"Tiempo ejecutivo" de Donald Trump: por qué acusan al presidente de Estados Unidos de trabajar "poco"
Una fuente anónima de la Casa Blanca filtró a un portal de noticias 95 páginas de la agenda del mandatario, donde se puede ver que alrededor del 60% de sus actividades consisten en "tiempo ejecutivo".

¿Qué hace Donald Trump en su "tiempo ejecutivo"?
¿Trabaja poco Donald Trump o menos que sus predecesores?
Esa pregunta está en el centro de la última polémica que afecta al presidente de Estados Unidos, luego de que el domingo, el portal de noticias Axios difundiera su horario privado de los tres últimos meses.
Cientos de usuarios en redes sociales cuestionaron la productividad de Trump durante esas horas de "tiempo ejecutivo" y el tema ocupó numerosos titulares en el país.
La Casa Blanca, por su parte, defiende la agenda de actividades del gobernante y destaca los resultados positivos obtenidos por Trump durante su mandato.
Pero, ¿en qué consiste el llamado "tiempo ejecutivo" y por qué es polémico?
Tiempo indefinido
John Kelly, jefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump hasta el pasado mes de enero, fue quien creó el concepto de "tiempo ejecutivo" debido a que "el presidente odiaba estar atrapado en un horario regular", según publica Axios.

Los críticos creen que Donald Trump pasa demasiado tiempo "tuiteando".
La página web explica que "tiempo ejecutivo" es una franja de horas flexibles en las que no hay actividades fijas programadas y puede incluir ver televisión, leer periódicos, hablar por teléfono con otros políticos y funcionarios o tuitear, según seis fuentes anónimas que cita ese portal.
Ya en enero de 2018, Axios había revelado que Trump tenía "tiempo ejecutivo" de 8 a 11 de la mañana y que su jornada en la Casa Blanca empezaba a las 11:00 am, a diferencia de otros presidentes, como George W. Bush, que empezaba a las 6:45 am.
En ese reporte de hace más de un año, Axios cita a funcionarios que sostienen que "tiempo ejecutivo casi siempre significa tiempo de ver televisión y Twitter en la residencia (del presidente)".
Nueva filtración
La nueva filtración de los horarios presidenciales abarca la agenda diaria de Trump de los últimos tres meses.
Desde el 7 de noviembre (el día posterior a las elecciones de medio periodo), Donald Trump ha pasado en total 297 horas en "tiempo ejecutivo", distribuidas generalmente entre las cinco primeras horas del día o al final del mismo, y 77 horas en reuniones preprogramadas.
No obstante, el portal Axios aclara que los horarios publicados no necesariamente incluyen todas las reuniones y/o actividades de Trump, porque muchas son espontáneas y porque hay un horario más detallado que solo ve un equipo reducido de gente de la Casa Blanca.
El sitio web reconoce que lo que aparece como "tiempo ejecutivo" en el horario filtrado puede ser en realidad una manera genérica de referirse a otras reuniones que sí aparecen en el horario más reservado.
Cuestionamiento
La difusión de los horarios del presidente desató una ola de críticas y comentarios irónicos por parte de cientos de estadounidenses, que llegaron a tildar a Trump de "vago".
"La próxima vez que alguien me pregunte qué hice en mis vacaciones, en lugar de decir que tomé muchas siestas, comí comida basura y vi televisión, solo voy a decir 'tiempo ejecutivo'", tuiteó el domingo Matthew Dowd, analista político estadounidense de la cadena ABC News.
"No empieza a 'trabajar' hasta casi el mediodía. El 60% de su horario es 'tiempo ejecutivo' no estructurado. Estas filtraciones dicen mucho sobre el odio que le tiene su propio equipo. ¿Quién está dirigiendo las cosas en realidad?", escribió la abogada y activista feminista Amee Vanderpool el lunes.
No obstante, hay quien opina que la polémica se trata sencillamente de una cuestión de percepción.
Russell Riley, investigador en temas presidenciales del Centro Miller de la Universidad de Virginia, EE.UU., considera que "es difícil decir si Trump está trabajando menos que otros presidentes" y cree que es posible que sí esté muy ocupado.
Aunque reconoce que "el horario muestra un horizonte de planificación excesivamente limitado, que parece confirmar que la Casa Blanca no sabe lo que está haciendo".
"Puede que sí se mantenga muy ocupado, pero sus actividades son resultado de impulsos, en vez de estrategia y planificación", apunta.