Israel endurece las medidas para afrontar la segunda oleada de coronavirus

24.06.2020

Netanyahu anunció el incremento de las multas por no llevar mascarilla, la posible reactivación del rastreo de ciudadanos infectados, los cierres parciales de zonas afectadas y la revisión del permiso para realizar reuniones

Benjamín Netanyahu esperaba centrar todos los esfuerzos del gobierno de unidad nacional en la anexión de Cisjordania, prevista para el 1 de julio, pero el coronavirus volvió a cruzarse en su agenda. 48 horas después de conocer el informe del Centro Nacional de Información y Conocimiento en la Batalla contra el Coronavirus, Israel endureció las medidas para frenar «la segunda oleada» en el país. De esta forma calificó la situación este órgano de expertos que opera bajo la Dirección de Inteligencia Militar del Ejército y del ministerio de Salud, según informó el diario -The Times of Israel-

Conocido el informe, Netanyahu reunió de urgencia al denominado «gobierno del coronavirus» y anunció el incremento de las multas por no llevar mascarilla, de 200 a 500 séqueles (unos $ 10.000), la posible reactivación del rastreo de ciudadanos infectados, los cierres parciales de zonas afectadas y la revisión del permiso para realizar reuniones y actos con más de 250 personas. "Debemos bajar la curva y si no lo hacemos tendremos que reimponer un severo confinamiento", adelantó el primer ministro.

Tras haber reducido los casos a cero, la cifra de contagios superó los 300 el viernes, lo que elevó a más de 20.000 el total de infectados. 307 personas han perdido la vida en Israel hasta el momento y el ministerio de Salud envió cartas a los directores de hospitales para pedirles que realicen los trámites necesarios para reabrir de forma inmediata las unidades destinadas al Covid-19. El "escenario extremo" diseñado por el Ejército apunta a la posibilidad de que 2.500 pacientes necesiten respiradores, a 7.500 personas ingresadas, 1.250.000 infectadas y cientos de muertos.

Respuesta "rápida"

Los expertos militares y sanitarios israelíes se refirieron en su último informe a una "segunda oleada, de diferentes características, pero no menos severa" e instó a las autoridades a dar "una respuesta rápida y decisiva, cuyo costo para la economía es relativamente limitado", de lo contrario "el país podría verse obligado en un mes a tomar decisiones económicas y sociales mucho más dolorosas".

El documento señaló como positiva la «experiencia adquirida por el sistema de Salud» y destacó el descenso en la mortalidad ya que «mientras que entre marzo y abril el 13 por ciento de los enfermos eran mayores de 65 años, ahora la cifra ha bajado al 7,8 por ciento». El dato negativo, según recogió -The Times of Israel-, es que en la primera oleada "un número significativo de casos correspondía a israelíes que volvían del extranjero" y esto era "sencillo de identificar y contener", mientras que ahora "los casos provienen de la propia comunidad".

La desescalada en Israel se ha realizado en fases y la advertencia de la segunda oleada coincidió con el reinicio del servicio de trenes, la reapertura de museos y el aumento del aforo para reuniones hasta las 250 personas. Uno de los principales focos de infección en la desescalada han sido los colegios, donde 749 alumnos y profesores han dado positivo, lo que ha obligado a cerrar 217 centros en todo el país y a poner en cuarentena a 23.000 personas.

Problemas en Cisjordania

Al otro lado del muro también crece la preocupación ante el aumento de casos. El primer ministro palestino, Mohamed Shtayyeh decretó cinco días de confinamiento en el centro de Hebrón, 48 horas de toque de queda en una parte de Nablus y anunció limitaciones en el número de asistentes a bodas, funerales o fiestas de graduación en este final de curso. El dirigente señaló a los trabajadores palestinos que cada día cruzan a Israel como el origen principal de los contagios y les pidió que "no crucen la Línea Verde durante las próximas dos semanas".

Las autoridades palestinas reaccionaron desde el primer momento ante la pandemia e impusieron severas restricciones que poco a poco han ido levantando, sobre todo tras el ramadán. En Cisjordania y Jerusalén Este hasta el momento 900 personas han dado positivo y dos han fallecido. En Gaza una persona ha muerto y hay 72 infectadas, según los datos ofrecidos por el ministerio de Salud.