Putin anunció que construirá una central nuclear y Faurie lo contradijo
03.12.2018
El trato con el líder ruso no pasó de lo formal en la cumbre en Casa Rosada, en la que volvió a fallar la traducción.

La reunión
bilateral con Rusia mostró un frío trato de parte de la delegación argentina
que constantemente relativizó los numerosos anuncios de un entusiasmado
Vladimir Putin y hasta llegó a contradecirlo públicamente.
"Vamos a construir una estación de energía atómica
en Argentina", informó el primer mandatario; a lo
que el Canciller argentino Jorge Faurie respondió posteriormente ante la
prensa: "la situación económica y
financiera de este momento no permite prever proyectos de esta índole en el
corto y mediano plazo".
Recordemos que el
interés ruso en el mercado nuclear argentino viene desde su anterior visita al
país, en julio del 2014, donde había firmado con Cristina Kirchner dos
importantes proyectos por casi 10.000 millones de dólares: la sexta central
nuclear y la represa hidroeléctrica Chihuido.
Ambas apuestas
fueron descartadas por Macri apenas asumió su Gobierno, en un gesto de
alineamiento total con los Estados Unidos que no ve con buenos ojos la
incursión tanto de Rusia como de China en estas grandes obras de
infraestructura en Latinoamérica.
Por otro lado,
Putin también manifestó que empresas de su país participarán en la licitación
del "Tren de Vaca Muerta",
una mega obra fundamental para el desarrollo de este yacimiento que la
vinculará con el puerto de Bahía Blanca.
Nuevamente, la
respuesta de los funcionarios argentinos reflejó un sorpresivo desinterés. "Que se presenten y veremos cómo les
va", fueron las distantes palabras del secretario de Energía Javier
Iguacel ante la consulta del periodismo.
El tercer
emprendimiento de importancia que se trató, fue el conflictivo puerto de
Ramallo, una inversión de 500 millones de dólares que hace años Rusia pretende
concretar y que la Provincia de Buenos Aires ha puesto trabas constantes en el
proceso de compra de los terrenos necesarios. Es por eso que por primera vez se
contempló la posibilidad de realizar la obra en el sur de Santa Fe y ya no en
territorio de Vidal.
La reunión entre
los mandatarios tuvo una duración aproximada de 20 minutos en el despacho
presidencial y posteriormente compartieron una cena en el Salón Eva Perón en la
que se sirvió una suculenta merluza negra que Macri destacó en su presentación.
"Los rusos no pararon de comer, les demostramos que somos proveedores
confiables de alimentos", enfatizó el presidente.
Se trata del
segundo encuentro donde se desmienten las palabras enunciadas por la otra
delegación, en un acontecimiento muy inusual en las relaciones diplomáticas que
suele tener consecuencias. El viernes, la Casa Blanca difundió un supuesto
diálogo referido a "la actividad
económica depredadora" de Beijing, cuya desmentida le valió a Macri un
desplante de Trump en pleno escenario del G20.Al igual que con
Trump, volvió a fallar la traducción, generando una gran confusión tanto en la
prensa como en los funcionarios de ambas comitivas.