“Oodi”, la biblioteca del siglo XXI, abre sus puertas en Helsinki

07.12.2018

Ha costado 98 millones de euros, tiene 17.000 metros cuadrados repartidos en tres plantas y contiene 100.000 volúmenes

Helsinki acaba de inaugurar su proyecto cultural más ambicioso de las últimas décadas: una biblioteca que cuenta con los avances tecnológicos más modernos e innovadores servicios que redefinen el concepto de estos templos de la lectura para el siglo XXI. Bautizada como -Oodi- (Oda), este impresionante edificio de 17.000 metros cuadrados, ubicado en el centro de la capital finlandesa, ha sido concebido como "una oda a la cultura, la igualdad y la libertad de expresión", según las autoridades municipales, impulsoras del proyecto.

Con su fachada ondulante de madera y cristal, la nueva biblioteca aspira a ser un punto de encuentro para los 2,5 millones de visitantes que utilizarán anualmente sus instalaciones, según las estimaciones oficiales, en un país con 5,5 millones de habitantes. El edificio, proyectado por el estudio finlandés ALA Architects y con un coste de 98 millones de euros, cuenta con tres plantas con espacios interiores, cada una con una atmósfera y una función distinta, y todo ello culminado con una gran terraza que se abre hacia la ciudad, el "balcón de los ciudadanos", según los responsables del proyecto, citados por Efe.

Un cine y dos cafeterías

"Oodi" dispone, además, de dos cafeterías, una sala de cine, una zona de recreo infantil, varios estudios de grabación, máquinas de coser, impresoras 3D, salas de edición digital, cuartos de videojuegos, cortadoras láser, imprentas... y todo gratis. Eso sí, por si a alguien se le ha olvidado que se trata de una biblioteca, también hay una -pequeña- sala de lectura en un rincón del segundo piso y hasta ¡estanterías con libros! en la tercera planta. En las instalaciones hay 100.000 volúmenes, aunque los usuarios también pueden acceder a los más de 4 millones de títulos de la red metropolitana de bibliotecas.

Como principal innovación tecnológica figuran tres -robots bibliotecarios-, unos carritos con conducción autónoma que devuelven los libros a su sección y, una vez allí, son colocados en su estante por bibliotecarios de carne y hueso. También destaca el Cubo, una sala con paredes inteligentes que funcionan como pantallas táctiles.

Finlandia es uno de los países más lectores del mundo y los finlandeses son ávidos usuarios de bibliotecas, el segundo servicio público más valorado en ese país, sólo superado por la red de agua potable. En 2016, cada finlandés tomó prestados una media de 12 libros de las bibliotecas públicas, mientras que el promedio de los demás países es de un solo volumen.