Rusia financia la guerra con la venta de más de 93.000 millones de euros en hidrocarburos, la mayoría a la Unión Europea

15.06.2022

Por países, los mayores importadores fueron China con 12.600 millones, Alemania, con 12.100 millones e Italia con 7.800 millones, según el centro de estudios finlandés CREA

Estación de servicio de Hungría
Estación de servicio de Hungría

A pesar de los esfuerzos del gobierno alemán por independizarse de las fuentes de energía rusa, las cifras demuestran que las importaciones desde Rusia han cumplido un efecto perverso y han estado sirviendo, indirectamente, para financiar la invasión de Ucrania. Según un nuevo informe que publica el Centro para la Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Finlandia, Alemania ha pagado a Moscú 12.000 millones de euros en facturas energéticas desde el inicio de la guerra.

Si a eso se añaden las exportaciones rusas de productos energéticos a otros países, se obtiene un saldo de 93.000 millones de euros en los primeros cien días de guerra. La UE sigue siendo, con mucha diferencia, el mayor comprador de gas y petróleo rusos, con el 61% del total de las exportaciones de combustibles fósiles de Rusia entre el 24 de febrero y el 3 de junio.

En ese periodo de tiempo, la factura europea de energía rusa ascendió a 57.000 millones de euros. Entre los países individuales, China fue el primer cliente en ese mismo lapso temporal con más con 12.600 millones de euros, seguida de Alemania, con 12.100 millones, e Italia, con 7.800 millones de euros. Holanda anota 5.600 millones de euros y Turquía 4.100 millones. En la franja intermedia de consumo de productos rusos están Francia, España (que ronda los 2.000 millones) y Corea del Sur. Polonia ocupa el décimo lugar en la lista y Bulgaria el 17º.

A los gobiernos europeos les resulta difícil asumir esta realidad. El gobierno alemán, por ejemplo, no recopila estos datos por su cuenta. Para el estudio, el CREA utilizó datos sobre movimientos de barcos, flujo de gas a través de gasoductos y estimaciones basadas en datos anteriores. En 2021, Alemania pagó un total de alrededor de 25.000 millones de euros para importar petróleo, carbón y gas de Rusia. Esto significaba que Alemania era, con mucho, el mayor cliente de energía de Rusia de la UE antes de la invasión, seguida por entonces de Italia y Holanda con alrededor de 14.300 millones y 13.500 millones respectivamente.

Esta política de compras ha cambiado radicalmente, aunque todavía no se dejen ver todos sus efectos. Polonia y Bulgaria, por ejemplo, han paralizado por completo sus compras desde la semana pasada debido a que la energética rusa Gazprom ha cortado el suministro, alegando que los dos países se negaban a pagar en rublos. Especialmente los envíos de petróleo de Rusia a la UE cayeron un 20% en las tres primeras semanas de abril, en comparación con enero y febrero, mientras que los envíos de carbón cayeron un 40%. Los envíos de gas natural licuado GLN aumentaron sin embargo un 20 % y las compras de gas de la UE a través de gasoductos en un 10%.

Consumo energético

El gobierno alemán ha lanzado el pasado fin de semana una omnipresente campaña publicitaria que llama a la población a modificar sus hábitos de consumo energético, con el objetivo de reducir el consumo nacional en un 10%. Aconseja desde nuevos hábitos de higiene como formas de cocinar más eficientes, aunque el monto principal se lo lleva la calefacción en invierno.

El motivo oficial de esta campaña es la transición energética, pero a nadie escapa que ese 10% resulta crucial para llegar al invierno con un estado de las reservas de gas y petróleo que permita prescindir de los suministros rusos sin que Alemania entre en situación crítica, en la que sería necesario el racionamiento. Las entregas de gas natural de Rusia a Alemania y Europa Occidental, en todo caso, caerán drásticamente en verano, según el jefe de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller. "El gasoducto North Stream 1no permitirá almacenamiento en verano", ha declarad en respuesta a este estudio, y confirma que las reservas de gas de la UE están actualmente llenas en un 51% en promedio, 53% en Alemania, "mejor que en años anteriores por estas fechas, pero no lo suficiente".

Rusia sigue inyectando en Europa 1.600 millones de metros cúbicos de gas cada semana, una quinta parte de todas las importaciones. Un informe de Bruegel constata que el monopolio estatal ruso Gazprom envía el 70% de todo su volumen destinado a Europa a través de Nord Stream 1, sometido actualmente a trabajos de mantenimiento que entorpecen el suministro. El mercado considera que se trata de una excusa de Putin para dificultar el almacenamiento en las reservas europeas y prolongar el estado de dependencia. Los ingresos de Rusia provienen principalmente de la venta de petróleo crudo con 46.000 millones de euros anuales, seguidos del gas a través de gasoductos, con 24.000 millones de euros. El resto de los ingresos provienen de la venta de derivados del petróleo, gas natural licuado GNL y eventualmente carbón.