Super TC 2000. Una renovación en marcha
Cinco de los seis equipos oficiales probaron en Córdoba. Autos más inestables y lentos, pero con promesa de buenas carreras.

El Toyota, con YPF como nuevo patrocinador, a fondo en la recta principal con Santero detrás del volante.
Con lo justo, pero a paso firme el Súper TC 2000 encara la temporada 2019 que presenta nueva motorización y cambios aerodinámicos. Esta vez se cumplió con las pruebas comunitarias pautadas para los equipos oficiales. Fue la semana pasada en el Autódromo Oscar Cabalén de Alta Gracia, en Córdoba, el mismo escenario del arranque del campeonato el próximo 7 de abril. El saldo fue positivo ya que los flamantes impulsores turbo no presentaron problemas.
Fueron dos jornadas de pruebas donde hubo un coche presente por cada escuadra: Fiat, Toyota, Renault, Chevrolet y Honda. En tanto que Citroën no llegó a tiempo y no pudo poner un C4 Lounge en pista. El miércoles hubo un primer contacto que consistió en el encendido de los autos y unas pocas vueltas para que los pilotos puedan empezar a adaptarse a estos coches, que cambiaron un 80/85 por ciento en referencia a los de 2018.
El jueves continuó la acción con más cantidad de rondas. Prensa de la categoría informó que en el total de los dos días el equipo que más giró fue Honda con 100 vueltas y le siguieron Renault (80), Fiat (62), Chevrolet (60) y Toyota (50). Cabe recordar que Fiat, a cargo del DTA, fue el primero en poner en pista el motor turbo de Oreca en Paraná (5/3), porque fue la estructura que más adelantado tenía los trabajos sobre su primer auto.
Los pilotos presentes contaron sus sensaciones con las novedades, tanto por el nuevo motor turbo de cuatro cilindros como la quita de carga aerodinámica. Se mostraron conformes y ratificaron lo que le adelantaron algunos jefes de equipo a CORSA sobre la promesa de buenas carreras.

"Me llevo una buena impresión del auto, la verdad que esperaba encontrarme con algo más difícil y creo que no vamos a estar lejos respecto de la temporada pasada. Va a ser un año muy bueno y los cambios van a ser favorables", dijo Julián Santero (Toyota). "Me gustó como funcionó el coche. Creo que los que sepan interpretar mejor el auto, van a hacer la diferencia", agregó Matías Rossi (Toyota). "Es un auto con menos carga y el turbo hace que tengamos que dosificar bien el acelerador. A la gente le gusta que nos pasemos y creo que vamos a lograr grandes carreras", indicó Mariano Werner (Fiat).
"Me llevo una impresión rara, los autos son muy distintos a lo que eran el año pasado. Falta mucho para desarrollar y para aprender, pero es cuestión de ir probando e ir mejorando carrera a carrera", sostuvo Manuel Mallo (Honda). "Es absolutamente otra categoría, salvando la goma, el resto es todo distinto. El motor tiene una muy buena potencia y es muy distinto a cómo la entrega. La velocidad de curva es mucho menor a la del año pasado, pero los autos están con mucha menos carga y son muy diferentes", aseguró Agustín Canapino (Chevrolet). Sin embargo, el Titán aclaró que "los autos van más lentos".
En sintonía con el arrecifeño, en diálogo con La Única, el bicampeón Facundo Ardusso (Renault) reconoció que "los autos son unos tres segundos más despacio que el año pasado. El motor con el turbo tiene una muy buena potencia de abajo, diría casi igual o mayor a la de 2018. Se frena más lejos y se dobla a menor velocidad ya que se perdió un 75 por ciento de carga aerodinámica. Pero, justamente, la falta de carga permite que la velocidad final en rectas sea igual a la del año pasado. Hay que adaptarse y pienso que se van a ver buenas carreras, al menos al comienzo, ya que tanto los pilotos como los equipos no estamos familiarizados en un ciento por ciento con estos autos".
Mientras que el gerente deportivo del STC 2000, Edgardo Fernández, también se mostró entusiasmado al expresar que "espero el comienzo del campeonato con carreras peleadas en todos los puestos, con autos difíciles de manejar y lograr que sea un desafío para los equipos y pilotos. Queremos buscar un mejor espectáculo para el público". En busca de ello otra de las novedades que se estudian en la categoría es volver a emplear de forma permanente la partida detenida. Por eso los equipos ensayaron esta variante en Alta Gracia, que busca aportar más emoción a las carreras. La última temporada en la que se largó con esta modalidad en todas las competencias fue en 2011.
En tanto que para el arranque en dos semanas, en principio, no se esperan más de 20 máquinas. Es un número respetable en función de las profundas modificaciones que se presentan. A medida de que avance el calendario se sumarían autos. Como siempre todo dependerá de lo económico. Este medio pudo saber que un piloto que no sea contratado por una terminal, debería desembolsar por carrera un millón de pesos por el costo operativo.
Motores en marcha para el STC 2000. Habrá que acostumbrarse al nuevo sonido con los turbo, muy diferente a la sinfonía de los V8. El Turismo Competición llega a sus 40 años en un marco de vientos de cambios y mirando al futuro. Si bien es muy prematuro, sus nuevos impulsores podrían ser el primer paso hacia el camino híbrido, pero para eso aún falta mucho.