La propuesta de reestructuración del Bank of America antes de ser elegido como agente colocador

05.03.2020

Plantea una quita de hasta el 20% y el pago de una tasa cupón del 4% en dólares con un período de gracia de dos años.

Poco antes de ser elegido por el ministro Martín Guzmán como agente colocador de la deuda argentina, el Bank of America realizó una propuesta de reestructuración que ahora adquiere otra significancia y es tomada como referencia por el mercado.

Al igual que en el canje del 2005, plantea la colocación de nuevos bonos Par y Discount, pero esta vez, con un período de gracia del pago de cupón de dos años al 100% y del 50% para el tercer y cuarto año.

Sin embargo, durante este lapso el cupón se capitalizará al 4% en el primer bienio y al 2% en el segundo. "Como resultado de la capitalización, el valor nominal del bono sube a 112,6% durante el periodo de gracia", prevé el Bank of America.

Según el sendero proyectado por el banco, el bono Par no sufriría quita de capital alguna, dado que amortizaría a partir del 2033. Es decir, recién cuando se haya cancelado por completo el préstamo con el FMI.

Los compromisos con el Fondo se estirarían durante once años con una cuota anual de 4.000 millones de dólares que empezaría a erogarse a partir del 2022. A cambio, el Bank of America supone que el organismo internacional exigirá al gobierno argentino un superávit primario del 1% anual y reformas estructurales en la economía como en el sistema previsional.

"Proyectamos que la Argentina puede bajar su ratio de deuda sobre PBI al 60% en 2030 con un superávit primario del 1% anual y un crecimiento moderado del 2% anual. Pero para ello deberá salir de los controles de capitales", sostienen.

Por su parte, los bonos Discount tendrían una quita del 20% porque su repago comienza antes y coincide con los últimos seis años del cronograma de devoluciones al FMI. De esta manera, del 2022 al 2026 Argentina solo afrontaría 4.000 millones de dólares por año en concepto de capital por el pago al FMI.

Luego, del 2027 al 2032, a la cuota del Fondo se le agregaría la del Discount, lo que totalizaría un pago anual de capital de 9.000 millones. De acuerdo al análisis del Bank of America, para ese entonces el país ya habría recuperado el acceso a los mercados internacionales de crédito. Por lo tanto, no le sería difícil cumplir con este cronograma financiero.

Del 2033 al 2036, los vencimientos subirían a 11.000 millones de dólares anuales cuando se sumen las cuotas del bono Par y bajarían a 6.000 millones del 2037 al 2042, fecha para la cual ya se habría cancelado el pago de los Discount.

Las tasas de los cupones propuestas son del 4% en dólares, lo que implica una reducción del 42%. Este escenario permitiría una baja de 100 puntos básicos en la exit yield (tasa de descuento post reestructuración) que posibilitaría una mejora en las paridades de los bonos.

"La expectativa de baja de la exit yield estaría dada porque el Fondo funciona como un fiscalizador de metas fiscales y monetarias que le dan, en teoría y ex ante, cierta consistencia al programa", afirmó el director de Eco Go, Federico Furiase.

Es por eso que la entidad sostiene que se trata de una propuesta donde las tres partes interesadas -el gobierno, el FMI y los bonistas- salen beneficiadas. El FMI puede aumentar la credibilidad del plan y aumentar la participación de los acreedores, aunque deberá aceptar un alargamiento en los plazos de repago del crédito otorgado a la Argentina.

El gobierno evita un esfuerzo fiscal desmedido, posterga sus compromisos financieros a corto plazo y tendría una alta probabilidad de acceso a los mercados de deuda en pocos años, siempre según el análisis de dicha entidad bancaria.

En tanto, los acreedores aceptan las nuevas condiciones de pago con el incentivo de una mejora en los rendimientos de sus títulos. "Es una propuesta interesante que se diferencia de la del 2005 en no atar ningún título al crecimiento del país y otorga cierto aire en los primeros años. Si las condiciones fueran muy buenas para los bonistas el mercado deduciría que no se puede pagar, con lo cual, el precio de los bonos sería muy bajo por el riesgo de default", subrayó el analista de mercados Francisco Uriburu.