Las fobias también se pueden heredar

27.12.2019

Aunque la mayoría de personas que sufren una fobia la tiene por una vivencia que han experimentado, también se pueden desarrollar por imitación

Es común conocer a alguien que tenga un temor muy arraigado. Tal vez incluso tú mismo sufras alguno de estos miedos que se nos hacen incontrolables. A un animal, a una situación o a un lugar... muchas veces nos da pánico tan solo pensar en ciertas cosas que se escapan de nuestro control.

Este miedo, que va mucho más allá, es lo que conocemos como fobia, "el temor irracional hacia un determinado objeto, ser o situación que genera mucha ansiedad a una persona", tal como explica Sara Prieto, psicóloga. Que una fobia se caracteriza por ser un miedo de "intensidad elevada", y que incluso "pueda causar interferencia con nuestro día a día"

Hay dos vías por las cuales una persona puede desarrollar una fobia. Cuenta la profesional que la vía más habitual es el condicionamiento clásico. "Cuando una persona tiene una situación inesperada, por ejemplo se queda atrapada en un ascensor, y siente un miedo muy intenso, crea un aprendizaje".

En otros casos, explica la psicóloga que se desarrolla una fobia, no por una vivencia propia, sino por observación. "Cuando somos pequeños, por ejemplo, si vemos que una persona cercana tiene un miedo muy arraigado hacia algo, es posible que nosotros también lo desarrollemos", dice, y asimismo comenta que "ciertos factores culturales y evolutivos" nos pueden influir, y por ello es normal que mucha gente sienta un gran rechazo "hacia animales como las serpientes o las ratas".

Al igual que cada persona puede percibir, y sentir, la ansiedad de una manera, no todos experimentamos las fobias siguiendo el mismo patrón. Que podemos clasificar estos miedos por nivel de intensidad o por la interferencia que causa en nuestra vida. Así, pone la profesional el ejemplo de una persona que tiene fobia a los perros. Puede ser que se evite visitar un parque por la noche por el miedo a encontrar uno de estos animales, o puede que se evite visitar un parque bajo ninguna circunstancia.

Es por esta variación en los niveles de intensidad que una fobia puede no interferir mucho en nuestra vida y por consiguiente que nunca hagamos nada para deshacernos de ella. "Por ejemplo si se tiene miedo a volar en avión, es algo que se hace con poca frecuencia, y se pueden encontrar alternativas, entonces se asume y no se busca una solución", comenta la psicóloga.

¿Qué fobias son más comunes?

La fobia social es una de las más comunes en la sociedad. "Tener que hablar en público o tener conversaciones con un grupo amplio de personas es algo que afecta a mucha gente" y la manera de tratar este tipo de fobia es mediante la ayuda al manejo de los pensamientos y el entrenamiento de las habilidades sociales.

Por otro lado, la profesional destaca otras fobias comunes, que sufren infinidad de personas. Estas pueden ser desde la fobia a las alturas, a volar o a los lugares cerrados, hasta miedo a las aguja y la sangre. Otros miedos muy comunes son hacia algunos animales, como a los perros, las ratas, las arañas o las serpientes.

En el caso de señalar las fobias más peculiares o extrañas, la psicóloga explica que dado que es un miedo que se produce por un aprendizaje, y puede arraigarse a un objeto, ser, situación o lugar, prácticamente se puede tener fobia a cualquier cosa.

En el caso que se dé el paso para poner fin a la fobia que suframos, estos miedos forman parte de los trastornos de ansiedad, y que esta no es más que "una emoción que nos ayuda a adaptarnos a situaciones en la que la intensidad nos supera". La fobia entonces se instaura dentro de nosotros a través de la repetición, y cada vez que sentimos ese miedo es más complicado deshacernos de él.

Para poder tratar estos trastornos, es importante saber que la ansiedad es como una curva, y cuando nos mantenemos en el punto máximo durante mucho tiempo, nuestro cuerpo termina rindiéndose y esta ansiedad disminuye. Es por ello que la fobia se puede tratar a través de la confrontación. "Hay por ejemplo situaciones que en un primer momento generan mucho estrés, como conducir, y a medida que se va repitiendo, aunque se mantiene un nivel de alerta, el nerviosismo disminuye", explica la experta, que continúa alertando que al enfrentarse a una fobia "no se puede hacer de cualquier manera".

Hay infinidad de técnicas para enfrentarse a una fobia: "Se puede hacer simplemente pidiendo al paciente que imagine una situación, o con la exposición en vivo al miedo de una forma gradual"

"Lo más importante es que el paciente esté preparado para enfrentarse a ello. Eso sí, aunque sean situaciones que le generen ansiedad, siempre deben ser asumibles para él", concluye la profesional.