La capitana alemana del Sea Watch será puesta en libertad y expulsada de Italia

03.07.2019

La fiscalía desmiente a Carola Rackete: "No había estado de necesidad y buscó el incidente colisionando con una lancha de la Guardia de finanzas"

Carola Rackete, 31 años, capitana alemana de la nave humanitaria Sea Watch 3, que se encontraba en arresto domiciliario desde el pasado sábado, será puesta en libertad, seguramente en las próximas horas, según adelantan los medios italianos. La justicia italiana ha actuado evitando cualquier tipo de sospecha sobre un inútil castigo contra la capitana y tampoco se le ha concedido un perdón indulgente.

Para la fiscalía de Agrigento (Sicilia), Carola Rackete no actuó en estado de necesidad para adoptar la decisión de atracar en la madrugada del viernes al sábado en el puerto de Lampedusa con 40 inmigrantes, rescatados 17 días antes frente a las costas libias. Durante tres horas de interrogatorio ante los magistrados, en la tarde del lunes, la capitana Rackete sostuvo que se vio obligada a atracar, desoyendo la orden de alto de los militares italianos, porque la situación de los inmigrantes era desesperada.

Destacó también que, durante las maniobras para atracar, la colisión de su buque Sea Watch con una lancha de la Guardia de Finanzas, cuyas órdenes desobedeció, fue un simple incidente sin ninguna intención de causar un choque entre las dos embarcaciones.

La fiscalía desmiente a la capitana

Pero el fiscal Patronaggio desmintió la versión de la activista alemana. Según el magistrado, la capitana buscó el incidente: "El choque de la Sea Watch con la lancha de la Guardia de finanzas fue un acto voluntario y hecho a conciencia". "No había un estado de necesidad -añadió Patronaggio-, porque la Sea Watch había recibido en los días precedentes asistencia médica y estaba en contacto continuo con las autoridades militares para cualquier tipo de asistencia". La Fiscalía acusa a la capitana de los siguientes delitos: desobediencia a nave de guerra, resistencia y violencia contra nave de guerra y navegación en zonas prohibidas. Por ello, la fiscalía pidió el lunes la confirmación del arresto domiciliario y la prohibición de residencia en la provincia de Agrigento, una medida que automáticamente abría la puerta a la liberación de la capitana Rackete, porque según el artículo 291 del código penal el juez para las investigaciones preliminares no puede pedir una medida cautelar mayor que la solicitada por el fiscal.

La capitana será expulsada

Carola Rockete puede tener los días contados en Italia. El ministerio del Interior tiene listo un decreto de expulsión de la capitana, por considerarla peligrosa para el orden y la seguridad pública. "De parte de la justicia -dijo el vicepresidente Matteo Salvini- espero penas severas para quien atentó contra la vida de militares italianos y ha ignorado repetidamente nuestras leyes. De todas formas, estamos dispuestos a expulsar a la rica alemana que actuó fuera de la ley. De otros países europeos, Alemania y Francia en primer lugar, me espero silencio y respeto".

Salvini no verá satisfecho de inmediato su deseo de expulsar a Carola Rockete. Según sus abogados, aún debe permanecer en Italia porque el fiscal Patronaggio tiene abierta otra investigación contra la capitana, siendo indagada por favorecer la inmigración clandestina. La Fiscalía pretende averiguar si la modalidad de rescate de inmigrantes de la Sea Watch frente a las costas libias fue correcta, es decir, si el contacto de la embarcación con los náufragos fue casual o buscado y si hubo contactos entre traficantes de seres humanos y la embarcación con bandera holandesa y gestionada por la ONG alemana Sea Watch.

Francia ataca a Salvini

En la jornada en que todo parece indicar que el caso de la Sea Watch y su capitana quedarán prácticamente resuelto, el gobierno francés vuelve a atacar a Salvini por este asunto. Italia «no es un país indigno», pero el comportamiento del vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, sobre la cuestión de los inmigrantes «no es aceptable». La portavoz del gobierno francés, Sibeth Ndiaye, ha afirmado que Italia no ha estado «a la altura» sobre la acogida de los inmigrantes. "Existen normas marítimas -añadió Sibeth Ndiaye- que nos indican que cuando hay personas en peligro en el mar, deben ser llevadas al puerto más próximo y seguro. Y en este caso se trata de puertos italianos". La respuesta de Salvini no se hizo esperar: "El gobierno francés debe cesar con los insultos y abrir sus puertos, los italianos ya han acogido demasiada inmigración. ¿Próximos barcos? Destino Marsella", replicó Salvini.