La ciencia revela que un alimento muy común en tu dieta diaria puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2

08.09.2025

Las papas forman parte de la dieta diaria de millones de personas en el mundo. Son un alimento versátil, económico y culturalmente arraigado, que aparece tanto en comidas caseras como en restaurantes de comida rápida. Su popularidad se debe a su sabor, facilidad de preparación y a que pueden servirse en múltiples presentaciones.

A pesar de sus nutrientes, como la vitamina C, el potasio y la fibra, las papas poseen un alto contenido de almidón. Este factor las convierte en un alimento con un índice glucémico elevado, lo que significa que elevan rápidamente los niveles de glucosa en sangre. Este detalle ha despertado la atención de la ciencia sobre sus posibles efectos en la salud metabólica.

Un estudio reciente publicado en The BMJ analizó el consumo de papas en más de 200.000 participantes durante casi cuatro décadas. Los resultados revelan que cierto tipo de preparación, especialmente las papas fritas, está fuertemente vinculada con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Las papas fritas aumentan el riesgo de diabetes

El consumo frecuente de papas, sobre todo en forma de papas fritas, se asocia a un incremento significativo del riesgo de diabetes tipo 2. Según el estudio publicado en The BMJ, cada tres porciones adicionales de papas fritas a la semana aumentan el riesgo en un 20%.

En contraste, las papas hervidas, al horno o en puré no mostraron una relación significativa con la enfermedad. Esto sugiere que el problema no es únicamente el tubérculo en sí, sino la manera en que se prepara y acompaña, lo cual afecta su impacto metabólico.

El índice glucémico elevado de las papas provoca que la glucosa en sangre aumente rápidamente tras su consumo. Cuando esta respuesta se repite con frecuencia, puede contribuir al desarrollo de resistencia a la insulina, una de las principales vías hacia la diabetes tipo 2.

Diferencias entre tipos de preparación

No todas las formas de consumir papas tienen el mismo efecto en la salud. Las papas fritas, además de su alto contenido en almidón, absorben grandes cantidades de aceite durante la fritura, lo que incrementa su densidad calórica y la presencia de grasas poco saludables.

Por el contrario, las papas hervidas o al horno retienen mejor sus nutrientes y no implican un exceso de calorías añadidas. El estudio reveló que, consumidas de manera moderada y en contextos de dietas equilibradas, estas versiones no mostraron un riesgo significativo de diabetes tipo 2.

Esto refuerza la importancia de distinguir entre el alimento en su estado natural y las transformaciones culinarias que alteran sus efectos en el organismo. En otras palabras, el riesgo no se debe tanto a la papa como tal, sino a la forma en que se prepara y se integra en la dieta.

Alimento común vinculada a la diabetes tipo 2

La papa es uno de los alimentos más comunes a nivel global, después del arroz y el trigo. Su presencia diaria en diferentes culturas la convierte en un caso particular para la nutrición, ya que pequeñas variaciones en su preparación pueden tener grandes consecuencias.

El estudio demostró que sustituir las papas, en especial las fritas, por cereales integrales como la avena, la quinua o el arroz integral, reduce el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 19%. Esto evidencia que no solo se trata de limitar las papas fritas, sino también de elegir alternativas más saludables.

En cambio, reemplazar las papas con arroz blanco tuvo un efecto contrario, aumentando el riesgo de diabetes. Este hallazgo resalta la importancia de los sustitutos alimenticios: no todos los reemplazos son beneficiosos y las elecciones deben orientarse hacia alimentos de bajo índice glucémico y ricos en fibra.

Lo que nos dice la ciencia

Los resultados del estudio, que abarcó tres grandes cohortes en Estados Unidos y más de cinco millones de años-persona de seguimiento, confirman que la relación entre las papas y la diabetes tipo 2 no es uniforme.

El riesgo está claramente marcado por el método de preparación: las papas fritas aumentan el riesgo, mientras que las papas hervidas o al horno no mostraron un efecto significativo. Además, los análisis de sustitución indican que elegir cereales integrales en lugar de papas mejora notablemente la salud metabólica.

Estos hallazgos refuerzan la necesidad de replantear las guías alimentarias que colocan a la papa en la misma categoría de otros vegetales. Aunque tiene nutrientes valiosos, su alto índice glucémico y la manera en que suele consumirse la diferencian de verduras de bajo impacto glucémico como el brócoli o la espinaca.

Conclusión

El consumo habitual de papas fritas representa un alimento que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, según evidencia científica sólida. En contraste, las papas hervidas o al horno no muestran el mismo efecto negativo en la salud.

Reemplazar las papas, especialmente las fritas, por alimentos integrales como avena, trigo o arroz integral, puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 de forma significativa. Así, la clave no está en eliminar completamente este alimento, sino en moderar su consumo y elegir preparaciones más saludables.

Info: Michael M-V - Biólogo con especialidad en biotecnología