Italia se integra en la nueva Ruta de la Seda china pese a los recelos de Europa
Italia percibe el acuerdo como un respiro y China es consciente del valor simbólico y político del acercamiento para afianzar su papel a nivel global

Xi Jinping y Giuseppe Conte antes de firmar el acuerdo este sábado.
Italia se ha convertido, el fin de semana, en el primer país del G-7 en formar parte de la nueva Ruta de la Seda china, el ambicioso proyecto de infraestructuras que pretende conectar Europa, Oriente Medio y Asia. Pese a los recelos de la Unión Europea, que ve en Pekín un "rival sistémico", el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, sellaron este sábado en Roma un memorándum de entendimiento para asegurar la entrada del país transalpino en la gran red de infraestructuras china repartida por los cinco continentes y también una treintena de acuerdos de colaboración en diferentes campos.
Italia, en plena recesión técnica y con una necesidad apremiante de inversión y financiación, percibe el acuerdo como un respiro y China, que ve en los puertos italianos un lugar ideal desde el que difundir sus productos e inversiones, es consciente del valor simbólico y político del acercamiento para afianzar su papel a nivel global.
La presión y las reticencias de las últimas semanas de la Unión Europea y de Estados Unidos, que temen un aumento de la influencia asiática en el viejo continente han limitado en parte las negociaciones. De los 50 acuerdos iniciales previstos, se han firmado 29. El viceprimer ministro y ministro de Desarrollo económico, Luigi Di Maio, del Movimiento 5 Estrellas intentó de nuevo disipar las dudas de Bruselas y de sus socios de la Alianza Atlántica. "Italia ha llegado antes, pero nadie quiere pasar por encima de sus aliados. A nivel europeo, lo que podamos hacer juntos, lo haremos", dijo.
Junto al memorándum Italia y China han refrendado 19 acuerdos institucionales y otros 10 comerciales, que abren la puerta a colaboraciones en ámbitos como la tecnología, la agricultura, la cultura, la energía o el turismo.
Di Maio explicó que el objetivo de los pactos es aumentar de forma gradual las exportaciones italianas y "comenzar a reequilibrar una desproporción" en la balanza comercial, que hasta el momento beneficia a China. "Hay demasiado Made in China en Italia y poco Made in Italy en China. El acuerdo quiere invertir esta tendencia", dijo. Y estimó que los nuevos pactos bilaterales valen 2.500 millones de euros, pero alcanzan un valor potencial de 20.000 millones de euros.
La apertura a la "Belt and Road Initiative", conocida como la nueva Ruta de la Seda y el acercamiento al gigante asiático lleva años fraguándose en Italia y es una suma del trabajo de diferentes Ejecutivos. Sin embargo, en el actual Gobierno de coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga no reina el pleno consenso. Mientras que el M5S ha llevado el peso de las negociaciones, la Liga, aunque no se opone al proyecto, se ha mostrado fría y ha tomado distancias.