Los que ganan fortunas con la crisis
Las 26 personas más ricas del mundo acumularon en 2018 lo mismo que 3800 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la población mundial

Oxfam, una organización no gubernamental que trabaja a nivel internacional, detectó que el año pasado se aceleró el proceso de concentración de la riqueza. La Argentina está inmersa en la misma dinámica.
No todos pierden con las crisis. A lo largo de los diez años transcurridos desde el estallido de la gran recesión de 2008, la cantidad de billonarios se duplicó. No solo aumentaron en cantidad sino que esos acaudalados cada vez se quedan con una porción más grande de la torta. Durante 2018, las 26 personas más ricas del planeta acumularon una fortuna equivalente a la de los 3800 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la población mundial. Las cifras revelan una aceleración en el proceso de concentración de la riqueza ya que durante 2017 hicieron falta 43 billonarios para concentrar tanta riqueza como media humanidad.
Las estimaciones realizadas por la organización no gubernamental Oxfam responden a dos fenómenos: el deterioro de los sectores más vulnerables y el crecimiento de los recursos controlados por las personas más ricas. Argentina está inmersa en la misma dinámica. Las mediciones difundidas la semana pasada por el Indec evidencian que la participación de los asalariados argentinos en el producto se redujo 4,7 puntos en el tercer trimestre de 2018. Como reflejan las estimaciones globales que hoy serán presentadas en el Foro Económico Mundial; la caída en el poder adquisitivo, el empeoramiento en las condiciones laborales y la destrucción de empleo tuvieron como correlato un incremento de 4,8 puntos en la participación de las ganancias de los empresarios nacionales.
El informe de Oxfam estima que la riqueza apropiada por los billonarios de todo el mundo creció en 900.000 millones de dólares durante 2018. Las cifras equivalen a 75.000 millones de dólares por mes, 2500 millones de dólares diarios, 104 millones de dólares cada hora o 1,7 millones por minuto. Con semejante ritmo, en doce meses las fortunas de las personas más ricas del planeta acumularon cerca de dos PBI de Argentina.
La captura de los Estados a manos de las elites económicas opera como un mecanismo para garantizar la continuidad y sostenibilidad del proceso de concentración económica. "El problema no es la creación de riqueza sino cómo la repartimos. Si queremos ser contundentes en la lucha contra la pobreza y la desigualdad es importante limitar la influencia de las elites en el manejo del Estado y el diseño de las políticas públicas", señaló Rosa Cañete, coordinadora regional del programa de Lucha contra la Desigualdad y la Captura del Estado de Oxfam. "La concentración de riqueza en pocas manos va unida a la concentración de poder. Ese poder es utilizado por las elites económicas para que las políticas los privilegien", indicó la economista española al enfatizar la influencia de esos sectores en el diseño de las políticas fiscales y tributarias.