Fobia social: cuando se sufre tanto por ser tímido
Las personas tímidas están sufriendo más porque la sociedad actual les exige una mayor exposición para lograr el éxito y la única salida es esconderse del mundo, dicen expertos.

¿Qué es la fobia social?
Una persona con fobia social tiene una sensación de que existe una especie de foco sobre su cabeza, donde quiera que vayan. Esta es una de las formas utilizadas por psiquiatras para explicar este problema.
La Organización Mundial de la Salud define la fobia social (también conocida como trastorno de ansiedad social o timidez patológica, entre otros términos) como un "miedo a ser observado por otros, lo que lleva (a la persona) a evitar situaciones sociales".
En los casos más extremos, se asocia con una baja autoestima y el miedo a ser criticado. Físicamente, la fobia social puede manifestarse a través de enrojecimiento de la cara, náuseas y temblores en las manos, por ejemplo. Estos síntomas pueden progresar y provocar ataques de pánico.
Según el Royal College of Psychiatrists, que capacita a profesionales y regula la actividad psiquiátrica en Reino Unido, cerca del 5% de la población tiene fobia social en mayor o menor medida. No se sabe si el problema está aumentando o si es que en los últimos tiempos se hizo más público, pero si se conoce que las mujeres tienen el doble o triple de posibilidades de tener este problema.
Profesionales de la salud mental consultados advierten, sin embargo, de una creciente tendencia en la psiquiatría actual a "medicar" un sufrimiento que es natural para la condición humana. Y argumentan que la llamada fobia social debe entenderse en el contexto de una sociedad que requiere cada vez más que las personas se expongan en público para tener éxito.
El espacio público se ha convertido en un espacio para el exhibicionismo, aseguran. Y dicho espacio es despiadado con quienes que se resisten a hacerlo.

Hay veces que la timidez y el miedo al contacto social generan un sufrimiento tan grande que la persona decide esconderse.
¿Por qué sentimos vergüenza?
"No sabemos lo que ven los demás (cuando nos miran), siempre nos preguntamos qué están viendo. Y cuando nos sentimos mal evaluados, nos sentimos avergonzados", dice el psiquiatra y psicoanalista Julio Verztman, investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en Brasil.
"Te expones y te das cuenta de que no tienes control sobre cómo se te está viendo. Esto puede crear mucho sufrimiento", explica el experto, quien ha estado tratando a pacientes con timidez extrema durante varios años y ha publicado textos sobre fobia social.
"Las personas tímidas se imaginan que están siendo mal vistas, sin que exista necesariamente un mal juicio específico sobre ellas". "Probablemente se deba a que el entorno en el que el sujeto expone su imagen le parece hostil. Las personas que sienten este tipo de vergüenza asumen esta sensación de hostilidad mal definida. Y ahí existe un riesgo. Sin embargo, no saben cómo definirlo o ponerle nombre".

"Las personas tímidas se imaginan que están siendo mal vistas, sin que exista necesariamente un mal juicio específico sobre ellas".
Verztman evita usar el término 'fobia social', pero reconoce que ponerle nombre al problema es importante. "Hace que el sujeto reconozca algo que está viviendo y que otros viven, que se sienta menos solo, y hace que sea más fácil buscar ayuda". Por otro lado, afirma que ha habido mucho etiquetado en las escuelas.
"Los síndromes psiquiátricos se han vuelto tan populares que se han vuelto insultantes, una forma de castigar al otro. En nuestra investigación, preferimos usar la palabra 'timidez' para valorar la denominación que los pacientes se dan a sí mismos, menos estigmatizante".
La era de la extroversión
Lo que puede dificultar mucho las cosas es que, actualmente, la extroversión se ha convertido en la norma. "A veces se lucha contra la preservación de la intimidad y la interioridad. Para obtener mejores puestos, para tener éxito, debes exponerte, y eso tiene un costo", dice Verztman.
"En las redes sociales, las personas publican cosas de su intimidad. Creemos que solo llega a un círculo íntimo, pero la publicación se extiende a personas que se encuentran fuera de ese círculo. La otra persona puede recibir eso de manera equivocada. Y un juicio negativo se recibe de manera difícil, las personas se sienten expuestas, se sienten mal".
Otra tendencia en la sociedad actual es la creciente demanda para que las personas sean asertivas y sepan cómo venderse a sí mismas, dice el psicoanalista Rafael Raicher, miembro del Centro de Referencia para el Cuidado de Adolescentes y Jóvenes en el Instituto Sedes Sapientiae en São Paulo, Brasil.
"Por un lado, tenemos una sociedad que exige que los jóvenes sean guapos, autosuficientes, que hagan sus propias vidas, sin un jefe. El trabajo es colectivo pero autogestionado, y los jóvenes tienen que hacer su vida a partir de sus capacidades". Ese joven, dice Racher, es lo opuesto al tímido.
"Es perfecto, descarado, lo dice todo. El éxito es lo opuesto a ser tímido".

Terapia y técnicas de autoayuda pueden ser un apoyo para las personas con este tipo de fobia.
Si eres alguien más vergonzoso, ante exigencias tan difíciles de ser atendidas, la solución a veces es esconderse del mundo. Pero dicen que ni siquiera en casa, con la familia, se sienten cómodos y acogidos.
Además de los medicamentos
El sitio web del Royal College of Psychiatrists ofrece una guía de información sobre fobia social, que incluye varias formas de autoayuda como las técnicas de relajación.
Entre los tratamientos disponibles, el sitio menciona la autoexposición gradual (donde el paciente experimenta interacción social de manera paulatina) y la Terapia Cognitivo Conductual (TCC), que intenta reorganizar la forma de pensar -y de actuar- del paciente. Cuando nada de esto funciona, otra alternativa es el uso de medicamentos, pero solo bajo atención médica, subraya el sitio web.
Los expertos consultados explican que la práctica más común es tratar la fobia social con medicamentos. Entre las psicoterapias, se da preferencia a la TCC.
El psicoanalista Rafaeil Raicher sostiene, sin embargo, que el camino hacia la mejora del paciente es encontrar lo que es particular en cada caso, o sea, el origen de la fobia en cada persona. Este es el proceso que ocurre en el psicoanálisis, explica.

La escuela se ha convertido en un espacio que no acoge correctamente a personas con fobia social, dice un especialista.
"Contando la historia de cada persona, ellos (el paciente y el terapeuta) van tejiendo las tramas. ¿De dónde viene este miedo? ¿Cómo lidiar con ello?".
Júlio Verztman, psiquiatra y psicoanalista, también ve buenos resultados en el psicoanálisis, aunque afirma que los medicamentos pueden desempeñar un papel importante en la evolución de los pacientes. "Entre las psicoterapias es la que, en mi opinión, tiene los efectos más duraderos. El proceso a veces es largo, no tiene un efecto inmediato. Pero es más duradero".
"En el psicoanálisis, esperamos que las personas puedan vivir más libremente, teniendo otra relación con sus síntomas. Y sí, vemos que eso sucede".
Respecto a la duda entre terapia o medicación, Raicher dice que ambos tienen su importancia en el tratamiento. "En mi opinión, no tiene que ser una cosa u otra. A veces he visto mejoras con ambos enfoques combinados".
"Lo importante es que la persona que sufre de timidez sea escuchada", dice Verztma. "Más que un nombre para su enfermedad o un medicamento, estas personas buscan entender lo que sienten y ser bien acogidas".
¿Cómo puede ayudar la sociedad?
Verztman dice que hay varias maneras de tratar a la persona tímida. Sentir pena no es una de ellas. "Es importante que no tengamos lástima, no pongamos a estas personas en una situación de excepción. 'Qué pena, qué aburrido...'. Esa es una manera de degradar a la persona ante nuestros ojos. Es importante hablar con la persona, si ella se abre y quiere, poder hablar de ello ", dice.

Es importante no sentir lástima por las personas con fobia social ya que no les ayuda, dicen especialistas.
Para Verztman, las personas que sufren de vergüenza están trayendo un mensaje de respeto ante el mundo que hemos construido.
"Están reflejando un poco de lo que somos. La escuela, por ejemplo, se ha convertido en un espacio que no da la bienvenida a este tipo de personas. Empresas u otros lugares de trabajo, donde las personas tienen que exponerse todo el tiempo para demostrar su capacidad, también pueden no ser espacios acogedores".
"Las cosas que mejorarán la vida de las personas con más vergüenza también son cosas que pueden mejorar la situación de todos. Tener más tolerancia por la diferencia es una de ellas".