Pesce piensa que el virus podría beneficiar la deuda y que la expansión monetaria no resultará inflacionaria ahora

20.03.2020

El presidente del Banco Central contesta críticas: niega un riesgo de atraso cambiario y ve margen para que el incentivo monetario no se traslade a precios

El presidente del BCRA está convencido de que detrás del desplome de los activos globales no está el temor por el efecto recesivo que tendrá el coronavirus, sino que esa fue la excusa perfecta que los mercados usaron para hacer una corrección. También considera que esta tormenta beneficia al país en su negociación con acreedores privados y que por ahora no hay atraso cambiario, pese a que las monedas de la región devaluaron cerca del 20% en lo que va del año.

-¿Cómo cree que va a impactar el coronavirus en la economía mundial?

Creo que el coronavirus ha funcionado como un catalizador de una serie de problemas que tenía la economía global. En el tema del petróleo no ha sido el coronavirus, sino el problema que ha habido en la OPEP para llegar a acuerdos de producción y el ruido que está metiendo Rusia en el mercado petrolero. Ahí tenemos una caída del petróleo inusual y vertical que no creo que tenga que ver con el coronavirus, sino con estos otros problemas de producción de ese mercado.

Por otro lado, es muy posible que hubiera muchos activos financieros inflados con períodos bastante largos de tasas de interés muy bajas y el mercado en algún momento tenía que producir esa corrección. Y creo que se ha producido ahora. Creer que las bajas del 10% o 14% que hemos visto en las Bolsas de los países del G7 tiene que ver con que va a haber un año con un poco más de recesión por el tema del coronavirus me parece que es sobreestimar el efecto.

-Y a la economía argentina, ¿cuánto le impacta el menor crecimiento global y cuánto la corrección de las Bolsas?

El impacto sobre las Bolsas no nos afecta tanto. El efecto sobre Brasil, que venía mal, con dificultades económicas, existe, esto no lo ayuda de ninguna manera. Nosotros necesitamos que Brasil crezca 3% para reactivar nuestras exportaciones industriales y esto sumerge esa idea en el pesimismo. Así que eso trae dificultades.

Y el otro punto es el precio de los granos que exportamos, que se vieron mucho menos afectados que el petróleo. Es como que se han independizado. En otras crisis, los otros commodities han sido arrastrados por el petróleo y esto ahora o ha ocurrido.

-Ante esta crisis, los principales bancos centrales están inyectando liquidez. ¿En Argentina sirven esas políticas contracíclicas? ¿Qué medidas podrían tomar acá?

Nosotros tenemos nuestra propia agenda porque teníamos nuestras propias dificultades que venimos afrontando.

Veníamos de tres años con dificultades con el crecimiento, con alta inflación y esa agenda continúa para nosotros. Y necesitamos reactivar la economía por dos razones: uno, por el tema de pobreza, la necesidad de superar la pobreza y la desigualdad; y por otro lado, también tenemos un problema de ingresos públicos que es necesario que se recuperen con el crecimiento.

-Una arista del desplome de los mercados fue la fuerte devaluación de otras monedas. ¿Eso mete presión sobre el peso?

No. Con nuestro principal socio comercial, que es Brasil, mantenemos un tipo de cambio aceptable en mi punto de vista, pese a esta devaluación de los últimos días. Lo que sabemos es que el intercambio comercial con Brasil tiene más que ver con su crecimiento que con los tipos de cambio. Insisto, si Brasil estuviera creciendo al 3% tendríamos un mayor volumen exportado, situación que no se está dando.

Lo que también ha sucedido históricamente es que cuando Brasil devaluó creció más rápido, pero eso no lo estamos viendo todavía. Esa circunstancia no se ha dado. Por el otro lado, nuestro vecino está teniendo salidas de flujos de capital, como los otros países emergentes, que van a afectar su economía.

-¿Y todo esto no modificó la política cambiaria local, que en los últimos días parece estar convalidando una pequeña devaluación?

No, nosotros definimos un paso devaluatorio. Creemos que este tipo de cambio es un tipo de cambio correcto para nuestro comercio exterior y lo que no queremos es que el tipo de cambio sufra retrasos.

Por eso tenemos una política en el mercado cambiario y vamos llevándola adelante, pero no creemos que se necesite un impulso desde el punto de vista competitivo.

-Con la suba de los tipos de cambio paralelos se amplió la brecha cambiaria. ¿Cuál es la presión sobre el dólar oficial?

Creemos que el tipo de cambio en el mercado está en un nivel aceptable para nuestro comercio exterior. Nos preocupan estos movimientos de estas referencias de tipo de cambio pero no cambian nuestra estrategia.

La renegociación de la deuda, ¿beneficiada?

Aunque no da mayores detalles sobre la propuesta que está elaborando el equipo de Martín Guzmán para llegar a un acuerdo con los acreedores, Pesce es optimista con respecto a las negociaciones. Asegura que más allá de las turbulencias, el contexto de tasas negativas en el mundo puede ayudar a darle un mayor atractivo a la oferta del Gobierno y cree que hay que es el momento de poner la lupa sobre los endeudamientos de países emergentes.

-¿Cómo ve la negociación de la deuda con los acreedores privados?

Creo que va bien encaminada. El Gobierno va a hacer una oferta relacionada con su capacidad de pago, realista, sustentable y esto va a quedar demostrado cuando se haga la presentación. Me parece que va a ser una propuesta que debiera ser mayoritariamente aceptada por los tenedores de títulos. Esperamos que sea así.

-¿Cómo afecta el contexto actual de los mercados al acuerdo? ¿Hace que modifique la propuesta?

No creo. Indudablemente, la Argentina se va a ver afectada por esto, pero la propuesta todavía no está formulada y seguramente el Ministerio de Economía tomará en cuenta lo que ha ocurrido en estos últimos días con respecto a la posibilidad de pago de la Argentina. Es un contexto distinto.

También es cierto que esto ha afectado la tasa de interés de los países centrales y que la oferta que va a hacer la Argentina va a ser una oferta realista y que seguramente brindará un beneficio mayor que un bono alemán, un bono suizo, que están pagando tasa negativas de interés.

-¿Lo beneficia o lo perjudica al canje este contexto?

En cierto sentido lo beneficia. Me parece que todas estas cosas van demostrando la irracionalidad del sistema financiero global, y sobre esto hay que trabajar. Estamos repitiendo crisis con una frecuencia cada vez menor. Van surgiendo distintas razones.

Esta crisis es distinta que la de 2008-2009. En aquella crisis los bancos tuvieron mucho que ver, en esta crisis no han tenido mucho que ver, pero hay cosas que están fallando en el sistema financiero global que creo que el Financial Stability Board debiera prestarle atención, y la Argentina no deja de estar en ese contexto.

Me parece que también hay que recordar estos préstamos a países emergentes, como el caso de Argentina específicamente, que después hacen insostenible su deuda. Sobre eso hay que trabajar.

-Con bonos a estos precios es posible que entren más fondos buitres. ¿Eso complica un eventual acuerdo?

Como los bonos tienen cláusulas de acción colectiva, donde el porcentaje que se necesita (para bloquear un acuerdo) es del orden del 30%, es más difícil que entren los fondos buitres porque tienen que alcanzar el 30% de la emisión para poder imponer su voluntad. Así que yo creo que ahí hay un límite en el endeudamiento nuevo que va a funcionar.

-Hace un mes dijo que es posible que Argentina entre en default aunque con pocas probabilidades. ¿Sigue creyendo eso?

Sí, lo que pasa es que no depende solo de la Argentina, depende de la aceptación. Que es posible, es posible. Si hay racionalidad en los mercados es poco probable, y mantengo la opinión que di hace unas semanas.

Info: Juan Bergelín