Exclusivo: Cómo es el nuevo esquema de retenciones que diseñó el Gobierno

04.03.2020

Basterra le presentó a la Mesa de Enlace un cronograma de segmentación en la soja y rebaja en economías regionales. Ganadores y perdedores.

Fueron más de cuatro horas de reunión. Desde el mediodía de ayer martes hasta bien entrada la tarde los presidentes de las cuatro entidades rurales nucleadas en la Mesa de Enlace se reunieron con el ministro de Agricultura, Luis Basterra.

La semana pasada el funcionario había tenido un gesto con el campo tras poner en suspenso la suba de retenciones a la soja. Pero el domingo, en el marco del inicio de las sesiones ordinarias, Alberto Fernández confirmó el aumento del 30 al 33%.

El martes Basterra, simplemente, se limitó a explicarles a los dirigentes rurales el alcance de la medida -que representa unos u$s 500 millones por año- y los mecanismos que se emplearán para compensar a los pequeños y medianos productores.

Allí el ministro explicó que un poco más de 42.000 productores que cosecharon hasta 1.000 toneladas serán compensados mediante reintegros.

Dentro de ese universo de productores rurales, según registros oficiales, existe una porción importante (unos 12.000) que cosecharon hasta 100 toneladas que recuperarían unos 12 puntos de lo que abonaron en concepto de derechos de exportación.

Los productores que cosecharon entre 101 y 200 toneladas (22.500), en tanto, pasarían a pagar un 24% de retenciones; los que produjeron entre 201 y 300 toneladas (6.682) abonarían un 27%; y los que se encuentran entre 501 a 1.000 toneladas un 30%.

Los datos que maneja la cartera del campo muestran que 42.406 chacareros cosechan el 23% del total de la soja argentina, al tiempo que 14.884 productores producen el restante 77% de las más de 50 millones de toneladas previstas para el ciclo 2019/20.

Es decir, la suba de retenciones al 33% en el poroto, harina y aceite de soja involucrarían a ese universo de 14.884 productores de más de 1.000 toneladas por año que no serán contemplados en ningún mecanismo de compensación oficial.

De esta forma, la Casa Rosada consigue responder a un reclamo histórico de Federación Agraria (FAA), cuyos directivos se mostraron conformes, aunque no del todo, por la segmentación de retenciones (que ya fue implementada unos pocos meses en 2015).

El tema es que, claramente, la Sociedad Rural (SRA) es la principal afectada por la medida. El nuevo esquema de retenciones tampoco convenció a Confederaciones Rurales (CRA) que venía reclamando una baja en la presión impositiva.

En Coninagro, por su lado, mostraron cierta expectativa ya que, de alguna manera, el dinero de las retenciones volvería a los productores y cooperativas rurales a través de compensaciones y rebajas en el impuesto a las economías regionales.

En este sentido, finalmente se confirmó que el trigo, el maíz y el sorgo mantendrán las retenciones en un 12%, la carne y la leche seguirán en un 9%, mientras que el girasol y otros productos especiales, que actualmente abonan un 9%, pasarán a pagar un 5%.

En los próximos días se espera que la jefe de Gabinete de Agricultura, Diana Guillén, reglamente en detalle cómo quedará dispuesta la baja de retenciones a las economías regionales luego del pedido realizado por decenas de asociaciones de productores.