Un suplemento para la longevidad “rejuvenece” las células inmunitarias envejecidas en solo 4 semanas

12.11.2025

El envejecimiento deja huellas invisibles que van más allá de la piel. Con los años, el sistema inmunitario se vuelve lento, cansado y menos capaz de defendernos. Sin embargo, la ciencia acaba de mostrar que ese desgaste podría atenuarse desde el interior celular.

Un equipo internacional de investigadores ha demostrado que un suplemento para rejuvenecer el sistema inmune, conocido como urolitina A, logró modificar las funciones de las células defensivas humanas en tan solo 28 días. El estudio, publicado en la revista Nature Aging, abre un nuevo horizonte en la biología del envejecimiento.

Los resultados indican que este compuesto natural, producido a partir de alimentos como la granada, puede optimizar el metabolismo celular y devolver energía a las células inmunitarias, lo que podría favorecer la longevidad y rejuvenecimiento celular.

El desgaste silencioso del sistema inmune

Con el paso del tiempo, nuestras defensas se transforman. Las células jóvenes que responden a nuevas infecciones comienzan a escasear, mientras que las más viejas y menos eficaces se acumulan. Este fenómeno, conocido como inmunosenescencia, aumenta el riesgo de enfermedades y reduce la eficacia de las vacunas.

Frente a ese desafío, los científicos buscaron una manera de restaurar la vitalidad inmunitaria sin recurrir a fármacos agresivos. Así nació el interés por la urolitina A, una molécula derivada de los polifenoles que actúa sobre las mitocondrias, las "centrales energéticas" de las células.

El estudio incluyó a 50 adultos entre 45 y 70 años en un ensayo clínico doble ciego y controlado con placebo. La mitad recibió 1,000 mg diarios de urolitina A durante cuatro semanas, mientras que el resto tomó un placebo.

Un suplemento que reactiva la energía celular

Los análisis revelaron cambios notables. En quienes tomaron el suplemento, las células T CD8+ —encargadas de atacar células infectadas o tumorales— mostraron signos de rejuvenecimiento metabólico. Aumentaron los marcadores de renovación celular, como Ki-67, y redujeron señales de agotamiento, entre ellas la proteína TOX.

El secreto de este efecto radica en un proceso llamado mitofagia, que elimina las mitocondrias viejas y estimula la formación de nuevas. En otras palabras, limpia la maquinaria interna para que las células produzcan energía de forma más eficiente.

Los investigadores también observaron un incremento en la actividad del gen PGC-1α, clave para la biogénesis mitocondrial. Gracias a ello, las células T mejoraron su capacidad para obtener energía de los ácidos grasos, un rasgo característico de las células jóvenes y resistentes al estrés metabólico.

Evidencias de un sistema inmunitario más equilibrado

Los efectos del suplemento no se limitaron a un solo tipo celular. El estudio documentó un aumento en la proporción de células NK, conocidas como "asesinas naturales" por su papel en la defensa rápida contra infecciones y tumores. Además, los monocitos mostraron una reducción en los indicadores de inflamación crónica.

Las pruebas funcionales fueron igualmente reveladoras. Ante un estímulo en laboratorio, las células T del grupo tratado produjeron más TNF, una molécula que refuerza la respuesta inmunitaria sin causar inflamación excesiva. A su vez, los monocitos mejoraron su capacidad para fagocitar bacterias, reflejando una defensa más eficiente.

Estos resultados sugieren que la urolitina A no solo revitaliza el metabolismo celular, sino que también afina la coordinación del sistema inmune, algo esencial para envejecer con salud.

Seguridad, límites y futuro de esta investigación

Durante las cuatro semanas del ensayo, el suplemento fue bien tolerado. Los participantes no presentaron efectos adversos importantes ni alteraciones en los análisis de sangre, lo que respalda su seguridad en adultos sanos.

No obstante, los autores subrayan que se trata de un estudio inicial. Su duración fue breve y el número de participantes limitado, por lo que se necesitan investigaciones más amplias para confirmar si estos cambios se traducen en beneficios clínicos reales, como menor incidencia de infecciones o una mejor respuesta a las vacunas.

Aun con esas limitaciones, los hallazgos ofrecen una visión esperanzadora. Intervenir en la salud mitocondrial podría convertirse en una estrategia clave para prolongar la juventud funcional del sistema inmune, una pieza central de la longevidad y rejuvenecimiento celular.

Un nuevo camino hacia la salud duradera

El estudio no promete inmortalidad, pero plantea una idea poderosa: quizás no sea necesario detener el tiempo, sino ayudar a las células a funcionar como antes. Cuidar la energía que las mantiene vivas podría ser una de las claves del bienestar a largo plazo.

Más allá del entusiasmo científico, el mensaje es claro. Mantener un metabolismo celular saludable, ya sea a través de la dieta, la actividad física o compuestos como la urolitina A, puede marcar la diferencia entre un envejecimiento pasivo y uno activo, lleno de vitalidad.

En solo cuatro semanas, un simple suplemento logró despertar a un sistema inmune adormecido por los años. Un recordatorio de que el cuerpo conserva, incluso en la madurez, una asombrosa capacidad de renovación.

Info: Michael Maldonado – Comunidad Biológica