Entrevista a Alberto Fernández: "El problema de Macri es que se le acabaron los semestres"
El precandidato presidencial del Frente de Todos analizó el presente económico de Argentina y criticó las políticas del Gobierno. Frente a la posibilidad de ser electo en octubre, planteó la necesidad de reactivar el consumo y la economía al asegurar que "en este contexto no tiene destino"

Posicionado como el principal rival de la oposición en las próximas elecciones, el precandidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, plantea una reactivación de la economía con fuertes críticas a las políticas del gobierno de Mauricio Macri.
- Planteó bajar los intereses de las Leliqs para dar un aumento a los jubilados. ¿No habría riesgo de que provoque una posterior devaluación por una mayor demanda de dólares?
- Eso lo que quiere decir es que el dólar está subvaluado, que el gobierno mantiene una ficción haciéndole creer a la gente que el dólar vale lo que vale cuando debería costar mucho más. Y eso no pasa porque pagan tasas de intereses exorbitantes que postergan a muchos sectores de la Argentina. Cuando comparo lo que cuesta algo en relación a los intereses de las Leliqs, cuento que hay un país que diseña Macri que prefiere pagar esos millones para que los bancos no se vuelquen al dólar y en ese juego, se posterga, por ejemplo, a los jubilados. Y ese dinero, además, hay que volcarlo a la producción y el trabajo.
- ¿Y el riesgo que haya fuerte devaluación que vaya a precios?
- Debe ser hecho en un marco de acuerdo social, entre empresarios, trabajadores y el estado.
- ¿Vislumbra que cada sector va a tener que ceder algo para que se encuentre una salida?
- Algo así, efectivamente. Pero lo primero que tenemos que hacer es poner en marcha la economía porque en este contexto no tiene destino. Necesita de un mayor consumo. El país consume el 70% de lo que produce: si se baja el consumo como ocurre, el efecto es que se cae el consumo y la producción. Si baja esto último aumenta el desempleo y así también sube la pobreza. Y eso explica cómo Macri logró en tres años generar más de 4 millones de pobres.
-¿Y qué opina de la nueva ampliación del Ahora 12 que implementó el Gobierno?
- Si quiere hacer algo para mejorar el consumo no lo voy a cuestionar. Pero es lo mismo que cuando un grupo de ateos reza un Padrenuestro, no creen en eso. Y al hacerlo sin convicción, sin fuerzas, lo hacen desesperados: lo que le pasa al ateo cuando se acerca a la muerte y reza.
- ¿No hay síntomas de recuperación económica? En el Gobierno se esperanzan al comparar los índices con lo peor del año pasado.
- Si llevas 3 meses consecutivos en que la caída en la venta de supermercados es superior al 3%, qué reactivación podría verse. Y lo de la comparación interanual, lo vienen diciendo hace 3 años. El problema de Macri es que se le acabaron los semestres.
- Se manifestó en contra de la reforma laboral que busca el gobierno para reducir costos y, asegura, promover más inversión.
- El problema es qué economía queremos. En la que tenemos con un 40% de la capacidad instalada sin funcionar, todo es caro: el que trabaja, la luz, el gas, la maquinaria. Todo. Pero el secreto no es cómo hacer valer el negocio en esta decrepitud económica, lo que hay que hacer es que la economía crezca para que crezca el negocio. La reforma laboral que proponen es básicamente precarizar el trabajo. Y el resultado será siempre el mismo: más desocupación.
- El proyecto contemplaba la creación de una Agencia de Tecnología de Salud...
- No lo hablamos con los sindicatos eso durante la reunión. No tiene nada que ver con el trabajo, es un problema que tienen las obras sociales.
- ¿Y continuaría con la devolución de los fondos de las obras sociales que el Ejecutivo ha negociado con la CGT?
- El sistema de obras sociales debe ponderarse: en Argentina tenemos un sistema diferenciado de salud donde las obras sociales amparan a más de 11 millones de personas. En un sistema que maltrata tanto el hospital público, es importante. Hay que preservarlo, mejorarlo, cuidarlo.
- ¿Y respecto a los fondos?
- Cuidarlo es eso, que el sistema no se desfinancie, que no vayan a la quiebra. Por momento esto pasa tanto con las obras sociales que con las prepagas, aunque estas tienen fines de lucro, pero siento que se les han cargado un sinfín de obligaciones y prestaciones que objetivamente debería cumplir el estado.
- El presidente dijo en 2016 que quería que lo evaluaran por si bajó o no la pobreza.
- Está re bochado. Decía que bajar la inflación "era una pavada", que lo evalúen por la pobreza... La verdad que fue bochado en varias cosas.

- ¿Cómo va a despejar esa idea que en un eventual gobierno suyo podría haber un doble comando con Cristina?
- Eso lo dicen todos: desde el año 2003 hasta acá lo decían todos. Cuando ganó Néstor el doble comando era con Duhalde, cuando ganó Cristina el doble comando era con Néstor, cuando se murió Néstor era con Máximo. Ahora llego yo y el doble comando es con Cristina. La verdad que para ensuciar podrían innovar un poco.
- ¿Y qué rol tendría Cristina más allá de lo institucional?
- Será la vicepresidenta. Y además es mi amiga, disfruto mucho hablando y debatiendo cuestiones de política y de gestión. Tengo cero problemas con Cristina.
- ¿Sigue reivindicando las diferencias que tuvo durante el último mandato de la ex presidenta?
- No sé si lo reivindico, es un hecho inexorable. Mis diferencias fueron honestas, las planteé y las sostengo porque es una visión histórica a esta altura de los acontecimientos.
- ¿Cómo hicieron para pulir esas diferencias?
- Cuando digo que Cristina ha cambiado es porque cambió mucho. Ha mostrado una generosidad que muchos de nosotros no hubiéramos mostrado. La verdad que siempre la valoré pero ahora mucho más por su desprendimiento. Su principal autocrítica soy yo, una autocrítica con patas. Además de los argumentos que me dio de buena lectura de la realidad.
- ¿En qué sentido lo dice?
- En el sentido que la Argentina necesita un tiempo de más acuerdo, de mejor diálogo, y creía que yo estaba en mejores condiciones que ella para eso.

Alberto Fernández junto a su fiel amigo, Dylan
Convocar a distintos sectores
- El gobierno no pudo lograr un acuerdo cuando lo intentó en 2016 con aquellos Diálogos para la producción y el trabajo, ¿cree que ahora podría ser exitoso?
- No lo pudo hacer porque siempre fue un gobierno de minorías en el Parlamento, de un tercio de la Argentina. Se le complicó mucho. En diciembre la situación va a tener tal gravedad por lo que espero que tengamos un peso político lo suficientemente amplio para poder convocarlo.
- Cuando se reunió con los sindicalistas, ¿observó en ellos esa receptividad?
- Absolutamente. Estuve con sindicalistas, con empresarios y hubo una total receptividad.
- ¿De qué forma se puede fomentar la demanda para que haya más consumo?
- Recomponiendo el salario y las jubilaciones. Lo primero con las paritarias. Las jubilaciones perdieron en este tiempo entre un 15% y un 20%. Por lo menos hay que recomponerlas en esa cifra en términos reales. Y ese será un debate que se debe sector por sector, porque tampoco todos perdieron un 20%, que hará falta para recomponer el salario en términos reales.
- ¿Cree que, tras las elecciones, la CGT tiene que ir hacia un conducción única?
- Es un tema de los sindicatos. Pero cuando el movimiento obrero se divide, los trabajadores pierden. Lamento que haya dos o tres centrales de trabajadores. Me gustaría que haya una y que lo resolvieran ellos.
- ¿Le sorprendió que haya una campaña con cierta agresividad y falta de propuestas?
- La agresividad la esperaba. Son así, una máquina de ensuciar todo. No tienen límites (por el gobierno).
- ¿Se sintió espiado en algún momento?
- Todos me dicen que estoy recontra-espiado, que se yo. Pero el que me espía se debe haber aburrido un montón.
- ¿Cuál es el peor funcionario de este gobierno?
- (Nicolás) Dujovne, lejos, la inutilidad perfecta.
- ¿Y el mejor?
-(Piensa...) Eh no sé. Tal vez (Rogelio) Frigerio por su
voluntad, solo por eso, no porque lo haya logrado. Es un tipo abierto que
intentó abrir diálogos.