Jessi Combs muere en un accidente al intentar convertirse en la mujer más rápida del mundo

29.08.2019

Intentaba batir un récord de 1976

Jessi Combs, con el 'American Eagle' con el que aspiraba a batir el récord.

La piloto estadounidense Jessi Combs quería convertirse en la mujer más rápida del mundo cuando un accidente a bordo de su coche de 52.000 CV propulsado por motores a reacción acabó con su vida.

Combs falleció el martes a los 36 años de edad y cuando entrenaba para cumplir ese sueño en un lago seco del desierto de Alvord, en Oregón, (escenario habitual de este tipo de pruebas) tal como ha comunicado la familia: "Su sueño era convertirse en la mujer más rápida de la tierra, un sueño que perseguía desde 2012. Era una soñadora con el valor para convertir en realidad esos sueños, ya que dejó la tierra pilotando más rápido que ninguna otra mujer en la historia".

La americana llevaba persiguiendo ese reto desde el año 2012, y estaba embarcada en la aventura de hacer un intento para superar el récord de velocidad en tierra logrado por una mujer. Esa plusmarca data de 1976 y está en poder de Kitty O'Neil con una velocidad de 824 km/h (logrado en el mismo lugar del fatal accidente).

Combs había conseguido una mejor marca validada de 640,5 km/h en 2013 aunque en octubre de 2018 logró alcanzar los 777,6, si bien no pudo validar su intento al no completarlo de forma reglamentaria (en los dos sentidos) por problemas mecánicos. Las causas del accidente no se han hecho públicas.

El compañero de Combs, Terry Madden despidió a la piloto en Instagram con un emotivo mensaje: "Desafortunadamente, la perdimos ayer en un terrible accidente. Yo estaba allí y creedme que hicimos todo lo humanamente posible por salvarla. Tenía un espíritu increíble", recordaba.