La cumbre entre Trump y Kim Jong-un concluye abruptamente sin acuerdo
El presidente estadounidense abandona de improviso la reunión sin almorzar ni firmar la declaración conjunta que tenían previsto suscribir

La segunda cumbre de Vietnam entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha saltado por los aires. Tras las reuniones de la mañana, el inquilino de la Casa Blanca ha cancelado el almuerzo que tenía previsto celebrar con el joven caudillo y ha abandonado el lugar del encuentro, el lujoso hotel colonial Metropole de Hanói. Lo peor de todo es que no se ha firmado la declaración conjunta que habían prometido sobre la desnuclearización de la península coreana.
"Nos hemos marchado porque el secretario de Estado, Mike Pompeo, y yo hemos pensado que no era bueno firmar lo que había. Han sido dos días muy productivos, pero a veces hay que seguir caminando", explicó Trump en una multitudinaria rueda de prensa. Tal y como admitió, el desacuerdo radicó en las sanciones internacionales que están ahogando la economía norcoreana. "Ellos querían que se levantaran enteramente y estaban dispuestos a desnuclearizar parte de lo que nosotros le pedimos. Pero tenemos que seguir negociando y, con el tiempo, superaremos nuestras diferencias", aseguró antes de confesar que no había fecha para una próxima cumbre.
"Siempre hay que estar preparado marcharse de un acuerdo. Podía haberlo firmado porque estaban todos los papeles listos, pero prefiero hacer lo correcto, en lugar de algo rápido, porque tenemos la oportunidad de que sea algo muy especial", resumió su postura.
Además, negó que la ruptura de las conversaciones hubiera sido abrupta. "No ha sido levantarme e irme. Ha sido una marcha amigable. Le he dado la mano a Kim Jong-un y seguiremos negociando porque somos amigos y su país tiene un gran potencial económico", volvió a recordar el argumento que ha repetido estos días para convencer al régimen comunista de Pyongyang de que abandone sus armas atómicas.
Aunque ambos prometieron ante las cámaras que habían hecho un gran esfuerzo para el encuentro y esperaban que el resultado fuera positivo, finalmente las conversaciones se han roto. Respondiendo a la pregunta de un periodista sobre sus expectativas antes de la cumbre, algo insólito para él, Kim Jong-un señaló incluso que "es demasiado pronto para decirlo, pero no diría que soy pesimista. Lo que siento ahora es que tengo el presentimiento de que saldrá un buen resultado".
Esa reunión fue objeto de críticas por haber producido muy poco que fuera sustancioso, lo que había generado expectativa por los resultados que se pudieran anunciar en Hanói para avanzar las negociaciones de desnuclearización.
Algunos observadores señalaron que esta cumbre era demasiado prematura y que había incertidumbre sobre cómo ambos gobiernos interpretan la desnuclearización.
Con anterioridad, Washington ha dicho que Pyongyang debe desmantelar su programa nuclear unilateralmente antes de que se puedan relajar las sanciones, pero esa condición siempre ha sido un problema para los norcoreanos.
Cuando se le preguntó en la rueda de prensa qué quería decir con desnuclearización, Trump dijo: "Para mí es bastante obvio, tenemos que deshacernos de las bombas nucleares".