Forma de tus cejas: ¿Cuál me favorece?
Gruesas, finas, curvadas, más rectas... la forma de tus cejas tiene una gran importancia en tu rostro y puede realzar la mirada y corregir defectos de manera asombrosa. ¡Ficha estos consejos para lucir las cejas que más te favorecen!
Existe una gran variedad de tipos de cejas atendiendo principalmente a tres factores: su longitud, su espesor y la forma, más o menos pronunciada, del característico arco con el que enmarcan la mirada. Las cejas son muy personales y, aunque pudieran parecer poco "importantes" en el conjunto del rostro, son capaces de darle una expresión determinada influyendo directamente en nuestra apariencia y en la imagen que proyectamos.
Bien depiladas, correctamente cepilladas y con la forma idónea a las facciones personales se convierten en uno de los elementos más atractivos del rostro, pero... ¿cuál es ese diseño perfecto para nuestra cara?
La naturalidad es la clave. Las cejas deben resaltar los rasgos más hermosos sin que se note. Un diseño que vaya en contra de su forma natural nunca resultará favorecedor. Se trata de modificar sutilmente (no alterar de manera radical) sus características para sacarles el máximo partido. Para ello hay que tener en cuenta dos aspectos de la propia fisonomía: las particularidades del óvalo facial y la forma de los ojos.
El primer paso para delimitar el diseño de tus cejas es partir de una correcta depilación. Independientemente de la forma del arco, para conocer las medidas "estándar" de tus cejas haz la siguiente y sencilla prueba. Coge un lápiz (por ejemplo el delineador) y colócalo en una de las aletas laterales de la nariz. Manteniéndolo recto, verás que llega hasta la ceja (parte interna), todo pelo que sobrepase del lápiz, sobra. A continuación, dirige el lápiz desde la nariz al extremo externo del ojo. También en este caso, el pelo que sobresalga de este "límite", está de más.
Una vez establecidas las medidas básicas, llega el momento de darles forma. Fíjate en cómo es tu rostro (alargado, redondo, ovalado...) y en la forma de tus ojos (saltones, muy juntos o separados...). Piensa, además, en qué imagen quieres transmitir o con qué look te sientes más cómoda (mirada alegre, segura, dulce, felina...) teniendo en cuenta todas estas variables, fíjate en estas "pistas" que pueden ayudarte a decidir tu estilo:
Rostro alargado
Se trata de no "estirarlo" más con unas cejas demasiado angulosas o con un arco elevado en exceso. Lo ideal en este caso es optar por las líneas más bien rectas (con poco arco) y por un espesor intermedio (no muy finas), buscando así la horizontalidad y consiguiendo un rostro armonioso. Bien separadas (depilando no sólo el entrecejo sino un poco más) y con un arco interior poco marcado (nunca dar forma al exterior) te favorecerán si este es tu tipo de rostro.
Si además eres de las que tiene una barbilla prominente y en punta (características del rostro triangular) las cejas son clave en tu estilismo. En este caso, redondea su arco interior (buscando el medio punto) pero sin elevarlas en exceso. El resultado será un rostro de líneas más suaves y una barbilla menos "visible".
Rostro cuadrado
Destacan en él la mandíbula ancha y marcada y las formas angulosas (pómulos prominentes, nariz grande...). Una mirada dulce y armoniosa contribuirá a restar dureza a las facciones. El arco debe notarse pero ligeramente difuminado, no formando un triángulo evidente. Se trata de buscar curvas muy suaves. El extremo externo debe tender la horizontalidad (sin subirlo demasiado).
Rostro redondeado
Lo ideal para darle ligereza y esbeltez es marcar bien el ángulo interno de las cejas (dándoles forma, de triángulo) y además no llevarlas pobladas en exceso.
Otros "trucos"
En general si no eres muy alta y tu cara es más bien "pequeñita", recuerda no llevar unas cejas demasiado evidentes, ya que, crearías un rostro desproporcionado. Opta por un grosor fino-medio y procura que no excedan en su longitud (depila bien el entrecejo y no prolongues el extremo exterior).
Si tienes los ojos muy juntos, puedes crear visualmente una mayor separación depilando correctamente el entrecejo. Si los tienes algo hundidos, recurre a las cejas finas con el extremo exterior ligeramente elevado para conseguir que se vean más y que, de esta manera, tu mirada luzca más alegre. Si por el contrario, tus ojos son algo "saltones", llévalas gruesas pero muy bien peinadas y con el arco discreto, poco marcado.