Idilio entre Xi Jinping y Putin: acuerdo energético y avance hacia un sistema global alternativo
Los mandatarios reforzaron su vínculo en un largo y sosegado encuentro bilateral, en el que el chino señaló que sus relaciones "han resistido las pruebas de la coyuntura internacional"

La sintonía entre Xi Jinping y Vladimir Putin sigue siendo total. Ya lo era apenas 20 días antes del inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, cuando ambos líderes proclamaron en Pekín, durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, una "amistad sin límites". Y lo es también hoy, más de tres años después y con unas 350.000 víctimas mortales entre militares rusos, ucranianos y civiles. La devastación no ha erosionado su relación, al contrario, Pekín y Moscú exhiben una cercanía que trasciende la guerra. Su deseo de esbozar un nuevo orden mundial prima por encima de todo.
Los mandatarios reforzaron su vínculo en un largo y sosegado encuentro bilateral, en el que Xi señaló que sus relaciones "han resistido las pruebas de la coyuntura internacional". El presidente chino describió la relación con Moscú como un "modelo de relaciones interestatales: vecindad eterna, amistad, cooperación estratégica integral y beneficio mutuo". Flanqueado por su ministro de Exteriores, Wang Yi, y otros miembros de su gobierno, Xi elogió tanto a Putin como a su máximo responsable de política exterior, Sergei Lavrov.
"China está dispuesta a mantener una estrecha interacción de alto nivel con Rusia", afirmó Xi, y añadió que coordinarán sus posiciones "de manera oportuna" en temas relacionados con intereses fundamentales y preocupaciones estratégicas. Putin, por su parte, señaló que su "estrecha relación refleja un carácter estratégico" y que "se encuentra en un nivel sin precedentes".
De las palabras pasaron a la acción. Antes del encuentro bilateral, ambos líderes mantuvieron una reunión a tres bandas con el presidente de Mongolia, Ukhnagyn Khurelsukh, donde se ultimaron los detalles del nuevo gasoducto Power of Siberia 2, que transportará 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde Siberia, atravesando Mongolia, hasta China, bajo un contrato de 30 años, con un precio inferior al que Rusia ofrece a sus clientes europeos.
Además, se acordó aumentar el flujo de gas por las rutas existentes: el gasoducto original Power of Siberia pasará de 38 a 44 bcm/año y la ruta del Lejano Oriente de 10 a 12 bcm/año. Con 2.600 km de recorrido, el proyecto simboliza la consolidación de la cooperación energética entre Rusia, el mayor productor mundial de recursos naturales, y China, el mayor consumidor de energía. Ambas potencias logran así diversificar mercados y reforzar una infraestructura energética independiente de Occidente, especialmente tras las sanciones impuestas por la guerra en Ucrania.
22 pactos firmados
El acuerdo energético y el nuevo gaseoducto es uno de los 22 documentos firmados durante su encuentro. Entre ellos se incluyen pactos de cooperación estratégica en el ámbito nuclear sobre "los usos pacíficos de la energía atómica", en materia espacial, de transformación digital, en investigación, agricultura, intercambio de estudiantes o sobre los requisitos sanitarios para la exportación e importación de animales. Destacan también un total de siete memorandos relacionados con los medios de comunicación estatales de ambos países.
"En los últimos años, bajo nuestro liderazgo, China y Rusia, fieles a sus objetivos iniciales y con determinación, han logrado resultados fructíferos en su cooperación", sostuvo Xi. "Estamos dispuestos a apoyarnos mutuamente en el desarrollo nacional y la prosperidad, a defender con firmeza la justicia y la igualdad internacionales, y a promover la creación de un sistema de gobernanza global más justo y racional", agregó el mandatario chino.
Putin, quien tiene una orden de detención emitida por el tribunal penal internacional, se encuentra en su tercera jornada de cuatro en "un viaje sin precedentes" a China, tal y como él mismo lo ha definido. Éste concluirá mañana con un desfile militar en Pekín donde se conmemorará el 80 aniversario de la Segunda Guerra Mundial y el fin de la invasión de Japón. Durante su reunión con el líder ruso, Xi señaló que ambas naciones son "los principales países vencedores" y que tienen "la gran responsabilidad de defender los resultados" de la guerra y "su verdad histórica". El representante del Kremlin agregó que el evento del miércoles es un "homenaje a la hazaña de nuestros pueblos" y "una prueba de nuestra disposición común a defender la verdad histórica y la justicia".
Recordó la relación entre Pekín y Moscú en los años 30 y en 1945 y la destacó como una "hermandad militar" de "confianza, asistencia mutua y la firmeza en la defensa de los intereses comunes" que han sentado las bases de la "interacción estratégica entre Rusia y China en la nueva era". Putin finalizó su intervención de manera categórica: "Estuvimos juntos entonces y seguimos juntos ahora".
Xi y Putin compartieron más de tres horas. Primero en el Gran Palacio del Pueblo, donde se sentaron con Khurelsukh, el presidente mongol antes de su reunión bilateral. A continuación, almorzaron en la Residencia Zhongnanhai -donde vive el mandatario chino- y pasearon juntos por sus jardines. La agenda del dirigente ruso prosiguió durante toda la tarde en la Residencia Diaoyutai, centro de recepción del Gobierno chino para jefes de Estado y dignatarios extranjeros. Allí se vio con el primer ministro de la República de Eslovaquia, Robert Fico, y otros dirigentes.

Kim Jong-Un llega a Pekín en un tren blindado
El líder norcoreano, Kim Jong-un, ya se encuentra en la capital china para asistir al desfile militar de este miércoles tras un viaje de 20 horas en su tren blindado. Conocido por su seguridad y comodidades, ha sido utilizado durante décadas por los líderes norcoreanos como medio de transporte preferido. Se le llama "fortaleza rodante" y combina seguridad extrema y lujo. Se unirá a otros dignatarios. Se ha especulado sobre la posibilidad de una reunión trilateral entre Kim, Xi y Putin, pero hasta el momento no se ha confirmado ningún encuentro oficial.
El presidente chino se prepara para proyectar una imagen de poderío militar con un desfile en la Avenida de la Paz Eterna de Pekín, donde mostrará misiles nucleares, armas hipersónicas, drones submarinos y miles de soldados. La exhibición busca subrayar que China pretende redefinir las reglas globales y desafiar a Occidente, un mensaje reforzado por la presencia de más de dos docenas de líderes aliados, entre los que también estará presente el mandatario de Irán, Masoud Pezeshkian.
Info: El Mundo