¡Histórico: Patronato ganó la Copa Argentina y jugará la Libertadores!

31.10.2022

En Mendoza y con un gol de carambola de Tiago Banega (32′ST), el Patrón sumó su primer título profesional. El equipo de Sava se clasificó a la Copa Libertadores y disputará la Supercopa Argentina con Boca Juniors

Patronato venció 1 a 0 a Talleres de Córdoba en la final disputada en Mendoza y obtuvo la Copa Argentina. En el estadio Malvinas Argentinas, el equipo de Facundo Sava se impuso por la mínima con gol de Tiago Banega a los 32 minutos del complemento y gracias a una carambola. De esta manera, el Patrón logró el primer título de su historia.

Esta fue una final histórica, no solo porque significó el primer trofeo para el elenco de Paraná, que eliminó en cuartos de final y semifinal ni más ni menos que a River Plate y a Boca Juniors, sino porque por primera vez la Copa Argentina se la lleva un club indirectamente afiliado a la AFA. La última vez que había ocurrido una situación similar fue por la Copa República que obtuvo San Martín de Tucumán en 1944.

Desde los guantes de Altamirano, la polenta en cada cruce de Quintana, el optimismo de Banega para trabar una pelota perdida que terminó en un gol de blooper entrando por sobre Aguerre desde afuera del área y la voluntad de Estigarriba, Patronato cumplió al pie de la letra con su libreto y se terminó imponiendo a una T que fue un digno finalista. De principio a fin, la final se jugó como tal.

Fueron los de Gandolfi los que intentaron jugar en campo rival y los de Sava salir rápido de contra. Tal como una final, al Patrón no le tembló el pulso cada vez que tuvo que cortar con falta cuando Valoyes o Santos ganaron en velocidad. El campeón terminó con siete amonestados y el cuchillo entre los dientes. Pero festejando merecidamente. Tuvo puntos muy altos durante toda la competencia y una personalidad de acero, lejísimos de parecerse a un equipo descendido y que la próxima temporada tendrá una nueva paradoja: jugar en Segunda y a la vez codearse contra los equipos más poderosos del continente.

Si bien Talleres no generó mucho, sí lo suficiente como para que los dos puntos más altos de la final estuvieran en la defensa del campeón. El primero, tal como contra River y Boca, fue Altamirano. Esta vez no tuvo alguna atajada gigante sino que fueran muchas pequeñas que terminaron construyendo el muro. Sobre el final, ya en tiempo de descuento, una difícil pareció fácil: Matías Esquivel ejecutó un tiro libre desde el borde desde la medialuna y el arquero se quedó en su palo para atajar sin dar rebote un remate que había salido muy fuerte. Junto a él, el enorme Quintana sacó todo y emocionó a todos. Las lágrimas del capitán fueron las de todo Paraná, que vivió su noche mágica. Merecido.