Trump asegura que China eliminará los aranceles a los coches estadounidenses

05.12.2018

Las explicaciones dadas por cada Gobierno a la tregua comercial alcanzada el fin de semana durante las reuniones del G20 en Buenos Aires han sido muy diferentes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

El desconcierto y la falta de concreción sobre la tregua en la guerra comercial entre EE.UU. y China avanzan con el paso de los días. El domingo por la noche, Donald Trump aseguró en un mensaje por Twitter que el gigante asiático se ha comprometido a "reducir y eliminar" los aranceles para los coches estadounidenses que importa el país, que sufren un gravamen adicional del 40% como represalia a otras acciones punitivas de EE.UU. Ayer, añadió que los agricultores estadounidenses van a ser beneficiarios "grandes y rápidos" del acuerdo con China, que empezará a comprar más productos agrícolas "inmediatamente".

Las declaraciones dejan en el aire muchos aspectos de esos compromisos -cuándo se eliminarán los aranceles a los coches, cuándo comienzan las compras de productos agrícolas, en qué cantidades, sujetos a qué condiciones- y ni China ni su prensa estatal han hecho mención a estos asuntos.

La desconexión entre los puntos de vista sobre el acuerdo no es novedosa en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China. Las explicaciones dadas por cada Gobierno a la tregua comercial alcanzada el fin de semana durante las reuniones del G20 en Buenos Aires han sido muy diferentes. Ni Pekín ni la prensa estatal china han validado las afirmaciones de EE.UU. de que las partes acordaron un plazo de 90 días para cerrar las negociaciones, ni hablaron del aumento -sustancial-, según EE.UU.- en la compra de productos agrícolas, energéticos e industriales estadounidenses, ni han mencionado su cambio de postura sobre la fusión entre el gigante tecnológico estadounidense Qualcomm y su rival NXP.

Incluso en la Casa Blanca se tomaba ayer con prudencia el resultado de la tregua y de la apertura de nuevas negociaciones. El principal asesor económico de la Administración Trump, Larry Kudlow, se mostraba ayer "cautelosamente optimista" sobre el futuro de las conversaciones y Peter Navarro, principal asesor comercial, decía que "hablar es barato" y que ahora China debe ofrecer "cambios estructurales reales y verificables" en su economía que permitan "resultados inmediatos" para EE.UU.