se expuso que el panorama productivo del segmento se agravó a partir del derrumbe del consumo interno y la apertura descontrolada de las importaciones.
Según un informe presentado por Apyme Santa Fe, las importaciones de línea blanca en la zona centro de Argentina -donde se centraliza la producción- se dispararon: en el primer semestre, el ingreso de heladeras creció un 1.190% y las de lavarropas, un 5.146%, principalmente desde China y Brasil.
Fuentes ligadas a la Cámara de Artefactos del Hogar comentaron que "hay empresas que comenzaron a vender productos generados en el exterior a precios por debajo de los costos de Argentina", y que "no hay información respecto de cómo se consigue esa mercadería, se desconoce hasta la procedencia de esos productos".
"Es un lío lo que está pasando en el mercado. Los precios están bajando por efecto de estas importaciones, mientras que los costos fijos y variables siguen subiendo mucho. Estamos en un momento comercial marcado por la incertidumbre, además de que transitamos una instancia de volatilidad y preocupación económica", añadieron.
En ese segmento reconocen que existe una sobreoferta de electrodomésticos a partir del ingreso de importados, pero que la caída potente que sigue mostrando el consumo amplía esa situación y el resultado es la capacidad ociosa que muestran las plantas de producción en el país.
"Estamos viendo que hay deflación. Tienen incidencia varias cosas: el 15 de enero, por ejemplo, se quitó el arancel a los celulares, y eso abrió la entrada masiva a más productos hechos afuera. La importación ha ido en detrimento de la industria nacional", reconocieron las voces cercanas a la Cámara de Artefactos del Hogar.
El ingreso masivo de productos elaborados afuera comenzó a sentirse a partir del segundo semestre de 2024. Ya en ese lapso, un relevamiento efectuado por fabricantes locales mostró que el ingreso de electrodomésticos importados superaba las 10.000 unidades mensuales.
En septiembre de ese año, primer dato conocido, se constató el ingreso de algo más de 13.700 heladeras provenientes de Brasil y unas 17.800 enviadas desde China. En ese momento, la producción argentina superaba las 65.000 unidades. Más adelante, la eliminación del Impuesto PAIS en diciembre fue clave para acelerar las importaciones de electrodomésticos.
Ya en febrero de este año los fabricantes nacionales se hicieron con otro dato preocupante: ese mes, y en lo que hoy se asume como el inicio de una tendencia, a nivel local se produjeron 57.263 heladeras mientras que, por el contrario, la importación del mismo artefacto alcanzó las 68.016 unidades. Es decir, se compró al mercado externo casi un 20% más de lo que se produjo en Argentina.
A par de ese cambio, existe una micro importación también alentada a partir de medidas gubernamentales. A fines de julio, el oficialismo habilitó la posibilidad de importar de forma directa artículos de línea blanca y otros bienes siempre que su destino sea el uso doméstico particular. Eso redundó en el ingreso de cocinas, hornos, lavavajillas, termotanques y sistemas de calefacción directamente desde Chile.
Ocurre que, del otro lado de la Cordillera de los Andes, esos productos se comercializan a precios muy inferiores respecto de Argentina. Expertos del retail señalan que las heladeras medianas y las cocinas se consiguen a precios hasta un 50% por debajo de los valores domésticos, mientras que los lavarropas, los equipos de aire acondicionado y los hornos eléctricos cotizan entre un 30 y un 40% más baratos que en nuestro país.
El menor consumo estimula la sobreoferta
A la expansión de la oferta de electrodomésticos debe añadirse la menor demanda como otro ingrediente del combo de variables que afectan a los fabricantes. Según consultoras como NielsenIQ, en meses recientes la cantidad de unidades vendidas cayó 8% versus, por ejemplo, septiembre del año pasado.
Si bien el año empezó con incrementos en la demanda cercanos al 30%, lo cierto es que con el correr de los meses la comercialización de electrodomésticos resultó presa de una desaceleración que se acentuó de la mano de la incertidumbre macroeconómica.
Recientemente, la Federación Comercial de Córdoba (FEDECOM) y sus cámaras y centros comerciales adheridos reconocieron que en el último mes las ventas de electrodomésticos cayeron casi 10% en el centro del país. "Los consumidores cuidan el bolsillo: las altas tasas de interés limitaron la financiación de bienes durables y encarecieron las cuotas", dijo respecto de ese guarismo Fausto Brandolin, presidente de la entidad.
Ese tipo de miradas coincide incluso con opiniones como las de Cerra, el abogado de la UOM, quien afirmó que "por más que ofrezca los productos al 50% en relación al precio de hace un año, no hay plata para comprar". Para luego concluir: "No hay incentivo ni crédito, las tasas son impagables y el trabajador metalúrgico está en el medio, sosteniendo su puesto con sueldos que no alcanzan".
Las ventas de artefactos para el hogar comenzaron a mostrar una marcada desaceleración a partir de agosto, a pesar de la estabilidad de precios e incluso de la deflación en algunos productos.
Durante el primer semestre de 2025, el sector de bienes durables se benefició de un tipo de cambio estable, salarios en recuperación, mayor oferta de productos y financiación accesible. Eso redundó en un crecimiento en las ventas de hasta un 50% interanual. Sin embargo, la situación cambió abruptamente en los últimos meses.
"El mercado se fue desinflando de a poco. El sector de los electrodomésticos tuvo un impulso fuerte en la primera mitad del año, pero esa foto empieza a desvanecerse", declaró, recientemente, Eduardo Echevarría, market CS manager de Nielsen.
Precisamente, esa merma en la demanda, combinada con el ingreso irrestricto de electrodomésticos terminados a menor precio, son los aspectos que en las últimas semanas consolidaron un escenario laboral y productivo que mantiene en vilo a los principales actores de la fabricación nacional.
Info: Patricio Eleisegui

