Una vida con talento y competitividad grabados a fuego

23.05.2019

Tres campeonatos del mundo y un accidente que marcó la historia de la Fórmula 1: los hitos más destacados de la vida deportiva de Niki Lauda, uno de los mejores pilotos de la historia de la Máxima.

Poco más de un año antes del arranque del primer Mundial de Fórmula 1, nacía Andreas Nikolaus Lauda. Era el 22 de febrero de 1949, día en el que el mundo, sin saberlo, recibía a una de las máximas estrellas del deporte motor, y no solo por lo hecho en la pista...

Proveniente de una familia con buen pasar económico, el austríaco de Viena comenzó a correr a mediados de los 60', en carreras de trepada. Luego le llegó el turno de la Fórmula Vee, la Fórmula 3 y la Fórmula 2 Europea, para en 1971 debutar en la F.1, con 22 años. Lo hizo de local, en el viejo Osterreichring, a bordo de un March 711. Tras clasificar anteúltimo (21° de 22), Lauda abandonó en la 20ª de las 54 vueltas pactadas.

Luego de aquella experiencia, volvió a la Máxima en 1972, nuevamente con March. Completó su primera temporada con más bajos que altos, al acumular cuatro abandonos y obtener como mejor resultado un 7° lugar (Sudáfrica), por lo que no sumó ninguna unidad, en épocas donde lo hacían los seis mejores de cada carrera.

Si bien en 1973 tampoco logró grandes resultados finales (solo sumó puntos en Mónaco -5°-), sus trabajos parciales, como el hecho en el propio principado (llegó a ser 3°) y en Canadá (donde lideró con piso mojado), llamaron la atención de Enzo Ferrari, quien lo convocó para ser compañero de Clay Regazzoni (que también ayudó en su contratación) al año siguiente.

En la Scudería, sus resultados cambiarían: el 2° lugar obtenido en la Argentina, carrera en la que debutó con el equipo, sería el indicio de un certamen en el que acumuló dos triunfos y otros dos podios, además de ¡nueve! "poles" (sobre 15), seis de ellas de manera consecutiva.

En 1975 lograría su primer título del mundo, gracias a un rendimiento superlativo: cosechó cinco victorias, otros tres podios y nueve "poles", lo que le permitió coronarse con una fecha de anticipación, nada menos que en Monza. Así, cortó una sequía de 11 años sin títulos para Ferrari, tanto en el torneo de pilotos como en el de constructores, donde lo acompañó Regazzoni. En el campeonato, superó por casi 20 puntos (19,5) a Emerson Fittipaldi, ya por entonces bicampeón del mundo.

Lo sucedido en 1976 es más que conocido. El accidente sufrido en Nürburgring truncó lo que era un bicampeonato casi seguro, aunque ello no lo privó de volver a las seis semanas, lo que sorprendió a propios y extraños. Finalmente, perdió el título en aquella recordada carrera de Fuji, donde se consagró James Hunt (McLaren) por solo un punto.

A pesar de lo acontecido un año atrás, en 1977 Lauda volvería a dominar, y ganaría con comodidad el título gracias a su regularidad (12 "Top 10"). Con tres victorias y otros seis podios se llevó su segundo cetro, nuevamente con una fecha de anticipación. Rota su relación con Enzo Ferrari (producto de su decisión de abandonar en Fuji 76), se dio el gusto de no competir en la última cita.

El paso por Brabham entre 1978 y 1979 no le brindó los resultados esperados. Apenas dos éxitos y otros 5 podios (todos conseguidos en el primer año) sobre 30 carreras le quitaron las ganas de correr, a tal punto que a finales de aquella década decidió colgar el casco. Tenía 30 años.

Sin embargo, en 1982 volvió a la acción. Con McLaren, Lauda disputó cuatro temporadas, siendo la de 1984 la más destacada, al sumar su tercer título. Lo hizo por apenas medio punto sobre su compañero de equipo, Alain Prost. A finales de 1985, con 36 años, se retiraría definitivamente. En total, participó de 171 carreras, en las que obtuvo 25 victorias, 24 "poles" y 54 podios.

Fuera de la pista, participó de distintos equipos, incluyendo Ferrari (asesor técnico), Jaguar (director deportivo) y Mercedes. En la escuadra alemana permaneció en los últimos años, donde ocupó el cargo de presidente no ejecutivo. Además, era uno de sus accionistas, al contar con el 10% de su propiedad.

También se involucró en el mundo de la aviación, al crear su propia aerolínea (Lauda Air) en 1978, otra en 2003 (Niki) y una tercera el año pasado (Laudamotion), aunque ninguna pudo mantenerse hasta la actualidad.

El lunes 20 de Mayo a los 70 años, sucumbió ante los problemas de salud sufridos durante el último medio año. Por su destreza al volante y sus logros, pero también por su ejemplo de superación y lucha, será siempre recordado por todo el deporte motor.