Nikon P1000 la cámara con un zoom mayor que el de algunos telescopios

15.07.2018

La nueva cámara de Nikon puede fotografiar detalles de la Luna y primeros planos de fauna situada a gran distancia

Nikon ha sorprendido con el lanzamiento de la Nikon P1000, que rompe todos los récords de zoom alcanzados por una cámara hasta la fecha. Pues cuenta con un objetivo de 125 aumentos cuyas distancias focales oscilan entre los 24mm y los ¡3.000 mm! Esta bestia de la óptica puede fotografiar con detalle incluso la superficie de la Luna.

De hecho, algunos aficionados a la astrofotografía ya estarán esperando impacientes a que salga a la venta. No en vano con su predecesora, la Nikon P900, que equipaba un zoom de 83 aumentos hemos visto incluso vídeos que muestran con claridad los anillos de Saturno o la Estación Espacial Internacional. Incluso los terraplanistas son auténticos fans de esta cámara.

Lo cierto es que más allá de que Nikon se apunte un tanto con ese récord, esta cámara puede tener bastante sentido para algunos aficionados y profesionales de la fotografía. No olvidemos que los objetivos para cámaras profesionales de mayor alcance que se han producido tienen una distancia focal de 1.700 mm. La mitad prácticamente que el que equipa esta Nikon y con un precio astronómico.

Evidentemente, nadie espera que la calidad óptica de este objetivo sea tan buena como las que es posible alcanzar con un teleobjetivo profesional para cámaras réflex o sin espejo. Pero su alcance puede convertirlo en una herramienta útil siempre que disparemos fotografías a plena luz del día. Pues nos tememos que es mejor no forzar la sensibilidad ISO con esta cámara.

Esto se debe a que el sensor de imagen de 16 megapíxeles de la Nikon P1000 es diminuto, 1/2.3 pulgadas. Más o menos del tamaño que el de algunos teléfonos. Pero ese tamaño a la vez es necesario para que un objetivo de tal alcance pueda incorporarse al cuerpo de una cámara. De hecho, incluso a pesar de ese diminuto sensor, que reduce el tamaño del objetivo, la cámara pesa un kilo y medio. Más que algunas cámaras profesionales con un objetivo ligero incorporado.

Algo bastante peculiar si tenemos en cuenta que se trata de una cámara tipo Bridge con un objetivo fijo. Otro aspecto peculiar para una cámara Bridge con un sensor de imagen tan pequeño es su precio, pues la cámara costará unos 1.000 euros cuando se ponga a la venta en septiembre.

Pero la cámara, además de su zoom, tiene algunos argumentos para explicar ese precio. El primero es que permite grabar vídeo con resolución 4K. Esto es bastante importante, pues todos los que quieran filmar escenas con un alto grado de acercamiento a motivos lejanos y cierta calidad pueden estar interesados en usarla la P1000 si Nikon ha logrado que grabe imágenes con cierta calidad. De hecho, Nikon hace un guiño a los profesionales al incorporar un conector para micrófonos externos.

En lo que respecta a sus funciones fotográficas la cámara incorpora grabación en formato RAW y controles manuales, dispara ráfagas de 7 fotos por segundo (pero limitada esa velocidad a una única ráfaga), incorpora una pantalla articulada, visor electrónico de 2.360.000 de píxeles, y un estabilizador de imagen óptico que Nikon dice que llega hasta cinco pasos. Algo fundamental para mantener a raya un zoom de ese alcance sin obtener imágenes trepidadas.

La luminosidad del objetivo oscila entre f/2.8, una buena cifra, y f/8 . Como era de esperar la estructura óptica es bastante compleja: 17 elementos en 12 grupos (cinco lentes ED y un lente Super ED). Algo que también se agradece es que cuente con zapata para usar un flash externo.

Pero todas estas características sobre el papel nos dicen poco. Habrá que ver hasta qué punto ese sensor diminuto, que esperemos que Nikon haya optimizado para sacarle todo el partido, y ese brutal teleobjetivo logran fotografías y vídeos que puedan satisfacer a muchos aficionados y a algunos profesionales interesados en un zoom de tanta magnitud.

De lo que no hay ninguna duda es que estamos ante una cámara que muchos querrán probar para ver cómo se ve el mundo con un objetivo de 3.000mm. Por cierto, la cámara puede alcanzar mediante interpolación de software los 12.000 mm. Aunque algo nos dice que esto es una curiosidad y no debemos esperar fotos de gran calidad usando esa función.

Nos gustan detalles como que Nikon haya introducido un modo de escena para fotografiar la Luna y otro para fotografiar aves. También la conectividad Wi-Fi, inevitable a estas alturas, que es imprescindible para todos los que quieran disparar en remoto su cámara desde su smartphone. Algo que en fotografía de naturaleza es bastante útil.

Si la Nikon P900 prácticamente ha creado un género de vídeos en Youtube, hay más 279.000 vídeos sobre esta cámara, en el que cazadores de aviones o aficionados a la astrofotografía se lo pasan bomba con ella, es de esperar que la Nikon P1000 lleve la fiebre por acercarnos a los límites de la óptica más lejos aún.